Capitulo 3: El encapuchado del SA

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Capitulo 3

El encapuchado del SA

 

El alba se alza y con ella una escena enternecedora, los tres duermen en el tapete con una manta que ni les cubre; ella abrazada al gamer, y el bebe entre los jóvenes que juegan a ser padres.

 

La albina se despierta, somnolienta y agotada, caminando por el pasillo contiguo y despabilarse bruscamente al ver la escena.

-¿¡Qué diablos paso aquí!?- Los tres se despertaron brutalmente, asustados y el llanto del nene hizo de Melissa una madre amenazadora contra su prima.

-Estúpida, asustaste a Dante- Le reprocha consolando a su bebe.

-No te vengas con excusas, ustedes dos se traen algo- Los acusa la albina, el gamer desvía la mirada evitando que se note el rubor de sus mejillas; Melissa chasquea la lengua cargando en brazos a su bebe.

-No es momento de hablar nada de eso- Se va, molesta consolando el llanto de su nene, sus pies la conducen a su alcoba y cerrando la puerta se quedo ahí.

 

Rosa le desvía la mirada a Armin y sigilosamente lo arrincona, curiosa y divertida.

 

-Te gusta mi prima ¿cierto?- Indaga la muchacha.

-...- El muchacho asiente, nervioso y sonrojado por la pregunta.

-Pervertida- Es lo que escucha al recibir un cojín contra su cabeza.

-Salvaje- Se queja la recién agredida.

-Entonces no aceches a la gente como uno- Le responde la joven madre mientras sirve un tetero para su nene.

-Entonces si se gustan- Pone esa sonrisita de ‘lo sabia’ y recibe un cucharazo en la frente.

-Sigue diciendo eso y te seguiré agrediendo- Le contesta la muchacha yéndose a su alcoba para alimentar a su hijo.

 

Las horas transcurren y la muchacha de melena revuelta solo observa la ventana, con el niño en sus piernas y sus pensamientos aturdiéndola a mil.

 

-¿Vas a ir?- Pregunta el friki moviendo su mano frente a su rostro.

-Eh... bueno yo... no se- Balbucea una respuesta; sus manos en los hombros de la joven, sus ojos en los suyos.

-No hay que temer, yo te acompañare, no dejare que te hagan daño ¿vale?- Le propone con una sonrisa.

-Vale- Accede poniéndose de pie y juntos salen del departamento. Los minutos transcurren con sus pasos, sus temores la estremecen de pies a cabeza.

 

Sus dedos abrazan los suyos encaminándose a un encuentro del cual no debieron de acceder... todo irá en tormento al cruzar mirada de nuevo. En un segundo sus pies se frenan en seco, sus ojos se quedan estáticos en el joven de rubios cabellos que recostado de la pared esta. Su piel se palidece, su temperatura desciende, sus labios tiemblan y su cuerpo no reacciona. Un vistazo simplemente la estremece todavía, sus orbes se humedecen y con un parpadeo lágrimas van a la acera.

 

Sus orbes azules van a ella, una sonrisa como la primera es la que le obsequia y sus pasos a su persona avanzan. Dante se aferra al pecho de su madre, escondiendo su rostro en el abrigo de esta, el gamer frunce el ceño al notar la situación y se antepone un paso a ella.

 

-Tú eres el padre de Dante ¿cierto?- Lanza la pregunta sin dudar.

-A-Armin- La joven balbucea abrazando a su nene.

-Y eso que... ¿te importa acaso?- Le contesta sin respeto alguno.

-Por supuesto que me importa- Le empuja y la joven abraza a su bebe, evitando que vea lo que está por pasar.

-No me toques, marica- Eso basta para que el friki le estampe el puño contra el tabique.

-Gilipollas sin pantalones- Le agrede verbalmente el pelinegro.

-Maldito marica- Y con este insulto los golpes entre los adolescentes se dan sin freno, entre agresiones verbales y físicas los estudiantes del SA comienzan a congregarse en las verjas animando la pelea.

 

La joven se mantiene a distancia manteniendo oculto el rostro de su bebe, evitando que vea lo que sucede o que oiga lo que se dicen los adolescentes.

-Paren ya... ya basta- Ella incapaz de detenerlos hasta que disparos al aire los frenan en seco... una figura en la esquina, una capucha que cubre su rostro y esos ojos grises que clavados en ambos están. El gamer lo divisa, la manera de vestir y esa mirada indolente en la oscura capucha de cuero de su campera.

 

-¿Castiel?- Gesticula sin saber.

-Tú y yo tenemos asuntos pendientes, barbie- Se dirige al rubio quien con sangrado en la nariz le frunce el ceño. El cañón despide humo y los colegiales corrieron en busca de refugio.

-No te conozco; no sé que... que podríamos tener- Se dirige al encapuchado jadeando.

-A su tiempo lo sabrás, oxigenado. Ahora ¡Corra todo mundo!- Alzando el arma al cielo los disparos se precipitaron; Armin coge la mano de Melissa y corre con ella quien abraza a su bebe con fuerza.

 

La mente del gamer solo resuena con un nombre “Castiel”, la joven no entiende lo que sucede... las sirenas de policía se oyen, que aproximándose están y Dante ve la melena rojiza del encapuchado... su precoz mente no asimila lo que sucede pero, ese color rojizo intenso lo recordara muy bien.

La Bella y... ¿El Gamer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora