Descubrimiento

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Capítulo 10

Se detuvo un momento para para ver cómo estaba Santiago, el chiquillo castaño que se había peleado con un compañero el día anterior. Por la noche se había despertado gritando por culpa de una pesadilla realmente terrible........bien diferente sin duda al sueño que tanto le había alterado a ella.
Le había llevado mucho tiempo conseguir que se ttanquilizara. Cuando por fin se quedó dormido,Juliana aún permaneció un rato sentada a su lado en la cama sosteniendole la mano. Estaba casi amaneciendo cuando por fin volvió a su cuarto.
Ya  por la mañana los otros niños le comentaron que no era la primera vez que Santiago pasaba una noche tan mala. A menudo gritaba en sueños, aunque nunca había estado tan agitado como la noche anterior. Juliana se propuso que, en adelante, estaría especialmente pendiente de aquel niño.
Llegada la noche se quedó en el umbral del dormitorio que el pequeño compartía con otros cinco compañeros. Todos ellos dormían tan plácidamente como cachorritos, así que tras observarlos un momento, se dirige a la cosina mucho más tranquila.
Por la ventana entraba la luz de la luna, tan brillante que no le hizo falta encender la luz para abrir el refrigerador y servirse un buen vaso de jugo de naranja. Estaba a punto de guardar la botella otra vez cuando la sorprendió el ruido de un auto que aparcaba a la puerta del centro.
Era más de la una ¿Quien podría llegar a semejantes horas? Curiosa, se acercó a la ventana y gracias a la luz de la lámpara de la puerta pudo distinguir con claridad estacionado frente a la reja un land-rover  el cual se le hizo muy familiar.
Sobresaltada, se preguntó que demonios habría ido a hacer Valentina al centro a una hora tan inapropiada. Casi no dió crédito a sus ojos cuando vio que se habría la puerta y del auto salía la misma Nayeli. ¡Pero si ella hubiera jurado que Nayeli estaba en la cama!. Por lo visto había pasado una velada entera  con Valentina
Juliana pudo ver qué Nayeli le decía algo a Valentina y después cerraba la puerta del auto con una sonrisa. Se dirigió alegremente a la puerta y, antes de llegar, se volvió para despedirse de Valentina con un cariñoso gesto.
Se apartó de la ventana cuendo el auto arrancó, preguntándose qué demonios iba a hacer. Sería una tontería intentar esconderse, pues Nayeli muy bien podía decir pasar por la cosina. De todas formas ¿Por qué diantre tenía que esconderse? A fin de cuentas, ella no había hecho nada malo.
Aunque si se descuidaba podría parecerlo......... Rápidamente encendió la luz, no fuera a ser que su jefa sospechara que había estado espiandola en medio de la noche.
Nada más oír que se abrió la puerta principal salió al recibidor para saludar a Nayeli y hacerle notar su preferencia.

- ¡Hola! Me he imaginado que serías tú. Acabo de levantarme para tomar un poco de jugo - dijo levantado su vaso con una sonrisa.

Su jefa se pudo de inmediato un poco a la defensiva, por un momento incluso pareció que no sabía muy bien que decir.

- He salido - dijo finalmente

- Si ya he visto el auto - Juliana se estremeció involuntariamente. ¿Por qué estaba Nayeli tan rara? Sien embargó, ella no era precisamente la más indicada para reprocharle que saliera con Valentina - Bueno, será mejor que me vaya a la cama. -- dijo haciendo amago de volver hacia las escaleras.

- Valentina me llamó cuando estaba a punto de meterse a la cama - le explicó Nayeli rápidamente - que si me apetecía tomarme una copa con ella antes de acostarme - se detuvo bruscamente, evidentemente intentando algunas excusas que sonarán creíbles  ¿Por qué se tomaría tantas molestias? ¿Que sería lo que le preocupaba tanto?

- ¿Fuiste a algún sitio bonito? - pregunto Juliana educadamente

- Nada especial estuvimos en la posada los arcos. No está mal para tomar una copa y charlar un poco, ya sabes.

Juliana conocía aquel lugar. Estaba a las afueras de Puerto Vallarta, era una antigua hacienda convertida en hotel. Resultaba un lugar muy tranquilo y romántico con sus hermosos jardines. Casi era la confirmación que Juliana necesitaba para asegurar que aquellas dos eran amantes.

- Estuvimos charlando y eso..... Me estuvo contando algunos de los planes que tiene para las empresas Carvajal.

Era tan evidente que quería que Juliana le creyera, que por un momento Juliana se preguntó si no sería que Valentína le había hecho jurar que mantendrían sus encuentros con ella en secreto. No se le ocurrió otra razón que justificara un comportamiento tan extraño.

- Ha sido interesantísimo - insistió Nayeli - Tiene algunas ideas realmente buenas. Bueno - continuo tras bostezar exageradamente - ya te lo contaré mañana. Estoy deseando meterme en la cama.

De vuelta a su habitación, Juliana  procuro concentrarse para quedarse dormida cuanto antes, pero en cuanto apagó la luz  la asaltaron de nuevo toda clase de pensamientos turbadores.
Imaginaba a Nayeli en la cama con Valentina en algún de las habitaciones de la posada, pero de repente se veía a si misma en el barco, acariciándole el pelo. Valentina la estaba besando apasionadamente, asta que las dos caían en la cubierta con lo cuerpos entrelazados.
Entonces el barco se convertía en una cama, igual que las que había en las habitaciones más lujosas de la posada. Las dos estaban desnudas y ya no se limitaban a besarse, si no que hacían el amor de una forma tan salvaje, apasionada y desatada como la tormenta que se había abatido sobre ellas cuando estaban en el barco.
No era la primera vez que la imaginación de Juliana tomaba un rumbo tan escabroso. Justo después de aquel primer verano en la isla pasó una temporada que solo podía pensar en cosas semejantes, apresar de sus desesperados esfuerzo por evitarlo. Se sentía terriblemente avergonzada de si misma, casi temía haberse convertido en una especie de ninfómana.
Y puede que lo fuera ......no había más que ver qué es lo que había hecho: nada menos que arrojarse en brazos de una mujer que ni siquiera le gustaba, porque a ella no le gustaban las mujeres o eso creía y que para mayor burla, era la prima de su novio. Por lo menos, durante los días que aún permaneció de vacaciones en la mansión no se repitió nada parecido. De hecho, apenas volvió a ver a Valentina, quien parecía esforzarse en evitarla tanto como ella.
Se dijo que quizá estuviera siendo demaciado dura con sigo misma. No solo no había vuelto a caer en la tentación, si no que además podía asegurar casi con completa certeza que todo lo ocurrido había sido debido a las emociones desatadas por la tormenta
Tenía muy claro que no habría pasado nada entre ellas si su relación con Guillermo hubiera sido más sólida. Precisamente tan solo dos semanas antes había intentado romper con el, y solo le había impedido hacerlo la insistencia con la que el le rogó que no lo hiciera, que le diera otra oportunidad. Entonces había preferido no hacerle daño, aunque sólo fuera por lo bien que se había portado siempre con ella.
Sacudió la cabeza molesta. ¿Por qué no podía dejar d pensar en lo ocurrido hacia tanto tiempo? Nada de eso importaba ya ,era cosa pasada.
Se removió en la cama impaciente. Cerró los ojos y se obligó a pensar en otras cosas para distraerse. Lo mejor sería concentrarse en los niños y en las actividades que tenía previstas en el centro para el día siguiente. Por suerte, aquella solución funcionó y veinte minutos después estaba profundamente dormida........y sin sueños perturbadores.

Hola perdón la tardanza en actualizar, voy a intentar actualizar muy seguido

De espaldas al pasado. (Juliantina)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora