Capítulo 2

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El chico despertó. Se encontraba caliente y seco. Era de noche.

Podía escuchar voces graves que hablaban sin parar.

-Lo encontramos afuera, tenía quemaduras por todas partes, parecía que estuviese... ¡estuviese muerto!

Silencio.

-Si es como dices, no dudaremos en hacerle un hueco aquí, no obstante...
Silencio de nuevo.

-Está bien, será como usted diga, Padre Edwërd.

Cerró de nuevo los ojos y siguió durmiendo.

SectatoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora