FEARLESS || WandaVisión

Chapter 12

Visión.

Wanda, tomada de mi mano, me guiaba hacia un lugar que para mi en ese instante era desconocido, pero poco a poco mi mente iba recordando aquel camino, el paisaje. De un momento a otro ya nos encontrábamos quietos, enfrente de la tercera estructura de mármol de hoy.

Pietro Maximoff
Hijo, hermano y vengador

"Quererte ha sido fácil, olvidarte es imposible"

Recordaba venir aquí con Wanda a traerle flores a su hermano. No se como no pude darme cuenta antes.

Wanda Maximoff.

Con todo lo ocurrido hacía demasiado tiempo que no venía a ver a mi hermano. Todavía no podía entender que estuviera ahí. Cogí los claveles que llevaba Visión y los dejé enfrente del mármol.

- Era su flor favorita -. Visión me miró ante mi comentario.

- Yo creo que su flor favorita eras tú -. Ante eso, pequeñas lágrimas empezaban a recorrer mis mejillas. Visión acariciaba mi espalda. Mientras secaba mis lágrimas se escuchó un respiro profundo de mi parte.

- Me hace tanta falta -. Noté como Visión dejaba un delicado beso sobre mi cabeza. Estuvimos unos minutos así, mirando a mi hermano. De pronto sonreí.

- ¿En qué piensas? -. Visión me sacó de mis pensamientos. Yo reí levemente.

- Mi hermano era muy... sobreprotector. Hubiera sido muy interesante el momento en el que le hubiera dicho que tengo pareja -. Visión mi miró. - Créeme que era el triple que Clint.

- Vaya, hubiera sido difícil ganarmelo -.

- No creas -. Volví a mirar hacia la lápida. - Pietro era un trozo de pan, demasiado bueno. Cuando nos quedamos atrapados en el edificio de Sokovia mientras se derrumbaba, él solamente pensaba en mi -.

- Eso es el amor, ¿no? -. Yo miré a Visión. Mi sonrisa poco a poco iba alargándose mientras lo miraba. Estaba claro que a mi hermano le hubiese encantado, aunque seguro que tardaría en asimilarlo.

- Exacto, eso es el amor -. Dejé un beso en los labios de mi novio y me acerqué a la lápida. Besé mis dedos y luego toqué el mármol con ellos. - Te amo hermano -. Susurré, como si pudiese escucharme. Luego me acerqué a Visión de nuevo. - Conozco una cafetería nueva de por aquí cerca que venden unos pastelitos riquísimos y la verdad es que muero por comer uno -.

- Entonces vamos a por uno de esos pastelitos -. Solté una pequeña risa y caminamos, sin soltarnos, hacia aquel lugar. Tras unos quince minutos andando llegamos.

- Ve a coger una mesa, yo pediré algo. ¿Te animas a comer y beber? -. Le miré.

- No se Wanda... -. Yo le miré casi suplicando.

- No te arrepentirás de comer esa delicia. Te lo prometo -. El rió y tras insistir un poco más accedió y se fue a buscar una mesa para ambos.

Ordené nuestro pedido y una vez en mi manos me dispuse a buscar a Visión. Lo que vi realmente me sorprendió. Visión se encontraba de pie, hablando con dos mujeres. No una, sino dos. Sentía como la sangre me subía a la cabeza. No se porque me pasaba esto. Solo estaba hablando. Tal vez porque nunca me había visto en esta situación o tal vez porque ellas se veían mucha más mujer que yo. Al fin y al cabo que era yo, ¿una cría? Mi corazón se aceleró en el momento en el que la rubia de piernas largas puso su mano encima del pecho de Visión mientras se reía de cualquier estupidez. De un segundo a otro mis piernas habían empezado a andar y ya me encontraba frente a ellas.