Capítulo 13: Confia en mí.

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[Ciudad de México, 9:50 P.M]

-Tengo miedo, no me pidas que lo haga porque no lo haré.— Menciona muy nervioso y asustado Temo

-No quiero hacerte nada malo, no haría algo que corriera en riesgo tu vida, vamos ¿confías en mí?

-Confió en ti, en el precipicio no.

-Entonces toma mi mano, y ven.— extiende su mano al más bajo y éste lo toma temeroso. Ambos caminaron en unísono y muy despacio. Y cuando por fin llegaron al final de la línea Temo respiró profundo. ¿Qué demonios estaban por hacer?

•••

30 minutos antes...

Temo llegó 10 minutos antes de la hora acordaba, se encontraba verdaderamente confundido. No se hayaba asi mismo en un lugar así. Todo el lugar estaba iluminado por la variedad de locales que aún se encontraban abiertos. Y el eterno callejón de esa zona estaba semi vacío, era acogedor. Había una ráfaga de luces colgantes encima suyo, muchas bombillas amarillas adornaban el lugar y el olor a pan caliente abundaba.

Se detuvo un momento a analizar su exterior, intentando encontrar el lugar donde Aris le había indicado que fuera, pero entre más buscaba más se confundía. Había un local de Pastelería justo al frente suyo y no creía que ese fuera al lugar, y a su contrario justo a su lado un edificio a medio construir. Era muy oscuro y se miraba aterrador. De ninguna manera podía ser ese lugar al que lo había citado.

En su distracción escuchó una voz familiar, y su ojos chocaron contra unos cafés oscuros, los más bonitos que había visto. Cuando su cabeza giró en dirección a aquella voz miró al rizado, ambos se regalaron dulces sonrisas.

El más alto platicaba con una señora de media edad y ésta le entregaba un pequeño folleto que amablemente el rizado recibió con gusto y le regaló una sonrisa antes de acercarse al más bajo.

-¿Cuánto tienes aquí?.— dice guardando el folleto en uno de sus bolsillos del pantalón de mezclilla que llevaba.

-No mucho, ¿Tú que tienes ahí?.—— dice señalando el bolsillo y dejando escapar una pequeña risilla.

-Un folleto, una señora me invitó a probar comida de su local, dice que es la mejor de la ciudad, un día de éstos vamos.

-Me parece bien, aunque ahorita si quiero saber porque me citaste aquí. Aún con luces por todos lados sigue siendo peligroso estar aquí, ya casi dan las 10.

-Me gusta venir aquí, a veces tienes que escapar de tu realidad que te aleje fuera de tu rutina personal.

-Entonces muéstrame.— dice encogiéndose de hombros.

Aristóteles enmienda su camino y se dirige al lugar que momentos antes Temo había visto y que se juró así mismo no entrar.

-Estás loco si crees que yo voy a entrar.

-Sabes, a veces te tomas muy enserio tu papel de princesa. No pasa nada, hombre. Yo vengo aquí siempre, los fantasmas y cholos son mis amigos.

El más bajo rodea sus ojos y camina muy por detrás del rizado. Subieron por algunos momentos muchos escalones, demasiados. Parecía algo interminable y perceptible, Temo en cada subida analizaba a su alrededor que solamente estuvieran ellos dos solos y no tuvieran ningún tipo de compañía, se aferraba a la chaqueta del rizado como si su vida dependiese de ello, tenía mucho miedo.

-Ya casi llegamos, cuidado aquí porque te puedes golpear la cabeza.— dice y agacha su cabeza y cuerpo para subir al que sería el último piso y en eso escucha un golpe hueco atrás suyo.

Cruce De Miradas - Aristemo #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora