Capítulo 19: La verdadera forma del odio

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El golpeteo, que amenazaba derribar la puerta, tomó de sorpresa a Oh Sehun. Luego del desastre acontecido a partir del rumor de romance entre el presidente Do y Park Chanyeol, Seokjin fue llamado de urgencia a la empresa y le dio la orden de no abrirle a nadie ya que podían ser periodistas. Así que el chico trató de hacerse el tonto y siguió jugando al póker online. Sin embargo, algo inesperado ocurrió.

—¡Sehunnie! —la voz de Chanyeol lo llamó dejándolo atónito— ¡Sehun, soy yo! —volvió a aporrear la madera—.

El modelo logró encontrar su compostura y corrió hacia la entrada antes de que algún invitado indeseado se percatara de que vivía ahí. Quitó los diez pasadores que su manager había instalado, además de un código de seguridad, y agarró de un brazo al alto para meterlo al departamento y volver a colocar todos los seguros. Por supuesto, rompió su propio récord de veinte segundos. ¡Logros que importaban!

Al mirar a su amigo, prácticamente no lo reconoció. Vestido con ropa deportiva negra, se deshizo del barbijo y anteojos, lanzó a un costado su mochila rotosa dejando ver sus ojos llorosos y se aferró a Sehun sin importarle nada más. El menor no entendía qué pasaba y peor fue cuando tomó conciencia de los sollozos de Chanyeol.

—¡Baekhyun se fue! —apenas logró aclarar entre el llanto— Él va a dejarme, yo lo sé.

Sehun solo pudo arrastrarlo hasta el sillón porque él seguía hablando pero la mezcla de mocos y lágrimas hacía inentendibles sus palabras. Fue en busca de pañuelos y un vaso de agua con la esperanza de que se recompusiera porque él no tenía ni un cuarto de idea sobre cómo tratar con hombres abandonados por sus esposos. Por suerte, Chanyeol pareció comprender y se calmó antes de volver a abrir la boca.

—Bien, Chanyeol hyung. Ahora empieza de a poco o no podré ayudarte —se pasó las manos por la cara en un intento de despejarse—, si es que hay algo que pueda hacerse.

—Baekhyun tomó sus cosas, dijo que necesitaba estar a solas, y se marchó a lo de sus padres —volvió a sonarse la nariz—. Va a dejarme, Sehun. Lo sé, un hombre casado sabe de estas cosas; lo siente dentro de sí.

—Entonces, ¿él cree que lo engañaste y no te creyó? —intentó armar el mapa del problema—

—No, él sabe que sería incapaz de tocar a otra persona si lo tengo a él —lanzó el pañuelo usado a la pila que había generado en tan solo diez minutos—.

—¿Y entonces? —quiso saber—

—Él me pidió que revelara lo de nuestro casamiento —el lagrimeo volvió— y le dije que lo haría pero SM me prohibió siquiera pensar en algo así. Según ellos, una cosa es un rumor de mi homosexualidad y otra, una confirmación de la misma. Si lo hago, van a dejar que me hunda y nunca lograré reflotar mi carrera —se lamentó—.

—Bueno, no quiero ponerte peor pero yo también me enojaría si mi pareja no me eligiera a mí —Chanyeol volvió a ser un mar de lágrimas—. Pero Baekhyun no es como yo —intentó arreglar su metida de pata—, él seguro que entiende —confirmado, era un asco en eso del apoyo moral—.

—¡Ya lo sé! Él siempre entiende pero se merece un mejor esposo que yo —levantó una botella de Choguivodka—.

—¿De dónde salió eso? —cuestionó Sehun—

—Tengo varias en el bolso y planeo beberme todo. Imagino que me acompañarás, ya que soy tu mejor amigo.

—¡Ah, no! —se alejó— ¡A mí no me mires! La última vez, me metí en líos.

—¡Claro! ¡Dejemos solo a Chanyeol en su pena! —dramatizó—

—No es eso pero —dudó buscando qué decir para calmarlo—, ¿no sería más adecuado ir a buscar a Baek?

Modelando tu odio (Kaisoo/Sookai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora