Buscando a Papá (BAM#2) | Liskook

C a p 2

Era la segunda vez que Gía estaba oculta en su habitación. Los gritos de sus padres solían perturbarla. Estaba agotada de tantas discusiones y seguía esperando el momento en que Lisa regresara para que la abrazara y le dijera que todo estaba bien.

La pequeña solía arrepentirse en haberle dicho a su padre que prefería a IU como su madre. La mujer ni siquiera la trataba como su hija, solía gritarle diciéndole que la irritaba. Sabía que si hubiera elegido a Lisa ahora los cuatro estarían mejor, si, aún recordaba el pequeño hermano que tenía. Deseaba conocerlo, pero parecía imposible; ella estaba al tanto de como Jungkook contrataba a personas para que le dieran alguna pista de donde podían estar Lisa y el bebé, pero parecía que la tierra los había tragado.

Un tanto cansada de los gritos tomó a su oso de peluche y se fue acostar a su cama. Iba a dormir, pues solo así podría soñar en la vida perfecta que hubiera tenido.

Por otro lado Jungkook estaba enfadado por lo que IU le acaba de decir. Él ya sabía que la chica solo los había buscado para conseguir dinero de él, no tanto por el amor que había jurado declararle a Gía.

Lo había separado de de la mujer que amaba y también de su hijo, ni siquiera tuvo la dicha de conocerlo, solo supo que sería un varón.

— Vete por favor y no vuelvas a buscar a Gía o a mi — él estaba herido, mientras ella lo miraba con una sonrisa arrogante.

— No me voy hasta que me des el dinero que te pedí — al menos la cantidad que había solicitado no era tan elevada, pero Jungkook no quería hacerlo — Además, por un dinero extra puedo darte una pista sobre donde esta la chiquita esa y su bebé — Jungkook la miró directamente a los ojos, no estaba seguro de que ella dijera la verdad, pero tampoco estaba seguro que no querer obtener aquella pista.

Tal vez pudiera encontrarlos. Pudiera pedirle perdón a ambos por no haber luchado por ellos un poco más.

— ¿Cómo sé que no mientes? — preguntó Jungkook. IU sonrió de oreja a oreja y sacó de su bolso un sobre.

— Para Jungkook de Estefer — leyó las palabras que se encontraban detrás del sobre — ¿Acaso esa Estefer no era la tía de Lisa? — preguntó, aunque ella sabía toda la verdad, lo había hecho desde el momento en que se había propuesto sacarle dinero. Abrió el sobre y sacó la carta que había — Mm que interesante, tiene una foto — Jungkook no dudó un segundo en acercarse y tratar de arrebatarle la carta y la fotografía.

Ella fue rápida y se alejó. Volvió a colocar la carta en el sobre y lo guardó en su bolso nuevamente.

— Y tengo dos más — habló con arrogancia. Jungkook estaba que hervía de la rabia. Tenia las manos hechas puños y su mandíbula estaba tensa.

— ¿Dónde las conseguiste? — preguntó.

— Es increíble el destino. Llegaban mientras tu trabajabas, yo solo me encargué de colocarlas en un buen lugar.

— ¿Cuánto quieres?.

— El doble de lo que te pedí.

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A las pocas horas ambos salieron de la habitación donde Jungkook solía hacer su trabajo. IU salía con un sonrisa y un cheque con una gran cantidad de dinero en las manos.

— Será mejor que me despida de mi querida hija — habló subiendo las escaleras, Jungkook no le iba permitir que le hiciera mas daño a su hija, así que fue detrás de ella tratando de detenerla.

— No te atrevas hacerle daño — le advirtió Jungkook, pero ya era tarde ella había cerrado la puerta de la habitación de Gía con seguro.

La pequeña estaba dormida con una sonrisa en sus labios, estaba teniendo un sueño donde Lisa y su hermano estaban junto a ellos.

Estaban disfrutando de un día en la playa y todos tenían una sonrisa. Su sueño fue interrumpido cuando IU la movió para que despertara.

— ¿Qué sucede mamá? — preguntó Gía con la voz soñolienta y tallando sus ojos.

— Haz sido una gran mina de oro — le dijo IU acariciando el cabello de Gía — Ahora que conseguí lo que quería, me debo de ir. Solo quería agradecerte, después de todo no fuiste un error como lo creía — IU se levantó de la cama y comenzó a caminar hasta la puerta. Gía no entendía nada, pero que su madre la hubiera llamado un error la había herido demasiado — Por cierto, quiero que sepas que jamas que quise — en ese momento ella salió y dejó a Gía llorando.

Iu era demasiado fría, y jamás tendría el perdón de Jungkook por lo que acaba de hacer. Ella iba riendo mientras Jungkook se había quedado de pie en la puerta. Había escuchado lo que ella le había dicho a Gía, quería matarla en ese momento.

— ¿¡Qué te pasa!? ¿¡Por qué la lastimas!? ¡Es tu hija! — él estaba furioso. Ella se detuvo y se volteó para mirarlo.

— No, siempre ha sido tu hija, a mi jamás me importó — IU sacó las cartas de su bolsa y las aventó al suelo — Hasta nunca — habló y salió por fin de la casa.

Jungkook no sabía que hacer, quería ir y también herirla por lo que le había hecho a Gía, pero estaban también la cartas en el suelo y estaba ansioso por leerlas; pero sin duda terminó haciendo lo mejor. Entró hasta acercarse a su hija y abrazarla fuertemente. La pequeña estaba llorando demasiado a él le partía el corazón verla de esa forma.

— Jamás me quiso — habló entrecortada la pequeña.

— Ahora ella se fue y tu y yo podremos ser felices — eso era lo que mas le dolía a Gía, comenzaba a culparse de todo. Ella sabía que no estarían del todo felices, su felicidad incluía a dos personas que no estaban ahí.

Gía siguió llorando un par de horas y cuando se quedó sin mas lágrimas se quedó dormida. Jungkook juró que jamás le volverían hacer una daño así de grande a su princesa, primero mataría al culpable.

Un poco agotado del día salió de la habitación. Ya era de noche y era mejor irse él también a dormir. Al salir recordó los sobres, que estaban esparcidos en el suelo. Los tomó y se fue a su habitación para comenzar a leerlos. Vio las fechas y comenzó leerlos por orden.

18/Octubre

Hola Jungkook, sé que Lisa jamás me perdonará que te escriba esto, pero me fue inevitable no hacerlo. Hace una hora que acaba de nacer tu hijo, es tan pequeño. Te apuesto a que te hubiera encantado mirar la escena, a mi también, pero llegué tarde y alguien mas ya estaba con Lisa.

Es un bebé encantador, y Lisa lo quiere mucho. Creeme que lo va a cuidar con su vida.

Te dejó una foto de hace unos momentos.

Se llama Jeonsang. Lisa me dijo que tu habías elegido el nombre, una muy buena elección.

Tomó la fotografía y la miró por varios minutos. No sabía en que momento había comenzado a soltar lágrimas, pero ahí estaba. Se sentía tan feliz de saber que ambos estaban bien, aún no tenía ninguna pista del donde pudiera estar, pero aún le quedaban otras dos cartas por leer.

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Aquí está el capítulo prometido por haber llegado, incluso pasado, a la meta tan rápido, pensé que se iban a demorar un poco más.

Trataré actualizar durante la semana, pero no prometo nada. Es mas seguro la actualización del próximo sábado :)