Realidad

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capitulo 18

- ¿Quien es? - Juliana a punto de quedarse dormida, se espabilo sobresaltada al oir unos golpes en la puerta - Pasa - dijo, y se incorporo nerviosamente, pensando que era Valentina.

Sin embargo, fue una cabecita castaña, la que asomo por la puerta entreabierta.

- ¿Puedo pasar señorita Valdez? - pregunto el pequeño Santiago tímidamente

- Claro que puedes - repuso Juliana con una sonrisa - ¿Te encuentras bien?

- Si señorita - contesto el niño acercándose a la cama. Juliana nunca le había visto tan serio - He venido a pedirle perdón. Siento mucho que se hiciera daño en el pie, ha sido culpa mía.

- ¡Santiago! ¡ no seas tonto! Son cosas que pasan - exclamo Juliana.

- No, de verdad fue culpa mía. Tenia que haberle hecho caso cuando me llamo, y así no se hubiera caído por el acantilado.

- ¡Pero si no me cai! Me tropecé al bajar por el sendero. Ya veras como me pongo bien enseguida no ha sido nada.

- Entonces ¿No esta enfadada? -

- ¡Claro que no! Me alegra mucho de que no te pasara nada, estaba muy preocupada por ti.

- ¿Y de verdad no esta enfadada?

- No digas tonterías......

- ¿A que tampoco esta enfadada con Buster? Jimmy y los otros dijieron que fue culpa de Buster, y que nunca mas lo dejaran salir de paseo, ni jugar con migo. ¡Pero el no hizo nada!  La culpa fue mía por salir detrás de el sin acordarme de que Valentina había dicho que no podía perderse porque conocía la isla como la palma de su pata. Es un perro muy bueno de verdad señorita ... - Santiago se detuvo, a punto de echarse a llorar.

- Anda ven aqui - dijo Juliana conmovida - No es para tanto, ¿He? - le tranquilizo dandole un fuerte abrazo - No a sido culpa suya, lo se Buster es un perro excelente.

Durante unos segundos apretó al niño contra su pecho hasta que poco a poco se fue tranquilizado. Juliana le seco las lagrimas con un extremo de la sabana.

- Te gusta mucho Buster ¿verdad? - le pregunto.

- Mas que nada en el mundo - contesto limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano - No podría soportar que usted estuviera enfadada con el, cuando en realidad yo fui el culpable de todo.

- Nadie esta enfadado con Buster, y puedes volver a jugar con el cuando quieras. Si se lo pides, estoy segura de que Valentina te dará permiso para que te lo lleves mañana de paseo.

- La señora Silvina me ha dicho que le puedo dar de cenar esta noche - por primera ves el rostro del niño se ilumino con una sonrisa. - Tiene su propio plato y ella me va a enseñar a prepararle su comida

- Pues será mejor que vayas el pobre debe estar hambriento

- Normalmente es Valentina quien le da de comer - le explico mas animado - Pero ha salido con Jacobo. Oiga y no le dirá a la señorita Fernández lo que ha pasado ¿verdad? - pregunto el ansiosamente acordándose de Nayeli - Ella seguro que se enfada.

- Estoy segura de que no dirá nada, yo hablare con ella, no te preocupes mas.

En cuanto el niño salio de la habitación Juliana se dejo caer en las almohadas profundamente agotada.

Así que Valentina había salido con Jacobo.....probablemente no regresaría a verla como había prometido, lo que puede que no fuera una mala idea después de todo. como una tonta se había olvidado de la existencia de Nayeli

Valentina regreso a la residencia al filo de la media noche. Entro a la cosina y se encontró a silvina preparandose un te que acostumbraba tomar antes de acostarse.

- ¿Como esta la invalida? pregunto sentándose delante de la mesa y estirando las piernas 

- Durmiendo, supongo. La pobre lo necesitaba- contesto meneando la cuchara con azúcar dentro de la taza - La muy inconsciente insistió en bajar a ayudarme a preparar la cena para los niños, aunque tanto yo como Andrea y la señora Andrade  le dijimos que podíamos arreglarnos las solas perfectamente - continuo - la verdad es que adora a esos niños, y por lo que he podido ver ellos le corresponden de corazon.

- Si , ya me he dado cuenta

Valentina emboso una cálida sonrisa. Tenia en mucha estima la opinión de Silvina a la que consideraba una de las personas mas sensatas que había conocido 

- ¿Si vino el doctor Solis a revisarle el tobillo? - ella misma le había hablado al doctor antes de salir ya que aunque estaba segura de que no era serio lo del tobillo, no estaba de mas la opinión de un profesional.

- Si vino por la tarde - contesto Silvina sentándose a la mesa - Le receto  algunos calmantes y le cambio la venda, diciéndole que hiciera reposo durante unos dos días. Pero en cuanto el doctor se fue, bajo las escaleras con la pretención de ayudarnos. La vi tan decidida que me límite a darle el baston de Tomas para que le resultara mas facil moverse.

Valentina sonrió ante la imagen de Juliana agarrada de el baston, andando por la cocina 

- ¿Y a que hora se acostó?

- Temprano, poco después que los niños. Creo que seria a eso de las diez 

Valentina asintió con la cabeza. Tal y como lo había pensado hubiera sido una tontería adelantar su regreso, y tal y como se habían desarrollado los acontecimientos, no le hubiera sido facil hacerlo además. Sin embargo, le hubiera gustado mucho hablar con ella, pues después de lo ocurrido aquella tarde en la playa, sentía la necesidad de decirle algunas cosas. Se propuso hacerlo al dia siguiente, aunque tendría que hacerlo con  mucha diplomacia para que no la malinterpretara.

- Yo tambien estoy hecha polvo - dijo estirando los brazos por ensima de la cabeza - creo que ya es hora de que me acueste

- ¿Quiere que te prepare una taza de te o chocolate? 

- No, gracias, creo que me quedare dormida en cuanto me meta en la cama - se levantó y le dio un cariñoso beso en la mejilla - Hasta mañana.

Subió a su habitación, al pasar por la de Juliana, lucho contra si misma para no tocarle. Deseaba verla y darle un beso. Ganó su cordura y decidió dejarla descansar.




Capitulo un poco corto para actualizar más rápido

De espaldas al pasado. (Juliantina)  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora