28. ¿Novia del arácnido?

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BRIDE OF THE ARACHNID?

    AL DÍA SIGUIENTE, el sábado, Gwen se encontraba andando en su bicicleta por la ciudad, estaba felíz, su aniversario con Peter de cinco meses sería en dos días

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AL DÍA SIGUIENTE, el sábado, Gwen se encontraba andando en su bicicleta por la ciudad, estaba felíz, su aniversario con Peter de cinco meses sería en dos días. El regalo para su novio lo tenía en su mochila, la cual estaba en su espalda, colgada de ambos hombros. Esperaba que le gustara el regalo, lo había estado pensando día y noche durante una semana.

Se detuvo frente al semáforo en rojo, los autos, motos y demás vehículos se detuvieron a su izquierda. Cómo cada día, las calles y veredas de Nueva York estaban llenas. Eran las cuatro de la tarde, pero parecía más, ya que el sol ya estaba casi oculto.

-¡Ayúdeme, por favor, qué alguien detenga a esos ladrones! -gritaba una mujer de mayor edad, tirada en el suelo.

Gwen llegó a distinguir a cinco personas vestidas de negro, corriendo con distintas cosas en manos.

La rubia desvió su camino y andando en su bicicleta, subió la vereda, dirigiéndose a donde estaba la mujer. Un hombre la estaba ayudando a levantarse, mientras que otros le preguntaban si estaba bien, pero la mujer gritaba que detuvieran a los ladrones. Qué le regresaran sus pertenencias.

Gwen comenzó a pedalear lo más rápido que podía en dirección a los ladrones. Podía al menos detener a uno. ¿Quién dice que no?

-¡Con permiso! ¡Bicicleta pasando, permiso! -gritaba Gwen, esquivando a dos personas, luego bajó a la calle y comenzó a pedalear más rápido.

La rubia se percató de que uno de los bolsos que llevaban era distinto, tenía una red. Gwen lo supo al instante. La mascota de la mujer, un cachorro, se encontraba allí. Los ladrones se separaron y Gwen no tuvo de otra, más que seguir al que tenía la mascota.

Éste lanzaba todo lo que pasaba por enfrente suyo a Gwen, tratando de quitarla de su camino. Le quitó una caja que un hombre estaba cargando y le estaba por lanzar a Gwen, estaba no se iba a marchar, así que siguió en su dirección, pero cuando el hombre le estaba por lanzar la caja, una telaraña la quitó de su mano. Sorprendiendo al hombre.

Gwen se detuvo y apoyó uno de sus pies en el suelo para no caer. Todos miraron hacia el poste de luz, donde el héroe de mallas rojas estaba parado sobre él, con la caja en manos.

-Es descortés lanzar a una chica cosas tan... Se me olvidó lo que iba a decir -habló el arácnido, llevando una mano a su cabeza.

El ladrón hizo caso omiso y le quitó una naranja a un vendedor, el cual se quejó, el hombre lanzó el objeto en dirección al héroe, esperando golpearlo y distraerlo para luego escapar. Pero el arácnido terminó agarrando la fruta con su mano derecha con facilidad.

-¡Oh, gracias! Moría de hambre -dijo el arácnido divertido, pero luego se puso serio en cuanto el ladrón trató de dirigirse hacia Gwen.

Lanzó su telaraña al hombre, dejándolo pegado a la pared de uno de los locales, agarrando con otra telaraña el bolso con la mascota. Bajó del poste de luz con agilidad.

-Spiderman, cuatro ladrones escaparon por la otra cuadra -explicó Gwen, el arácnido la miró por unos segundos. Gwen sabía que Peter quería decirle algo, pero no podía hacerlo en público, estaba enojado.

-¡Gracias por el aviso, y ten al perro! -dijo Peter, sacando al perro y dandoselo a Gwen en manos.

El héroe corrió por la vereda a punto de impulsarse, Gwen estaba por agarrar su bicicleta para seguirlo y decirle por donde era, pero de la nada, un telaraña pegó su mano derecha al poste de luz.

-¡Lo siento, no puedo ponerte en peligro! -gritó el arácnido, lanzando una de sus telarañas, a punto de irse.

-¡Pe... Spiderman! -lo llamó, tratando de zafarse de la telaraña, pero era inútil.

-¡Lo siento! ¡Te amo! -gritó el héroe, comenzando a columpiarse por la ciudad, yendo detrás de los ladrones.

-¿Eres la novia de Spiderman? -preguntó una mujer a su lado. Toda la atención se centró en la rubia pegada al poste por una telaraña.

-¡Psss! ¿Qué? ¿De dónde sacan eso? Ojalá fuera su novia -dijo Gwen, y al terminar rió nerviosa.

-¡¿Puedes decirle que venga a mi cumpleaños?! -gritó un niño emocionado.

Una reportera se acercó a ella con su cámara, lo peor de todo era que Gwen no podía escaparse de ellos.

-¿Cuándo comenzó su relación? ¿Cómo se conocieron? ¿Es difícil ser la novia de un superhéroe? ¿Quién es Spiderman? -comenzó a preguntar la reportera.

Las preguntas de todos comenzaron a surgir. No, aquello era malo, muy malo.

-No soy su novia, no lo soy, no soy su novia... -repetía Gwen luego de cada pregunta.

Estaba en problemas.

Estaba en problemas

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✓ STACY, PETER PARKERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora