Whiskey.

5 0 0
                                    

Llamé al timbre nerviosa, ni siquiera sabía porque estaba nerviosa, era solo una estúpida fiesta. Saludé a Santi, el anfitrión, estaba animado como de costumbre, sus rizos y su perfecta sonrisa le hacían muy atractivo.
-Hola Caye, pasa
-¡Hola!- le di un beso y entré
Enseguida apareció Alex y me dio un fuerte abrazo
-Me alegro de que hayas venido, estás guapísima- me dijo sonriente
-¡Gracias!- y le di otro abrazo

Entramos al salón, la música estaba muy alta, yo llegaba tarde así que aquello estaba prácticamente lleno y en la terraza también había varios grupos fumando. Salí fuera, me sentí aliviada al ver a Gonzalo
-Hola- salude tímidamente
Los chicos con los que estaba Gonzalo eran del equipo del colegio, mayores, y todos me saludaron educadamente antes de irse con la excusa de querer una copa.
-Hola- le dije a Gonzalo suspirando
Me dio un beso en la cabeza
-¿Que tal? ¿Acabas de llegar?- me pregunto
-Si, y yo también necesito un cigarro y una copa o no se me van a ir las ganas de irme a casa-
Gonzalo sonrío
-Eres idiota Caye, te lo vas a pasar muy bien, vamos a por una copa anda- Me cogió la mano y me llevo a la mesa donde estaba el alcohol. Whiskey, no bebíamos otra cosa

Bebí rápido y estuve varias horas bailando y riéndome con todas las personas que me encontraba, hacía mucho que no me lo pasaba bien.

4:00 am
Salí a la terraza y me encendí un cigarro con un poco de dificultad, la verdad es que estaba un poco mareada, me senté en la barandilla y observé el cielo. Gonzalo me sorprendió empujándome pero sin soltarme y dándome un susto que me hizo gritar
-¡Que susto joder!
-Eres una llorica- y rió
Yo tambien sonreí
Noté como Gonzalo tenía dificultades para sentarse a mi lado y así comprobé que seguramente le habían sobrado las dos ultimas copas
-Gon ¿estás bien?
-Si, voy un poco pedo, pero estoy bien
-Vale, porfa no bebas más
Me dio un beso
-Gracias por preocuparte por mi
Nos quedamos unos segundos en silencio, yo estaba observando el cielo mientras el humo de mi cigarro nos envolvía cautelosamente. Por fin Gonzalo decidió hablar
-Caye ¿puedo ser sincero contigo?
Se me aceleró el corazón
-Si, ya sabes que eso siempre
-Vale, esto no es fácil, pero yo- Paró un segundo como si supiera que quería decir pero aún estuviera reuniendo las fuerzas para soltarlo, o quizá ordenándolo en su ahora ebria cabeza - yo no se que me pasa contigo, pero te quiero y no sales de mi puta cabeza- terminó diciendo y soltando aire después
Me quede paralizada, no sabía que debía responder a eso, me quedé unos segundos en silencio
-Caye di algo por favor
-Gon has bebido y no piensas lo que dices
-Caye mírame- y busco mi mirada con sus ojos que tanta incertidumbre me provocaban- he bebido lo suficiente para decirte esto pero no tanto como para que pienses que no es verdad
Le mire a los ojos, no sabía que decir, me quede unos segundos en silencio, unos eternos segundos que sabía que acabarían para darle una respuesta que rompería con algo, nuestro amor o nuestra amistad.
-Gon, yo tambien te quiero

Libre-mente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora