No me gustaba el día de mi cumpleaños, significaba ser la protagonista, y eso siempre me había incomodado. Mi cumpleaños nunca había significado algo especial para mi, de pequeña era un día alegre, tarta y regalos, pero con los años se había vuelto el día en el que era destinataria de un millón de llamadas familiares, cortas e incomodas. Había aprendido que lo único bueno de ese día era recordar lo afortunada que era de tener a personas increíbles a mi lado, que me hacían tener presente que me querían, eso que tanto me costaba creer. También era el día en que muchos años me había llevado decepciones, tenia la horrible costumbre de esperarme demasiado de los demás, de confiar antes de conocer, siempre había creído en las personas, era tan inocente de pensar que todos tenían buenas intenciones y buen corazón.
- Felicidades mi amor- mi madre entró en mi habitación al tiempo que daba al play en el ordenador y comenzaba a sonar la canción de "", era una tradición dedicarme cada año una canción el día de mi cumpleaños.
Sonreí mientras me incorporaba y me sentaba en la cama con el pelo alocado, miré el video y escuché atentamente la canción. Cuando terminó le di un fuerte abrazo a mi madre.
-Gracias mamá, te quiero
Mi madre me abrazó y note como sus ojos se empañaban, pero logró retener las lagrimas.
Cuando bajé a la cocina descubrí un precioso y delicadamente decorado desayuno; tostadas integrales con frutos del bosque y Stevia espolvoreada y mi café de vainilla y canela. Pensé en lo afortunada que era de tener una familia tan maravillosa, mis cuatro hermanos, dos hermanas y padre estaban alrededor de la mesa esperándome. Desayunamos juntos entre risas, hacia mucho que no lo hacíamos. Mientras pensaba en lo feliz que era el timbre nos interrumpió sonando estrepitosamente.
-¡Felicidades!- gritaron casi al unísono Alex, Lucia, Paula, Gonzalo y Álvaro y se lanzaron a darme un abrazo, no pude evitar ponerme a llorar. Gonzalo me dio un beso en la frente, le enternecía mi estúpida sensibilidad.
-18 años colega, que envidia, anda que no me queda- dijo Álvaro
Le revolví el pelo
-Ay que el bebé no cumple hasta noviembre, pobrecito- le respondí sarcástica para molestarle
-Eres idiota- y me sonrío
-¿A ver como te has despertado el día de tu cumple? Feliz espero - preguntó Alex
-Muy feliz- dije sonando mas convincente de lo que creía que sonaría y le di un abrazo
Después de estar charlando y riendo y de darme sus regalos Lucia, Paula y Alex nos dirigimos hacia el colegio.
tuve que soportar un día en el que todos me felicitaban, la mayoría fingiendo que les importaba, lo cierta era que por mucho que no me gustara mi cumpleaños me sentía especial siendo mayor de edad.
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Libre-mente
Roman d'amourAlegría, tristeza, confusión, ansiedad, miedo, dolor, risas, aprendizaje. Adolescencia.