Metamorfomago || KOOKMIN ||

11. Menta

Tan frío, tan fresco, tan relajante, tan suyo.

Park Jimin se sentía como nuevo al volver a aquel último año en la escuela de magia y hechicería. Tenía nuevas metas y una visión más clara de su futuro, un futuro junto a Jeon Jeongguk.

—¿Cuándo piensan casarse?

Era un viernes cualquiera donde la pareja se había reunido con con Taehyung y su novio, Yoongi, en Hogsmeade para una doble cita.

Jimin sorbió de su batido antes mirar a su amigo y responder.

—No tenemos fecha exacta, Tae. Pero sabemos que será a finales de julio del siguiente año. Queremos graduarnos y centrarnos en conseguir empleo antes.

—¿No querías trabajar en el ministerio de magia? –preguntó Yoongi–.

—Sí, en el departamento de control de criaturas mágicas. Gukkie hará el examen para auror, ¿cierto, amor? –el castaño asintió con una sonrisa–.

Taehyung dejo salir un alarido e hizo un puchero viendo a sus amigos.

—Ustedes son taaan lindos, ya hasta escogieron qué quieren trabajar.

Jimin sonrió con pena antes de lanzarse a abrazar a Kim, sin darse cuenta de que un ladrillo estaba frente a sus pies. Por lo mismo, el peliazul tropezó y se tambaleó chocando con un grupo de chicas que disfrutaban de sus helados.

—¡Tú, imbécil! –gritó una de ellas, justo la que Jimin había llevado al suelo con su peso– ¡Acabas de arruinar mi capa y desperdiciar mi helado!

Jimin se sentía avergonzado, mucho. Así que trato de levantarse y alejarse de la molesta chica para disculparse, no contando conque ella tomaría su muñeca y, con la mano que aún sostenía su helado, estrellarselo en la cara.

Al ver las intenciones de la chica, Jimin no pudo más que cerrar sus ojos y esperar el impacto que nunca llegó.

—¿Qué tan marginal tienes que ser para actuar tan impulsivamente?

Esa voz era la de Jeongguk, lo sabía. Y su novio estaba molesto. Jimin abrió los ojos con miedo y pudo ver como el menor se había puesto es medio de ambos, evitando que la chica golpeara a Jimin con su helado.

El mayor caminó hasta ver el frente de su prometido, el hermoso suéter de su chico tenía una gran mancha en el centro.

—¿Mar-marginal? –chilló la chica–

Jeongguk solo se limitó a verla de arriba abajo antes de llevar su diestra al bolsillo de su pantalón y sacar su monedero.

—Ten, consideralo un acto de caridad. Compra tu capa, otro helado y el resto úsalo en mejorar tu personalidad –dijo mientras le lanzaba la bolsita de terciopelo que contenía sus galeones–.

Jimin, Taehyung y Yoongi sólo pudieron mirar la escena con la boca abierta. Los tres sabían que Jeon llegaba a ser insensible y cruel cuando le tocaban el nervio, es decir, cuando Jimin estaba siendo agredido.

—Oh, sí –continuó hablando Jeon–. Si son estudiantes de Hogwarts, les voy a pedir que no se acerquen a nosotros a menos que quieran terminar expulsadas o algo peor.

Jeongguk le dio una última mirada a la chica y sus amigas antes de girarse hasta su prometido, riendo con ganas al ver que el cabello de su chico había cambiado al mismo color que manchaba su suéter.

El chico tomó un poco del helado con su dedo y lo llevó hasta la mejilla de su mayor que lo miraba desconcertado.

—Creí que no dejarías que tú cabello cambiara de color hasta nuestra boda –dijo con gracia, Jimin sintió sus mejillas arder–.

Tomando un mechón de su cabello lo vio y sonrió, logrando en el proceso que sus ojos desaparecieran.

—Creo que ahora seré tu helado de menta personal.