El chico despertó. Se encontraba caliente y seco. Era de noche.
Podía escuchar voces graves que hablaban sin parar.
-Lo encontramos afuera, tenía quemaduras por todas partes, parecía que estuviese... ¡estuviese muerto!
Silencio.
-Si es como dices, no dudaremos en hacerle un hueco aquí, no obstante...
Silencio de nuevo.-Está bien, será como usted diga, Padre Edwërd.
Cerró de nuevo los ojos y siguió durmiendo.
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Sectatore
Fantasy"Todd...", aquella palabra no paraba de martillear sobre la cabeza del joven desde que llegó al Aminici, decidiendo tomarla así como su nuevo nombre. De no haber sido por Ita, su futuro no hubiese tenido sentido, y ahora no sería uno de los hombres...