Wanda Maximoff.
Mientras Visión repartía besos por mi cuello yo me ponía más nerviosa. Este hombre conseguía llevarme al límite. Cuando tuve un momento me giré para quedar frente a él y poder mirarnos. No había nada que pensar porque yo lo amaba y sabía que él a mi también. Me acerqué a él para terminar besándolo con un poco más de fuerza que las anteriores veces. Yo poco a poco empecé a levantar la camiseta que él se había puesto hace apenas unos segundos. Él entendió mi intención y me ayudó para terminar quedando Visión sin camiseta. Sentí sus manos sobre mis hombros y poco a poco fue bajandome el vestido hasta dejarlo caer al suelo quedando yo completamente en ropa interior. Visión se separó del beso y me miró. Yo me sonrojé.
- Cada día estás más hermosa Wanda -. Me dijo él mirándome a los ojos. Me sacó una sonrisa sincera mirándolo y puse mis manos en sus mejillas.
- Te amo Vis -. Él también sonrió.
- Te amo Wanda -.
Volvimos a besarnos y lo que empezó siendo un beso suave y lento acabó convirtiéndose en uno más salvaje. Visión se encargó de que yo enrollase mis piernas alrededor de su cadera haciendo que ya no tocase el suelo y pegó mi espalda a una pared. Sentía que estaba en el cielo. Al estar en su forma humana empecé a notar su bulto y un leve jadeo salió de mi boca para ser callado por un beso de Visión. Mientras nos besábamos, él caminaba hasta la cama y terminó dejándome tumbada quedando él sobre mi. Se separó de mis labios y empezó a repartir besos por mi cuello, bajando lentamente hasta llegar a mi abdomen. No era la primera vez que llegaba a estas circunstancias con Visión, pero estaba del todo segura que se sentía como si fuese la primera vez.
Cuando terminó de repartir besos, el rostro de mi novio apareció ante el mío perdiendome en sus ojos azules. Aproveché la situación para quedar encima de él y así desabrochar me el brasier y lanzarlo a cualquier lugar de la habitación. Me dirigí a sus labios de nuevo para besarlos, mientras él acariciaba con delicadeza mi espalda. Visión siempre era así; cuidadoso, tranquilo. No pasó mucho tiempo hasta que ambos nos encontrábamos sin ninguna prenda. De un momento a otro Visión ya me había hecho suya una vez más. Este hombre podía llevarme al cielo solo con un susurro, sabía cómo provocarme, cómo llamar mi atención.
De nuevo yo acabé debajo de él y no podía evitar pasar las uñas por aquella fuerte espalda. Estaba segura que nos podrían escuchar desde la habitación de al lado.Visión.
Ella conseguía llevarme a donde quisiera. Ni siquiera la fría corriente que entraba por la ventana podía rebajar el calor que se había generado en la habitación en pocos segundos. Quería que ella lo disfrutara, era lo que más importaba. Conforme seguía con las embestidas, yo acariciaba su muslo derecho, podía notar como su piel se erizaba con el tacto de la punta de mis dedos. Ella estaba agitada, al igual que yo. Pasó uno de sus brazos por detrás de mi cuello juntando más su cuerpo con el mío. Sabía que estaba a punto. Decidí aumentar la velocidad de mis movimientos y Wanda intentaba acallar sus gemidos repartiendo besos por mi cuello y algún que otro mordisco. Poco a poco subía hasta mi oído.
- Me encantas Vis -. Susurraba ella haciendo que yo me excitase más de lo que estaba mientras enrollaba sus dedos con mi cabello. - Estoy a punto cariño -. Seguía susurrando.
Finalmente la habitación se llenó de aquel sonido de placer por parte de los dos. Yo no podía apartar mi mirada de ella. Aparté un mechón de su cabello y acaricié sutilmente su mejilla.
Wanda Maximoff.
Visión se había recostado a mi lado y yo le abrazaba mientras acariciaba su pecho.
- Estoy segura de que nos han escuchado -. Dije acompañada de una leve risa. Visión se unió.
- ¿Clint se ha quedado a dormir? -. Me preguntó él a lo que yo asentí. - Entonces mañana me dará una larga charla -.
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FEARLESS || WandaVisión
RomanceFEARLESS ✦ SIN MIEDO || ᗢ WANDAVISIÓN ◊ Una punzada de dolor sentía en mi pecho cada noche al recordar todo lo sucedido. Cada pesadilla con los rostros que más amaba, tan pálidos como la blanca nieve, me atormentaba por las noches. Cada día parecía...