Dimensiones

Ataque

Mientras estaba sentada en el avión pude visualizar a varios hombres, entre ellos Lex y Jacob.

Yo rodé los ojos con fastidio, Lex estaba aquí. Mierda.

—Pero miren quien llegó, la niña problemas. —dijo Lex mirandome con odio.

—Pero miren quien hablo, el boca floja de Lex, por cierto, ¿Ya practicaste tu puntería? La última vez ni pudiste ni darle al blanco. —dije inocentemente con intenciones de herirle ese frágil ego que tiene.

—He mejorado mucho desde la última vez, problemática —solto odiosamente—. Yo solo me preguntó cómo fue que entraste en la misión—se puso una mano en la barbilla—, oh claro, tú papi el general lo hizo, además de traer a la Rusa. —dijo mirándola con asco. Yo apreté los puños mientras Tina se apegaba a mi hombro.

—No tienes que perder el tiempo peleando con ese idiota, Amira. Ya estoy acostumbrada a la xenofobia de aquí. —dijo Tina en un susurro lastimero.

—No tienen derecho de tratarte así por ser Rusa —le respondí de vuelta. Enfoqué mi vista en Lex quien sonreía—. ¿Tus papás no te enseñaron a respetar a los demás, Lex? Cierto, es que no tienes padres—hice un puchero—, Lex dejo que sus padres murieran. —canturrie.

El apretó sus puños hasta el punto de ponerlos blancos.

—No te metas con mis padres.

—¿O que? ¿Me golpearas? Inténtalo, a ver quién gana. —lo reté.

Cuando Lex se fue a levantar Jacob me penetró con la mirada, puso una mano en el hombro de Lex obligandolo a sentarse.

—¡Ya! Suficiente, somos un solo escuadrón, será mejor que se lleven bien, o al menos que se toleren —ordeno Jacob—, ni una palabra más hasta que lleguemos a la base del Norte.

Yo me cruze de brazos. Tina solo suspiro a mi lado y se acurrucó en mis piernas.

Yo dejé mi cabeza pegada en la pared del avión y cerré los ojos un rato...