Desiciones

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Recuerda vagamente al hombre que fue, aquel que no tomaba en cuenta a los demás, un caminante errante en su propio camino, siempre tratando de superar a los demás, no solo al aclamado Son Guku, sino también a todo aquel que se atreviera a superarlo en algo.

Recuerda al hombre orgulloso de su puesto en la nobleza, altivo, egoísta.

Recuerda que cuando niña pensó en una  razón por la que seguía ahí, sin embargo nunca hallo tal causa.

Después, conforme creció y maduró, notó cosas, acciones tan obvias que no entendía porque nadie las notaba, no entendía como es que nadie lograba leerlo correctamente.

Al escuchar aquellas anécdotas, historias viejas burlándose de los deslices de aquel hombre, claro, todos ellos a sus espaldas, entendió que ese hombre seguía ahí porque amaba su vida, amaba a su esposa, a sus hijos.

Logro difuminar la niebla de sus ojos y ver el brillo intenso que desprendía al mirar a su familia, cuando defendía su planeta, cuando luchaba contra seres malvados que querían destruirlos, vio desaparecer ese brillo cuando poco a poco los miembros del clan Z desaparecieron, uniéndose así al mundo de los muertos, lo observó callar y mirar con melancolía, puede decir a ciencia cierta que el jamás lloró, lo miro sin parpadear y eso jamás paso, porque era una debilidad, que según él no se podía dar. En su lugar, entrenaba sin descanso por largas horas asta caer rendido y no despertar en días, por lo general ella estaba ahí, como pupila, como amiga, como compañera.

Ambos tenían mucho en común, ella podría jurar que él no solo la estima, sino que le quiere. Lo vio temblar con rabia cuando su pequeña hija empezó a tener citas, cuando empezó a revelarse a sus órdenes y a imponer sus decisiones, cosa que también le llenaba de orgullo.

Se dio cuenta del brillo volviendo a él, cuando de nuevo se vio radiante frente a la pérdida de camaradas y amigos, recuerda verlo sonreír porque su hijo era un hombre hecho y derecho, sin temor a el que dirán, valiente a las consecuencias de sus actos aunque caprichoso y mujeriego.

Sobre todo recuerda el momento exacto en el que se dio cuenta que él no solo la quería, sino que era alguien importante para él.

El día en que supo que estaba enamorada de su hijo, ese día supo que él la protegería como si fuese su hija, un diamante tan importante como el resto de los suyos. Recuerda que se endureció, y que ella creyó que a pesar de haber estado a su lado toda su vida, él no le creía suficiente para pertenecer a su familia, y Díos que eso le dolió, recuerda que cuando él entendió eso su mirada se congelo y titubeó, entonces él le abraso antes de que ella se marchara, ahí fue que entendió sus miedos, ese hombre no quería que la lastimaran, ella lo entendió, sus relaciones siempre fueron cortas, fugases, carentes de verdadero amor, no porque no lo sintiese, si no porque así él la crío, para protegerse de quién pudiera lastimarle.

Pero Trunks, él era diferente en muchas cosas, Vegeta lo sabía, conocía a su hijo, sabía que él siempre conseguía lo que quería, pero una vez que lo tenía, dejaba de importarle, así era con todo y él  temía que Pan no fuese la excepción.

Aun así, le dio su apoyo, y por circunstancias que aun le causan gracia, tres días después, Trunks apareció más cauteloso de lo que normalmente era, desde entonces ambos estaban juntos, y ella fue la excepción al comportamiento de Trunks.

Sí, ella podía jactarse de conocer a Vegeta mejor que a ella misma, y podía jurar que él, con los años, se convirtió en terrícola, uno gruñón y perverso.

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