Cap. IX: El paso del tiempo

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— ¿Mamá?—Tzuyu alzó la vista ante el llamado. Jihoon estaba en la puerta de su cuarto, había golpeado levemente dos veces y estaba mirándola con algo de timidez. Ella cerró el álbum de fotos que observaba sobre la cama y lo dejó a un lado.

—Pasa —se arrastró hasta el respaldar de la cama y allí lo esperó. Jihoon ocupó una de las puntas y, luego de que lo incentivara con una mirada, se acercó un poco más. Tímido, apenas sonrojado y aclarándose la garganta— ¿te pasa algo?

— ¿Ahora?

—Sí, o en general ¿estás bien?

-aEstoy muy bien, mamá. Gracias por preguntar pero en realidad...

—Tú venías a preguntarme a mí—Jihoon asintió, con una sonrisa por la facilidad con que su madre conocía sus gestos—te escucho.

—Sé que para ti y para mamá, sobre todo para ti, es un tanto difícil vernos crecer a mí y a Somi. Y lo hemos hablado ¿si? con mi hermana lo hablamos y llegamos a la conclusión de que ciertos pasos que demos, lo consultaremos con ustedes antes. A ella se le es más fácil hablar con mamá, pero yo necesito hablar de esto contigo—Tzuyu gesticuló con desánimo, aquí iba a preguntar sobre "la charla", de la que cualquier hijo huiría pero la que quería taparse los oídos ahora, era ella. Se rascó nerviosa, bajo su nariz y asintió, esperando porque continuara—necesito, y me gustaría, algunos consejos de tu parte.

—¿De qué exactamente?—él ladeó la cabeza, exigiéndole que no fuera tan obvia a su negación—está bien ¿hablaremos de sexo?—Jihoon asintió— supongo que aún no has dado ese paso con Hanna ¿o me equivoco?

—No, no lo hemos dado. Es mujer y ya sabes que algunas tienen esa tontería del momento perfecto, el chico ideal, los pétalos y esas cursilerías.

—¿Ella te lo ha dicho?—Jihoon la miró confundido. Ahora que lo pensaba no, y su novia no parecía de esas chicas exageradamente femeninas y que todo lo veían color de rosa. Era sencilla, espontánea e independiente. Por eso estaba enamorado de ella. Tzuyu lo vió agachar su cabeza, sacudiéndola para esconder una risa—bueno, el primer paso ya lo tienes dado. A ella no le importará esas cosas.

—¿Y si sí lo hace?

—Si lo hiciera, créeme que ya lo sabrías. No hay nada más insoportable que una mujer así. Bien, y esto de avanzar en su relación ¿lo han hablado?

—Bastante. Cuando voy a su casa y vemos una película, ya sabes, cuando termina vienen los besos en el sillón y ella se acuesta sobre mí y no puedo...

—Sí, si entiendo. Bien, lo primero que debes saber, es que no importa cuánto quieras disfrutar tú, Jihoon, tienes que hacerla sentir bien a ella. Es jovencita, lo son ambos y la falta de experiencia no tiene que entorpecerte. Porque tú eres... tú no has tenido relaciones antes ¿verdad?—Jihoon negó al instante.

—No, mamá, claro que no. Sabes que Hanna me gusta desde pequeño y lo estamos esperando juntos.

—Bien—suspiró ella con tranquilidad—bueno ¿qué estaba diciendo?

—Lo de la experiencia y...

—Oh, si, sí. Entonces ¿van a preparar un lugar o qué?

—Bueno, tenía pensado que fuese aquí porque en su...

—No, no, no ¡por dios, Jihoon! Tienes dos hermanas y tus madres te oirían ¿cómo demonios llegaste a esa idea?

—Si me dejara terminar de hablar se ahorraría gritos, señora Chou. Decía que tenía pensado, pero Hanna me dijo exactamente lo que acabas de decirme, entonces no, aquí no. Puedes respirar aliviada...hablé con el abuelo.

Planes Simples | Satzu G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora