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    —Su estado está empeorando—dijo desalentador Amick unos días después.

   —¿La mujer dijo algo?—pregunto Vegeta, sentado junto a Pan, nuevamente, importándole muy poco mantener sus modales reales, queriendo solo que la culpable de envenenar a Pan y matar a su bebé hablé para poder matarla junto a sus secuaces frente a todo el reino.
  
    Le habían dado captura después de un par de días de angustia, dichosamente recibieron toda la ayuda que no esperaron, el sentimiento de traición no era solo de Vegeta y su séquito, saiyajins y humanos estaban indignados por igual, sintiéndose traicionados de su propio pueblo, porque  si el ataque hubiese sido externo hubiese sido menos doloroso.

Los humanos  reclamaban al culpable de atentar la vida de quienes habían unido de tal manera sus dos razas , quienes les dieron un lugar dentro de una sociedad de la que no debían formar parte, ellos deseaban encontrar al asesino del que debió ser el futuro Rey, cuya existencia no pudo mantenerse en secreto después del desvanecimiento de Pan en medio del festival.

   —No, y no me han dejado interrogarla—dijo la menor a modo de informar y quejarse.

      Alickse fue quien la capturó, después de que Tyrone y Aarón descubrieran al culpable, ella se impuso como captora física, siendo aterradoramente brusca y cruel en su trabajo, aún así, la prisionera no dijo nada y después de ello no le permitieron a Alickse acercarse de nuevo, temiendo que la matará antes de obtener información.

   —Hazlo—

   Y así lo hizo, las siguientes horas las ocupo en sacarle información poco creíble a la mujer, después de un rato la información fue mutando asta que solo la verdad broto de ella. Hablar de lo que hizo Alickse para hacerle cantar sería insano, basta decir que a la protegida de Pan poco le importó que su víctima fuera humana.

   Desgraciadamente la información no fue alentadora, el veneno usado era letal, sin antídoto conocido, aún así lograron dar con dos traidores más, un saiyajin y otro humano. Vegeta no lograba entender cómo de entre todos tenía que verse traicionado por un humano, después de todo lo que habían hecho por ellos y ellos lo traicionan, después de todo ese tiempo protegiendolos para que no fueran esclavizados por saiyajins , se impuso a quienes querían erradicarlos y creo un reino en donde pudiesen ser libres, y en pago ellos matan a su hijo y ponen a su Reina entre la vida y la muerte con una sentencia dada. El incluso pensó que eran saiyajins los causantes de tal falacia, pero incluso el saiyajin confabulado con la mujer encarcelada negó haber estado informando de que envenenarian a alguien, afirmó haber pensado que tan letal veneno que se le encomendó crear era para emplear en misiones de campo y que por eso acepto crearlo.

    El Rey dictó sentencia, la muerte, exhibida en la plaza frente a todo espectador, como consuelo de la muerte del heredero y como advertencia a todo aquel que osara volver a ir en contra de la corona.

    Y así se hizo, tal y como Vegeta lo proclamó, al único que le perdonó la vida fue al saiyajin, el cual presento en su defensa pruebas verídicas de su inocencia por lo que aún con la duda se le perdonó la vida, porque ni Vegeta ni su gente podían darse el lujo de condenar a un presunto inocente con pruebas claras de haber sido engañado.

    Por casi media hora no se escucho un solo murmullo, flechas encendidas fueron lanzadas al cielo nocturno por avilés manos humanas mientras los saiyajins enviaban un rallo al cielo con sus manos, siendo esto el primer acto de luto saiyajin que Vegeta presenciaba en su vida, acto que fue memorable por la participación humana, creando una nueva representación del ritual de los muertos y fue doloroso recordar la razón por la cual ahora nacía una nueva tradición.

  RESILIENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora