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"Hoy en día la gente sabe el precio de todo y el valor de nada"
—Oscar Wilde

El reloj marcaba las doce cuarenta y dos cuando Madame Pomfrey despertó a Hermione Granger. La Gryffindor fue traída de nuevo a la realidad, que aunque dura y dolorosa era su realidad y debía enfrentarla. Igual que la vez anterior volvió en si rápidamente mas no tranquila, abruptamente abrió los ojos encontrándose con la sanadora.

—Despacio, has estado inmóvil un buen rato y seguramente te dolerán un poco los huesos, no te angusties solo será de momento. —ayudándola a levantarse, Madame Pomfrey le regalo una tierna mirada qué era bastante raro en ella. Aunque la Gryffindor rozara la adultez, se podía ver en ella rastros de adolescencia y eso le provocaba mucha ternura. — Te traeré agua.

La vista de Hermione tardo un poco en adaptarse. La enfermería estaba vacía, las únicas luces que iluminaban el lugar eran un par de velas junto a la cama y la luz lunar colandose por los altos ventanales antiguos. Tratando de calentar un poco sus tiesas articulaciones, Hermione estiro los brazos oyendo claramente como tronaban con el movimiento. Definitivamente estaba de vuelta, sintiendo una fuerte desesperación apretó las sabanas en puños y aspiro profundo. ¿Qué estaba sucediéndole? ¿Stellarum habia sido un sueño?

La sanadora regreso con un vaso de agua, una manzana, tinta y pluma. Hermione aparento estar tranquila, pero su rostro ansioso mostraba lo contrario.

—El profesor Dumbledore cree que deberías hacer un pequeño esfuerzo para poder hablar, si no lo logras puedes escribir.

Hermione quiso intentarlo, se sobo el cuello y trató de emitir un gracias, pero su garganta reseca solo emitió un carraspeo terrible y no más, era como si hubiera olvidado como hacerlo. Desanimada dio un gran sorbo al agua y lo intento nuevamente, movió su lengua dentro de su boca, la pego a su paladar, estiro los labios e hizo infinidad de malabares bucales sin embargo, nada funciono, no podía hablar. Viendo la precaria situación, Madame Pomfrey acerco un pergamino a sus manos.

—No te desesperes, ya regresará.

<<Gracias por todo>> anotó, la falta de uso provoco que su mano escribiera de manera errática, estampo una caligrafía fea que la desanimo aún mas.

—Descuida cariño, es lo mínimo que puedo hacer.

<<Harry y Ron>> escribió e inmediatamente la sanadora supo a lo que se refería.

—Han venido a visitarte a diario, muchos de tus amigos y compañeros han querido verte, están ansiosos por tu regreso, pero descuida —añadió al ver el rostro de preocupación de la joven. —no saben lo que ocurrió, el profesor Dumbledore ha informado que fue un ataque de un animal desconocido

Hermione sintió un poco de alivio e inmediatamente señalo su garganta.

—Si, ellos saben que has perdido la voz, todos han sido avisados.

<<Malfoy>> escribió poco después.

—El joven Malfoy no ha venido.

<<He soñado con él, se sintió muy real>> confeso a la mujer que extrañada releyó el pergamino un par de veces antes de responder.

—¿Soñado? Es imposible, las pócimas que utilizo para mantenerte suspendida tumbarían por semanas a un gigante, nadie que reciba esas dosis podría soñar algo.

<<Quiero verlo>> solicitó, si había sido un sueño o realidad, debía preguntarle directamente.

—Bueno eso es precisamente por lo que te he despertado. —quitándole la pluma y hoja, Madame Pomfrey tomo las manos de la castaña entre las suyas. —Han pasado cinco días, puedo mantenerte más tiempo suspendida si es lo que quieres o podrías regresar, tal vez estar con tus amigos te ayude a recuperar la voz.

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⏰ Última actualización: Jul 19 ⏰

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