Jongin había llegado más temprano al estudio donde esperaba la gente de Likey Sports.
Se encontraba en la entrada viendo por la llegada de Sehun porque Kyungsoo le valía un rábano. Aunque ni eso porque un rábano al menos servía como ingrediente de una ensalada.
¿Por qué no ingresaba? Buena pregunta.
Imagínense que el gran Kim Jongin llegara bien high class sin compañía, todo el mundo se arrojaría a sus pies aunque fuera para preguntarle si no quería que le limpiaran los mocos. Eso era lo malo de la fama y de tener menos ganas de socializar que una piedra. Por lo que la decisión más sabia era seguir esperando en la comodidad de su auto.
Por el espejo retrovisor vio llegar la camioneta que trasladaba al chico. ¡Ah, la tremenda discusión que tuvieron con Do por culpa de eso! Audios llenos de gritos y reclamos por cosas que nada que ver, finalizaron con la compra conjunta de un vehículo porque ninguno quería dejar que el otro se hiciera cargo y Sehun empezara a desarrollar favoritismos.
Sin dedicarle más tiempo a esos recuerdos, bajó del auto para reunirse con los recién llegados pero grande fue su sorpresa al ver que Kyungsoo llegaba con el grupo. Y podía deducir que ya se llevaba de maravillas con Oh por la sonrisita que este le daba.
¡Un momento! ¿Do Kyungsoo acababa de revolverle el pelo como si fuera un niño? ¡No, no, no! ¡¿Qué más podía salir mal?! ¡Oh! Sehun se estaba sonrojando. Genial.
Venía sospechándolo pero por una vez deseó equivocarse, lástima que tuviera toda la razón. A Oh Sehun le gustaba el presidente Do Kyungsoo. ¡Maldición!
...
Esta vez, Sehun no lo estaba haciendo tan bien como la anterior. Se notaba a leguas lo intimidado que lo hacía sentir el director y el concepto se le dificultaba. Y es que, ¿cómo iba a poner cara del vecino de al lado si, hasta donde sabía, los vecinos no se veían así de bien? Si así fuera, tremendo baby boom tendría Corea. Fornicaciones por todos lados y niños por doquier con la cara del tipo que vivía en la otra cuadra. ¡Más descendencia que el lechero dejaría!En fin, Jongin tuvo que salir en su auxilio ya que no era todo culpa de Oh sino de las directrices confusas que le daban. En pocos minutos, encontró el balance y la sesión se produjo con mejores resultados.
Y se sentiría más cómodo si la mirada del mal no estuviera escaneando su alma.
-Lárgalo, Kim -dijo Kyungsoo, quien se hallaba sentado a su lado en una esquina alejada de las tomas-. Tengo años tratando contigo y es la primera vez que te veo contrariado por algo sin quejarte.
Bien, estaban solos y el resto del staff se encontraba a una distancia prudente. Podrían hablar sin temor a ser oídos.
-¿Qué hacías con Sehun esta mañana? -lo miró disgustado- Pensé que habíamos acordado no hacer reuniones sin conocimiento o participación del otro y hasta ahora, yo cumplí siempre en decirte hasta cuándo iba a cagar. ¡Es la segunda vez que haces esto! -aplastó el vasito descartable que había tenido café-
-Cálmate, y déjame explicarte -quiso calmarlo-. Mi auto se descompuso en la mañana y Seokjin se ofreció a buscarme. Puedes preguntarle a Woohyun y verás que digo la verdad. Y con respecto a lo del otro día, pensé que cuando te hablé, había quedado implícito que iba a reunirme con él; fue mi error asumir cosas -Jongin aun lo miraba desconfiado-. Mira, sé que no tenemos la mejor relación pero sabes cómo soy; nunca en una década he faltado a mi palabra y no empezaré ahora.
ESTÁS LEYENDO
Modelando tu odio (Kaisoo/Sookai)
HumorKim Jongin es afortunado como pocos; tiene una carrera de modelo exitosa y su propia agencia, KJI Models. Sin embargo, aun no logra vencer a su rival de toda la vida, Do Kyungsoo. Pero un encuentro con un trabajador de oficina que tiene todo lo nec...