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   Alickse siempre a sabido que gobernar no es tarea sencilla, por eso ser Reyna es algo que rechaza asta con su último cabello,no quiere el poder,ni la obligación, pese a que ahora párese la única con capacidad de heredar el trono de Vegitasei. A pasado la mayor parte de su vida entre monarcas leyes que cumplir y regímenes que seguir, pero eso nunca le a preparado lo suficiente para estar al frente de un pueblo, siente el peso de las miradas, de las esperanzas y la obligación de no quebrarse antes que su pueblo,siente el miedo de todos al caminar por los pasillos de cada fuerte, la interrogante dirigida a ella.

“¿Qué vas a hacer?”

   Todos tienen miedo, sobre todo ella.

   Sabe que debe hacer,eso es un hecho claro, pero eso no quiere decir que este preparada en todos los sentidos para hacerlo, si,es cierto que en muchas ocasiones a estado a cargo en la ausencia de Pan y Vegeta,pero eso no se párese en nada a la actualidad que están viviendo . Vegeta está preso por intentar detener los asesinatos contra sus partidarios y de la Reina no tiene noticias desde que Vegeta salió con ella y al volver solo dijo que ella volvería por si sola…y ella le creyo, estaban hablando de Pan,de la Reina de todo Vegitasei y una esposa dispuesta a todo por su esposo, pero ahora había perdido la esperanza de ello,lo que sea que izo Vegeta no funcionó y dentro de poco Vegeta sería excibido frente al palacio para cortarle la cabeza frente a toda su raza.

  Se vio en la obligación de tomar el mando, sin los Reyes al frente era la única que podía dirigirlo,a la única que seguirían, a "La protejida de Reyes"  la futura sucesora, a la hija del gran Amick. La fé estaba en ella,la esperanza y el peso que sería si se pierde la guerra. Le a tocado dejar de lado sus obligaciones como esposa he incluso como madre para ir y venir de un fuerte a otro en la tarea de organizar a todos los que puedan sostener una espada,a todo aquel que esté dispuesto a pelear y salvar a su planeta y libertad, y en la medida de lo posible... al Rey antes de que sea tarde.

  —debes dormir un poco—dijo Aaron en tono bajo junto a ella.

  —lo sé…—dijo suave frente al pequeño Sora que dormía profundamente.

  —Lo veras todo lo que quieras cuando esto acabe— susurro dándole un pequeño abrazo. Tratando de convencerla a ella tanto como a él.

   Él lo entendía, Alickse no era la única que se vio obligada a tomar obligaciones ajenas, él también vivía en un constante ajetreo estando a cargo de ese fuerte, dirigiendo a los soldados más despresiables he insoportables del planeta pero los más fuertes y aptos para defender el único lugar en donde estaban reunidos todos los niños,ancianos y embarazadas, era el único fuerte dedicado y acondicionado para cubrir cualquier nesecidad que puedan tener y es el más  indefenso en caso de un ataque,razón por la que había sido construido rodeado por todos los demás y sin registro de su existencia.
  Era duro,tiempos difíciles y si se le permite bromear con ello…eran grandes días para morir.

   Golpes fuertes y desesperados resonaron en la pequeña abitacion y casi acostumbrada a ello Alickse se apresuró y abrió de golpe,molesta por la interrupción y preocupada de que tal escándalo despertase a Sora o que la razón de tal desespero sea que una redada esté en progreso.

  —¿Qué pasa Sai?—interrogo de mal humor sin abrir la puerta por completo.

  —le solicitan con urgencia—dijo rápido y saltando cualquier protocolo—Lucius ha llamado del fuerte jotun…es sobre la Reina.
 
   Su corazón se detuvo y un fuerte “oh por dios” escapó de Aarón a sus espaldas antes de que éste habriera por completo  ante la noticia—¿Qué a dicho Lucius?—demanda.

  RESILIENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora