Jötun en venta

Epílogo

-Skadi, baja a tu hermano de ahí- Loki Laufeyson se acercó a su hija, llevaba en brazos a su hijo más pequeño, Hans era el sexto y por ahora, el Jötun insistía que era el último, aunque las nornas sabían que Thor quería tener una docena de hijos.

-Pero él empezó- la chica le volteó a ver, cabello tan negro como el de él, pero ojos zafiro en una piel azul, sus cuernos aún inmaduros eran de color oro, su corona era de un oro más rojizo que los de Loki, pero sospechaba que tenía que ver con la sangre Aesir en sus venas

-y tú le seguiste, bájalo- ordenó, ella suspiró y usando su magia bajó a Sigund del árbol donde lo había subido

-No debe usar magia, estamos peleando con espadas- defendió su hijo mayor, su cabello rubio ya alcanzaba hasta la cintura, sus ojos azules brillaban como zafiros medianoche, era un jovencito que pronto iniciaría su servicio militar, no quería más que ir y matar dragones.

-Ella estaba leyendo y tú la golpeaste con la espada de entrenamiento

-Eso no se hace- Lukas y Nikhol eran los gemelos, su segundo embarazo había sido bendecido de ese modo, tenían el cabello rubio también, sus ojos eran rubíes y podían usar el hielo ya que tenían las marcas plateadas de Jotunheim y unos pequeños cuernos que apenas sobresalían 7 centímetros, ellos eran los que ponían en orden a sus hermanos, tenían la justicia escrita en sus frentes.

-¿Dónde está Frey?- preguntó, Skadi señaló la fuente, ahí estaba su cuarta hija, brincando en el agua de la fuente y salpicando todo para crear picos de hielo-Frey, amor, no- la sacó del agua y usando su magia la secó- andando, vamos con su padre y no quiero saber que volviste a golpear a tu hermana con la espada cuando ella no está entrenando contigo ¿entendido?

-Si, mamá- dijo el jovencito desanimado, sabía que ya le tocaría que su padre lo regañara por molestar a su hermana quien prefería la magia y los libros como Loki.

Camino a la sala del trono se encontraron con Sirya, la hija de Arsalis y Sif, sin duda una gran guerrera en el futuro, no podía convertirse en dragón, pero si lanzar fuego, en cuanto Sigun la vio se animó, caminando a ella y abrazándola, la chica había heredado la belleza de su madre, su cabello era color vino como su padre y sus ojos eran como lava.

-bájame Sigund- la chica se quejó, pero reía, uniéndose a ellos para ir a la sala del trono.

-Hola, mi amor- saludó Loki a su esposo que estaba platicando con sus generales sobre la defensa del Reino, en la misma sala estaba el libro- barrera que hacía años había obtenido, le daba una protección extra a Asgard- tu hermana y Sigyn vienen en camino para el banquete de verano y traen a Jorleiv – le recordó la visita de su sobrino, que adoraba hacer travesuras por los pasillos.

-Uuf tendremos casa llena- dijo besando a Loki y tomando a su pequeño hijo en brazos para abrazarlo -Es todo, disfruten la festividad- decía Thor a los reyes y generales de los reinos aliados.

Loki hizo un asentimiento a los hombres y con una sonrisa miró a su esposo.

-¿Andan haciendo travesuras? - dijo Thor le dedicaba tiempo a tus hijos, siempre, sin excusa se hacía un tiempo en el día para ir con ellos y disfrutarlos, Skadi y Frey eran muy apegadas a su padre y lo consentían si Loki le reprendía por sus travesuras con sus hijos, como cuando los llevaron a ver Dragones crías al hogar de Arsalis y regresaron quemados y con hollín por querer montarlos.

-Sigund- Loki miró a su hijo, les habían enseñado a ser honestos y aceptar sus errores, él soltó la mano de Sirya

-Uh... le pegué a mi hermana con la espada mientras leía porque no me estaba haciendo caso