Indecisión

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Capítulo 3

Con una sonrisa Valentina recordó la sorpresa que se había llevado al ver en el estacionamiento a Juliana a lado de Nayeli. Era la última persona que hubiese esperado ver de vuelta en Puerto Vallarta..... Aunque para ser del todo sincera con sigo misma, tenia  que reconocer que había reaccionado muy mal.

Si las circunstancias hubiesen sido ligeramente diferente, la estancia de Juliana en el puerto podía haberle proporcionado muchos motivos de diversión. Pero tal y como estaban las cosas, su presencia solo auguraba quebraderos de cabeza.

Suspiro y se volvió a mirar hacia el lado del mar, su humor se suavizó  al instante al ver la isla en la distancia. Marietas el lugar que más amaba en el mundo.
Era una lastima que Juliana fuera a trabajar en el centro, ya que su relación con Nayeli iba a complicar las cosas bastante.

En adelante, tendría que mostrarse especialmente cuidadosa.
Por lo de más, mantendría exactamente lo que le había dicho. Si Juliana se empeñaba en seguir adelante con sus artimañas, le pondría un alto de inmediato.
De ese modo la ira dió paso a una fría resolución, y más calmada , re-emprendió el camino .

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Después de que Valentina se marchara tan bruscamente y tras darse un tiempo para recobrar la tranquilidad, Juliana se prometió solemnemente que, a partir de ahora y por lo que a ella respectaba era como si Valentina hubiese dejado de existir.

Si tenía la mala suerte de toparse con ella, o incluso de verla por la calle, cruzaría de acera o mejor se daría la media vuelta para ni siquiera ver su odiosa cara nunca más.

Y en cuanto a su preciosa isla se la podía meter en el trasero o quedarse la para ella sola. Por otra parte sus amenazas no le habrían impresionado en lo más mínimo si le daba su maldita gana iría a la isla, sin importarle en absoluto lo que Valentina le había dicho

Le preocupaba algo más sus estúpidas acusaciones, aquellas acusaciones sin sentido a un supuesto plan secreto..... Todo eso no tenía el menor sentido.
Procuro alejar de su mente aquel desagradable encuentro y la tensa conversación.

Ninguna persona sana y en su juicio sería capaz de entender los retorcidos mecanismos por los que funcionaba el cerebro de Valentina. Decidió que a partir de  este momento haría como si no existiera Valentina.
Por desgracia un par de minutos más tarde cuando regreso Nayeli, lo primero que hizo fue preguntar por ella.

-- ¿Dónde está Valentina? ¿Porque no me ha esperado?

-- Tenía prisa -- dijo Juliana -- puede que tuviera una cita o algo así.

No era más que una mentira piadosa, se dijo para justificarse, con cierto remordimiento al ver que Nayeli parecía bastante decepcionada. Se le ocurrió que la pobre chica podía ser una de las ardientes admiradoras de Valentina. Aunque aquella posibilidad despertó de inmediato su curiosidad, decidió que lo mejor era no seguir con el tema así que rápidamente cambio de tema.

-- ¡Qué bien¡ Veo que has encontrado todas las bolsas -- comento Juliana

Sin embargo para su mala suerte Nayeli parecía dispuesta a volver a la carga.

-- ¿Como es que conocías a Valentina?- le pregunto ya cuando estaba en el auto .

¡Aquello empezaba a parecer una terrible pesadilla.

-- Nos conocimos cuando estuve aquí durante aquellas vacaciones -- le explico Juliana -- aunque no se puede decir que congeniáramos.... me refiero a que no somos amigas ni nada por el estilo -- añadió esperando dejar el asunto por la paz de una vez por todas.

-- Así que no conoces la isla.... pues es una pena. Si quieres le puedo decir a Valentina que nos lleve a visitarla alguno de estos días. Te va a encantar ya verás es una absoluta maravilla.

-- ¡No, por favor¡ ¡No te molestes! -- exclamó Juliana casi presa del pánico ante semejante cosa -- me parece que voy a tener mucho trabajo en el centro

-- ¡Tonterías! ¡Nada de eso! ¿Acaso piensas que soy una especie de negrera? -- río Nayeli dirigiéndole una mirada burlona -- no se hable más está misma noche llamaré a Valentina para comentárselo.

-- No, Nayeli en serio preferiría que no lo hicieras -- Juliana se dió cuenta que empezaba a parecer una tonta y pensó que quizá fuera mejor explicarle lo ocurrido aunque fuera solo un poco solo lo indispensable -- Para ser sincera, te diré que ya he estado en la isla -- le confesó apenada.

Nunca había sido su intención hacer un secreto aquel asustó y mucho menos engaña deliberadamente a Nayeli -- fue en aquellas vacaciones de las que te hablé me invitan a la residencia Carvajal.

-- ¡Vaya! Eres una caja de sorpresas -- río Nayeli enarcando las cejas sorprendida-- ¡Nada menos que huésped en la residencia Carvajal! Así que conoces al tío de los Carvajal ¿No?

-- Si, aunque no le había visto antes de venir aquí. Entonces yo era....muy amiga de su sobrino, de Guillermo

-- ¿También conoces a Guillermo? -- pregunto Nayeli y a Juliana le pareció detectar cierta nota de frialdad en su voz -- bueno -- añadió rápidamente, tan cordial como de costumbre -- entonces conoces bien la isla ¿ No te parece un lugar maravilloso?

-- Es el sitio más maravilloso que he visto en mi vida -- contesto Juliana devolviéndole la sonrisa
Y era cierto aún recordaba muy bien el viaje en el barco que la llevó asta la isla, como fue dejándose atrapar poco a poco por su mágica belleza.

Podría ver en su memoria las playas de arena blanca, las casa con los rojos tejados brillando bajo el sol las verdes colinas que se alzaba en el horizonte y sobre todo la imponente residencia Carvajal que dominaba la isla

Desde el primer momento se había quedado completamente sorprendida por aquel entorno. Recordaba cada día de aquellas vacaciones como si fuera un tesoro. El único punto negro había sido la presencia de Valentina.

-- ¿No es una pena lo de León? -- cometo Nayeli repentinamente sacándola de sus pensamientos -- parece que los medicos no le dan muchas esperanzas.

-- ¿Que quieres decir? -- pregunto Juliana sorprendida -- ¿Que es lo que le pasa? No tenía la menor idea de que estuviera enfermó

-- ¿No? Pues está bastante mal. Por lo visto tuvo una neumonía y pues con su enfermedad esas cosas suelen ser fatales.

Juliana se sorprendió al darse cuenta lo mucho que le afectaba esa noticia. Al fin y al cabo hacía más de dos años que no lo había visto a León. Pero le tenía mucho aprecio tanto que cuando rompió con Guillermo, una de las cosas que más le dolió fue pensar que probablemente no volvería a ver a León nunca más .

De espaldas al pasado. (Juliantina)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora