─ ☘️ 𝙎𝙏𝘼𝘾𝙔! | ❛SOLO LOS VALIENTES ARRIESGAN SU VIDA POR OTRAS PERSONAS.❜
↳ 𝐺𝑊𝐸𝑁 𝑆𝑇𝐴𝐶𝑌 pasa por
la adolescencia un
tanto no normal ya
que comienza a juntar...
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GWEN SALIA DE ENTRENAR CON LAS ANIMADORAS DE MIDTOWN, llevaba dos trenzas colgando a los lados de su cabeza y un gorro de lana amarilla, llevaba una remera negra, una campera de peluche de los colores de un tigre, con un jean negro y unas zapatillas blancas. Llevaba su bolso enganchado en su hombro izquierdo.
Caminaba junto a Betty y Mary por el estacionamiento de Midtown.
-... también tendré un hermoso suéter de lana color beige -Betty les estaba contando las cosas que usaría esa noche para el cumpleaños de Gwen.
-¿Y qué te ha regalado Peter, Gwen? -preguntó Mary emocionada.
-Fue muy detallista -dijo Gwen con una sonrisa. Betty y Mary intercambiaron una mirada y volvieron a ver a Gwen.
-¿Qué te dió?
-Esta mañana abrí la puerta de mi casa y me encontré con un hermoso peluche de un conejo, traía una nota y un corazón -dijo Gwen sin dejar de sonreír.
-¡Aw! -soltaron sus dos amigas a la vez.
-Nos vemos en la noche, Gwen -se despidieron ambas y se fueron. Gwen comenzó a caminar hacia la salida.
Eran las 18:36, ella salía a aquella hora por el entrenamiento, Betty y Mary se habían ofrecido para quedarse con ella y esperarla.
Pero la verdadera razón era que Peter les había pedido que la entretuvieran lo más posible. El chico se encontraba en la casa de Gwen junto con Michelle, Ned y otros chicos, arreglando la casa para darle una fiesta sorpresa a Gwen.
-¡Tardate lo que quieras en llegar! -gritó Betty y luego desaparecieron por la esquina.
Gwen negó con su cabeza, divertida por las extrañas actitudes de sus amigas.
Buscó en su bolso su celular, buscó el contacto de Peter. El chico le había dicho que iría por ella para dar una vuelta por la ciudad. Siguió mirando en la dirección por la que sus amigas habían desaparecido, mientras tenía el celular en la oreja, esperando a que Peter contestara.
-Hola, soy Peter, si no contesto es porque estoy ocupado haciendo... cosas normales. Deja tu mensaje -era el buzón de voz.
Gwen soltó un suspiro y volvió a intentar.
Hasta que Peter contestó.
-¡Gwen, perdón, se me hizo algo tarde! -exclamó Peter y parecía tener la respiración pesada.
Pero cuando Gwen estaba por hablar, el chillido de una llantas frenando rápidamente, la interrumpió y giró a ver a su izquierda. Dra una limusina negra, de los asientos de adelante bajaron dos hombres grandotes.
Gwen estaban por correr, pero ambos la agarraron por los brazos. Abrieron la puerta de atrás y la dejaron en uno de los asientos de atrás.
Estaba por gritarle a Peter por el celular que aún lo tenía en la mano. Pero se detuvo al ver a Harry sentado al lado de ella.
-Hola, Gwen -saludó el chico sonriendo como si no hubiera sucedido nada.
Gwen frunció su ceño y llevó rápidamente su celular a la oreja para hablarle a Peter, pero de un manotón Harry se lo quitó.
Harry llevó su dedo índice a sus labios, dándole la señal de que se callara.
-¿Gwen? ¿Gwen? -la llamaba Peter al otro lado de la línea.
Harry puso el celular de Gwen cerca de su oreja.
-Hola, Peter, lindo día, ¿no crees? -habló Harry, Gwen le estaba por quitar el celular, pero Harry sin hacer ningún ruido, saca un revólver de uno de los bolsillos de su gabardina, apuntandole a ella para que no se moviera.
Gwen abrió los ojos como platos y se quedó estática en su lugar.
-¡Harry, pásame con Gwen! -exclamó Peter con rabia.
-Oh, ¿Gwen? ¿Hablas de mi Gwen? -habló Harry, extendiendo su mano y acariciando la mejilla de Gwen. La chica puso una mueca de enfado al sentir el tacto del chico-. Está ocupada ahora.
-¡¿Qué le has hecho?! -gritó Peter al otro lado. Peter estaba en su traje y se detuvo en la cima de uno de los edificios que estaban enfrente de Midtown.
-No le he hecho nada -dijo Harry sonriendo-, por ahora -Peter apretó sus puños y miró las calles, tratando de ver algo sosprechoso-. Ven al puente de Brooklyn a las siete y no faltes, tengo una propuesta para tí.
-¡Harry!
Pero Harry cortó la llamada, abrió la ventanilla de la limusina y lanzó el celular por la ventana.
-No hacía falta hacer eso -dijo Gwen frunciendo su ceño.
Harry, pasó su brazo por los hombros de Gwen y la miró fijamente. La chica estaba incómoda, no sólo por el hecho de que Harry se estaba aprovechando, si no que aún seguía apuntandole con el arma.
-Eres hermosa, ¿te lo han dicho alguna vez? -dijo Harry, acercándose peligrosamente a ella. Gwen miró hacia la ventana para que sus rostros no estuvieran cerca.
-Sí, mi novio me lo dijo muchas veces -soltó Gwen.
Pero aquello sólo enojó más a Harry.
El chico dejó de acercarse y se alejó, pero sin dejar de apuntarle con el arma.
-Peter es tu amigo, ¿por qué le haces ésto? -dijo Gwen.
-Era mi amigo. Tiempo pasado -dijo Harry mirándola con total seriedad-. Deseo tirarlo desde un edificio justo ahora, desde que mi padre murió por su culpa -explicó Harry, Gwen frunció su ceño.
-Peter no es capaz de lastimar a alguien inocente -dijo Gwen.
-Eso ya lo veremos.
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