Epilogue II. Lo que nos depara el brillante futuro.

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Después del ajetreo de la mudanza podía respirarse un aire completamente nuevo y reparador.

¿Qué había sido de todos ellos en ése mes?

Bien, Satsuki se encontraba en una nueva residencia. Si bien aún era lujosa y espaciosa, era mucho menos ostentosa que la mansión en la cual había crecido. Como siempre (Y probablemente hasta el final) el viejo y bondadoso Soroi estaba con ella. ¿Podría considerarlo como una especie de padre o familia? Quizá, aunque no le fuera sencillo expresarlo posiblemente el anciano lo sabía.
De ahora en adelante sería ella la nueva cabeza del conglomerado Revocs. Disolver el grupo significaría acabar con miles de empleos y eso seguramente perjudicaría a miles de familias en todas aquellas partes del mundo donde estaban presentes... ¿Era capaz de ser ahora una simple empresa dedicada a la ropa normal?

No sólo esa era la cuestión. Inevitablemente se sentía en gran parte culpable por todo el daño que Ragyo y su movimiento habían ocasionado, por lo que parte de su nueva visión, su renovada resolución, era enmendar de alguna manera aquellos daños y ayudar cuanto pudiese si de ese modo podría expiar un poco los males causados su familia, y los que ella misma a costa de cumplir su cometido había hecho.
Su primer paso no fue demasiado difícil: Destinó una jugosa parte de la fortuna de la cual ahora era única acreedora para ayudar a la reubicación de todas aquellas familias que fueron parte del experimento de Honnu City.
No sólo los evacuaría de la ciudad, sino que se haría responsable de que encontraran nuevos hogares dignos, y comenzaran una mejor vida. Algo que la hacía sentir especialmente comprometida con una peculiar familia, aquella que se había visto más directamente expuesta y aun así valerosamente habían cooperado de forma activa en toda su lucha: La familia Mankanshoku.

Sentada en la elegante sala donde ahora disfrutaba apaciblemente su té, sonrió antes de sorber un poco.
Se preguntaba qué estaría haciendo su hermana menor, y si aquella "sorpresa" habría sido del agrado de su familia "adoptiva".

¿Y cómo no iba a serlo? La joven no sólo se había encargado de encaminarlos a una zona cómoda y segura dentro de la ciudad cercana en donde ella misma residía ahora, sino que además había hecho en cuestión de un parpadeo todos los arreglos pertinentes para que ellos tuvieran una linda y cómoda casa a la cual llegar, que si bien no era gigante y ostentosa, era lo suficientemente grande para que todos tuvieran su propio espacio, y a la vez lo suficientemente acogedora para seguir disfrutando de esa calidez y unidad que tanto les caracterizaba.

Cuando habían llegado al sitio, mientras los cinco miembros saltaban de emoción y exploraban el lugar, Ryuko sonreía ladinamente con las manos en la cintura, pensando en lo astuta que esa cejona era, y que posiblemente lo hubiera hecho también para procurar que no se alejara demasiado de ella.
Y efectivamente, era parte de su intención oculta no dejarla irse muy lejos, de otro modo no podría verla tan seguido como tenía planeado.
Revisó de nuevo el papel donde estaba el mapa para llegar a su nueva residencia, percatándose de que en la esquina inferior venía también escrito un nombre y un número telefónico.

Cuando estuvieron listos e instalados, fue el padre quien marcó aquel misterioso número (y ya que la casa tenía todos los servicios), y poco después averiguaron ni bien le contestaron del otro lado de la línea, que aquella persona había sido contactada por la señorita Satsuki a fin de facilitarle al padre de Mako unos cursos y pruebas intensivos que le permitieran pronto obtener una licencia médica oficial, de modo que en poco tiempo pudiese trabajar como doctor de manera completamente legal.

¿Había algo más que pudieran pedir? Para ellos aquello era una exagerada muestra de generosidad, aunque desde la perspectiva de la nueva cabeza de la familia Kiryuin aquello era apenas una pequeña compensación por innumerables molestias e injusticias, y ni hablar de su agradecimiento.

Kill La Kill Epilogue.Where stories live. Discover now