✓ STACY, PETER PARKER

59| "Pesadilla"

Pesadilla.

            ⟨—¿DÓNDE Estoy? —habló Gwen con fundida, mientras sus palabras terminaban en eco, repitiendo su pregunta tres veces más.

Todo estaba oscuro, se encontraba parada en medio de la oscuridad. Giró hacia todos sus lados buscando alguna señal de alguna persona o una luz que alumbrara el lugar.

De pronto, una pequeña luz se encendió a su espalda, giró al notarla, parecía estar lejos.

—¡¿Hola?! —gritó para que la escucharan, pero al no recibir una respuesta, agregó:—. ¡¿Quién anda allí?!

Frunció su ceño al notar que la luz se acercaba a gran velocidad, convirtiéndose en dos luces. Abrió los ojos en grande al notar que era un auto e iba a gran velocidad hacia ella.

Quiso girar y correr, quiso huír, pero su cuerpo se lo impedía, era como si estuviera clavada al suelo.

Cerró los ojos fuertemente los ojos al ver que el auto estaba cerca, esperó el impacto, pero escuchó las llantas del auto rechinar. Abrió lentamente sus ojos y vió como la puerta del piloto era abierta.

—¿Quién eres? —preguntó al ver una silueta masculina bajar del auto. El eco en sus palabras no ayudaba.

—Es tu culpa... —dijo una voz masculina. Gwen frunció su entrecejo con confusión, mientras la silueta se iba acercando a pasos lentos a donde ella estaba.

—¿Qué? ¿Ha qué te refieres?

Pero de la nada, la silueta se detuvo y como si fuera polvo; se desvaneció.

Las únicas dos luces del auto se apagaron y todo a su alrededor volvió a estar a oscuras.

—¡No! ¡Vuelve! —gritó Gwen.

—Es tu culpa... —dijo una voz a su derecha, sobresaltadola.

—¿Qu-qué? —balbuceó confundida.

—Es tu culpa... —dijo otra voz a su izquierda, haciendo girar a Gwen hacia ése lado rápidamente.

—No sé de qué hablan —jadeó Gwen.

—Lo sabes, lo sabes muy bien... —dijo otra voz atrás de ella, Gwen se quedó estática al sentir algo frío tocar su espalda.

—N-no...

Gwen giró rápidamente para tratar de golpearlo, pero la silueta ya no estaba.  Su respiración era dificultosa, su corazón latía rápidamente.

—Es tu culpa —Gwen giró rápidamente hacia atrás, encontrándose cara a cara con la persona portadora de aquella voz.

La sangre se le heló del miedo, pero de pronto un extraño viento frío comenzó a soplar, mientras el paisaje cambiaba. Parecían estar en la cima de algo.

Una enorme sonrisa se plantó en el rostro del chico.

—Hola, mi querida Gwen —dijo Harry sonriendo cínicamente.

Y no lo soportó más. Gritó de la impresión, golpeando a Harry y desvaneciendo el sueño.⟩

—¡Oye, oye, oye! —exclamaba Peter agarrado los brazos de Gwen que golpeaba al aire, pero uno de los golpes le había dado en el estómago, cortando su aire.

Gwen abrió los ojos rápidamente al escuchar a Peter.

—Ay, Dios... —murmuró Gwen al ver a Peter agarrándose del estómago—. Fue sin querer, lo lamento, yo...

—No importa —la interrumpió, negando con su cabeza—, es solo que... golpeas fuerte —murmuró el chico inspeccionando su abdomen.

Gwen soltó una risa baja, para no despertar a May o a Happy, el cual, al igual que ella, se quedaba en casa de su pareja a dormir en algunos momentos.

Peter se sentó sobre la cama y la miró, mientras Gwen seguía medio recostada en la cama, apoyada en sus codos.

—¿Estás bien? —preguntó preocupado luego de que las sonrisas se esfumaran.

Gwen se volvió a acostar en la cama y miró el techo.

—Si... —murmuró y giró su cabeza para mirarlo y regalarle una pequeña sonrisa—, sólo fue una pesadilla.

—¿Segura? Parecías Jackie Chan... —Peter frunció su ceño—, pero golpeando a la nada —se burló y Gwen lo empujó sonriendo.

—Callate —rió Gwen, mientras agarraba a Peter por el cuello de la remera, tirando de él y haciendo que Peter apoyara sus manos a los lados se su cabeza, al quedar recostado sobre ella.

—Callame —murmuró Peter, rozando sus narices, mientras se miraban a los ojos, siendo alumbrados por la luz de la luna que entraba por la ventana.

Peter amagó con besarla, pero no lo logró ya que Gwen se giró su cara, divertida por su venganza. Peter le había hecho más de cinco bromas en la semana y así era su relación, se basaba en pequeñas bromas, momentos felices y momentos de acción. Pero no a la clase de acción de cualquier pareja, sino a la acción de que Peter se enfrentaba a muchos villanos y delincuentes todos los días, y Gwen se había convertido en una gran ayuda para sus planes.
Ahora, Ned ya no estaba mucho tiempo libre, ya que estaba de viaje en México con sus padres, todos los días le enviaba fotos nuevas a Peter.
Así que Gwen se encargaba de poner la mente en los planes.

—Oye —se quejó Peter en cuanto Gwen lo rechazó. Gwen rió por lo bajo  y sin más giró su cabeza y atrajo a Peter hasta besarlo.

Los besos del chico le había ayudado para olvidar el horrible sueño que había tenido.

O pesadilla.

Ya que Harry Osborn no podía ser parte de ningún sueño, con lo cínico y psicópata que es, no podía salir nada bueno de aquél chico.

Habían decidido no hablar más sobre Harry. Olvidarlo y empezar otra vez. Aunque Gwen trabajara en Oscorp, la industria que había sido de los Osborn alguna vez.

Pero Harry estaba en el manicomio, no podía salir. ¿O sí?