Capitulo 1
El gamer del pasillo
-Anda, Melissa eres muy lenta para alistarte- Le regaña Rosalya desde la puerta mientras la mencionada amarra los cordones en los zapatitos de su bebe.
-Hago lo que puedo por salir temprano, no es fácil ¿sabes?- Le dice divertida provocándole risas a su niño quien juega con sus dedos en la boca, mirando los ojos de su madre quien con dedicación le viste –Listo, ven Dante- Lo alza en brazos, con mochila y pañalera en los hombros –Podemos irnos- Dirige su mirada a su prima.
-Vale, movámonos que si no llegamos tarde al cole y te tienes que matricular- Gesticula palabras mientras ambas jóvenes van saliendo del departamento.
Las muchachas van por la calle y más de una mirada se pasea por cada tramo del cuerpo de Melissa, juzgándole con sus ojos sin conocer la razón por la cual lleva a su bebe en brazos. Murmullos y miradas discriminativas contra la joven que aun lucha por separarse de su pasado, el que llama por las noches, que mina su teléfono de mensajes, de cartas al correo... hipocresía pura en esas letras.
Rosalya se molesta cuando estaña ambas esperando el bus en la parada; dos muchachas con escotadas camisetas cuchichean y hablan mal de Melissa.
-Haber niñas ¿Qué están diciendo de mi prima?- Se cruza de brazos la albina con el ceño fruncido.
-¿Nosotras? Debes estar confundida, chica- Le habla una de ella, haciéndose la desentendida; Rosa alza una ceja sin aparatarles la mirada.
-Las escuche bien, se lo que dijeron y como la etiquetaron; déjenme decirles una cosa, ella es madre soltera por culpa de un desgraciado que la violo. Personas como ustedes me irritan, se viven la vida juzgando a los demás por lo que ven, sin saber la verdad tras la apariencia- Diciendo esto sujeta la mano libre de Melissa y se la lleva del lugar, sin dejarla protestar siquiera. Siguieron el resto del camino a pie, llegando un tanto tarde al instituto.
Rosalya se aleja por el pasillo dejándola en la entrada a La Sala de Delegados. La joven toma el pomo en su mano, con algo de nervios lo gira y abre la puerta. Un escritorio con unas inmensas torres de papeleo por archivar.
-¿Hay alguien... aquí?- Duda de sus propias palabras mientras deja en el suelo a su niño.
-Sí, disculpa- Comenzó una voz diciendo –Ya salgo- Literalmente, salió de debajo de una pila de papeles y carpetas, con una hoja sobre la cabeza se le ve escapar del papeleo infinito. Melissa ahoga una risita de solo verlo emerger de entre los documentos.
-...-Ella le observa, expectante de lo que vaya a decir.
-Eres la alumna nueva ¿cierto?- Le habla con mas normalidad, ya libre del papeleo poseedor.
-Aja- Responde ella con una sonrisa.
-Ok, solo necesito tu firma, que llenes este formulario y una foto carnet- Los requisitos dichos por el muchacho de los papeles.
-Vale ¿Lo puedo firmar aquí mismo?, ay traje los demás- Dirige palabras la joven.
-Grandioso, una chica responsable, eso le hace falta a este instituto- Le sonríe el chico de los papeles, ella desvía su mirada. Aquellos orbes acaramelados la comenzaban a poner nerviosa... en el buen sentido. Terminada la matriculación de la joven, ella se percata de algo.
-O-oye, discúlpame, tengo que ir a buscar a Dante- Se despide saliendo por la puerta en búsqueda de su travieso niño, quien la ve ir tras él y comienza correr riendo por el pasillo, risueño y divertido escabulléndose de su madre.
Recorriendo los pasillos y el pequeño escabulléndose entre los alumnos del platel, su frustrada madre intenta alcanzarle, pero, no lo logra. Se abre paso entre os colegiales y le consigue, escondiéndose detrás de un estudiante que mantiene su vista clavada en la pantalla de su PSP, ignorando todo a su alrededor.
-Dante, ven para acá- Le dice Melissa, el gamer pausa de momento su juego cruzando sus ojos con los de ella; ella, desvía su mirada y el rubor de sus mejillas arde rápidamente, le desvía la mirada.
-¿Es tu hermanito?- Le pregunta el muchacho de cabellos negros.
-N-no, es mi hijo- Le contesta ella -Disculpa, se me escapa muchas veces y...- Él la interrumpe.
-No hay problema, solo se quedo ahí atrás- Le dice el estudiante con una sonrisa –Además, es muy mono- Añade tomándose la libertad de alzarlo en brazos.
-Papi papi- Sonríe el niño, los ojos de Melissa se estancan en los del gamer.
-No, yo no soy tu papa- Le repite el muchacho, pero, el niño le continúa llamado ‘papi’.
-Ven, dámelo- Melissa carga en brazos a su bebe unos momentos sin mencionar palabra, el muchacho lo nota y se decide por decir algo.
-¿Qué sucede?- Pregunta con cierta curiosidad.
-Nada, no es nada solo...- Ella baja a su niño, el pequeño abraza sus piernas mientras ella se recuesta de los casilleros –Estoy algo cansada nada mas- Miente, no se permite revelar la razón, no delante de su hijo y menos a un desconocido.
-¿Te desvelaste jugando en el Xbox?- Indaga con un brillo divertido en sus ojos.
-No exactamente- Sonríe ella.
-Ups, que torpe, me llamo Armin y ¿tu?- Se presenta el gamer.
-Melissa, mucho un gusto- Le extiende la mano y él se la toma a modo de saludo; unos segundos sin sacarse la mirada de encima ni un momento. De repente de una de las aulas sale el hermano de Armin y al observar la escena se acerca disimuladamente a los jóvenes; típico de él, jugarle bromas a su hermano. De un momento a otro le empuja provocando que este pose con fuerza sus labios contra los de Melissa.
-Si sigues pensándolo te quedaras virgen por siempre- Es lo que dijo al empujarle.
Dante puso una expresión de asco al ver lo que pasa, el rostro de Melissa se enrojeció de inmediato, las manos de Armin no le pudieron frenar, quedando posadas en las taquillas y para empeorar la situación la campana sonaba y todos los demás alumnos salían de sus aulas; el gamer se separo enviando su vista al piso, su rostro comenzó a arder y Alexy empezó a jugar con Dante quien se cubre la boca con ambas manos pasando su vista por su madre y el gamer.
Así empieza su primer dia en el instituto ¿Qué más le espera a Melissa?