nefelibata

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𝗻𝗲𝗳𝗲𝗹𝗶𝗯𝗮𝘁𝗮
(𝘢𝘥𝘫𝘦𝘵𝘪𝘷𝘰)

𝖽𝗂𝖼𝗁𝗈 𝖽𝖾 𝗎𝗇𝖺 𝗉𝖾𝗋𝗌𝗈𝗇𝖺 𝗌𝗈𝗇̃𝖺𝖽𝗈𝗋𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝗌𝖾 𝖺𝗉𝖾𝗋𝖼𝗂𝖻𝖾 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝗋𝖾𝖺𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽.

𝖽𝗂𝖼𝗁𝗈 𝖽𝖾 𝗎𝗇𝖺 𝗉𝖾𝗋𝗌𝗈𝗇𝖺 𝗌𝗈𝗇̃𝖺𝖽𝗈𝗋𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝗌𝖾 𝖺𝗉𝖾𝗋𝖼𝗂𝖻𝖾 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝗋𝖾𝖺𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽

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Crowley siempre había sabido que quería ser escritor. Su padre le puso un libro en las manos nada más pudo leer una palabra sin trabarse; quería que su hijo fuera alguien culto y respetado, nada mejor que los libros para asegurarse de eso. Crowley era un niño tranquilo: no contestaba a su padre, no decía malas palabras, estaba implicado en sus estudios, leía horas y horas sin descanso y nunca cuestionaba lo que se le era dicho. Pero eso no impedía que la cólera de su padre se dirigiera a él cuando hacía algo que no le gustaba. Su padre siempre había sido violento, le gustaba causar sufrimiento cuando sentía que alguno de sus hijos no le amaba más que a cualquier otra cosa o, simplemente, cuando le desobedecían.

Crowley era el menor de sus hermanos, la fase final de un gran experimento. Según este experimento, debía ser moldeado a la forma y semejanza de su padre, debía ser justo como él quisiera. Pero al llegar a la adolescencia, Crowley demostró ser solo un error más. Todavía era capaz de recordarlo, el momento en el que le dijo a su padre que quería ser escritor, cuando le entregó su primer manuscrito, como después de ver la mirada de decepción de su padre observó como destrozaba su obra. Por un largo período de tiempo, fue capaz de escuchar las palabras que le dedicó con el mismo tono de decepción y odio: "Mi hijo no va a ser escritor".

Después de ese día, al que la dramática mente de Crowley decidió llamar El Incidente, una serie de momentos fueron desencadenando el terrible final que le esperaba. Observar como su padre quemaba todos sus libros; darse cuenta de como envenenaba todas sus plantas porque, según él, la jardinería era "algo de perdedores"; ser encerrado en su habitación por días, tan solo por haber dicho algo que no debía; curarse a sí mismo las heridas después de una paliza por confesar su homosexualidad. A los dieciocho, Crowley escapó de la casa de su progenitor para refugiarse en la de su hermana, Beelzebub.

Sin embargo, Crowley era incapaz de escribir una sola linea. Por supuesto que tenía ideas, tenía algunas de las mejores ideas posibles, pero incapaz de darles forma y plasmarlas en el papel. Siempre que intentaba escribir, pensaba en su padre, en que no era algo que debería hacer, le entraba un pánico imposible de describir. Así que decidió estudiar: se formo en literatura, en los grandes escritores, en todas las corrientes posibles. Y aún así, aún ya comprendiendo a las mejores mentes de la literatura, aún pudiendo analizar las obras más complejas jamás escritas, Crowley era incapaz de escribir. Era hasta irónico, lo que más amaba en el mundo, también era lo que más le aterraba.

Dado que su padre le había arrebatado la escritura, Crowley decidió darse un respiro. Toda aquella rebeldía adolescente que no había sido liberada en su momento salió disparada de una manera descomunal. Fiestas, sexo, alcohol, drogas... Todo ello formaba parte del paraíso de Crowley, día tras día, año tras año. No tenía compromisos, tampoco quería tenerlos, tan solo era un chico que quería soñar, sin darse cuenta de que cada vez estaba más lejos de la realidad, demasiado despreocupado para enfrentarse a sus problemas.

inefable     「good omens」 (STAND-BY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora