Be Positive. [SeungPyo]

Capítulo 4-. Chasing Cars.

«Lo haremos todo, cada cosa, por nosotros mismos. No necesitamos nada, ni nadie. Si me acuesto aquí, si sólo me acuesto aquí, ¿te acostarías conmigo y olvidarías el mundo?»

—Dios, odio tanto a los Dursley —exclamó Seungwoo —, no puedo creer que sean así de horribles, ¡Harry es sólo un niño!

Dongpyo, que estaba acostado a su lado, soltó una risita.

—Sí, así es como la mayoría nos sentimos cuando comenzamos a leer.

—Me dije que leería un capítulo por día, pero siempre me digo "un capítulo más" y termino leyendo más de la cuenta, casi termino de leerlo.

—Eso es lo que pasa.

Ambos quedaron en silencio observando el techo, Chasing Cars sonaba desde el celular de Seungwoo.
Era viernes y Dongpyo se sentía nervioso, se había acostumbrado a ver a Seungwoo todos los días, no quería pasar el fin de semana esperando el lunes, pero no sabía qué hacer.

—Cuando lo termines puedo traerte el segundo libro —dijo al fin.

—Eso sería genial.

Seungwoo giró la cabeza para poder ver a Dongpyo, se quedó admirando su perfil.

—¿Qué opinas del hecho de regalar flores reales? —preguntó el menor.

—¿A qué viene eso?

—Bora ha estado hablando conmigo sobre ello, y me ha hecho pensar, quiero decir, la flor morirá, ¿vale la pena cortarla? ¿No podemos admirar su belleza sin hacerlo?

—Entiendo el punto, ha decir verdad, nunca he regalado una flor a nadie, así que no se por qué las personas lo hacen.

—¿Nunca? —Dongpyo giró su rostro para verlo.

Seungwoo asintió.

Se quedaron viendo fijamente, entonces el mayor comenzó a tararear la canción que escuchaban.

—¡Ya te la aprendiste! —Dongpyo sonrió —. Yo apenas he memorizado el ritmo.

—Es una buena canción.

—Lo es.

Quedaron en silencio otra vez, lo agradable de los silencios entre ellos era que no son incómodos, se sentían tranquilos y cálidos, como un complemento del momento.

—Podríamos salir mañana a comer un helado.

Dongpyo se sorprendió ante la propuesta del mayor, tanto que su lengua parecía no querer cooperar para responder.

—Claro, si quieres —continuó Seungwoo.

—Eso estaría bien. —dijo al fin.

—Puedo pasar por ti a tu casa.

—Sí.

Volvieron a observar el techo, Dongpyo quería guardar su emoción, sería la primera vez que se reunirían fuera del teatro, no estarían acostados en el piso y eso era todo lo que él conocía para estar con Seungwoo, estaba nervioso.
El mayor comenzó a cantar la canción, sonaba tan bien en su voz, tenía una voz maravillosa, se había dado cuenta la primera vez que escucharon una canción juntos, lo escuchó atentamente y después, cuando la letra había sido grabada en su memoria, comenzó a cantar también.

[.....]

Por la tarde, después de hacer sus deberes Dongpyo bajó a la sala. Su madre estaba sentada en el sillón tejiendo, llevaba su pañuelo favorito atado alrededor de la cabeza y lucía muy concentrada, se acercó a ella y depositó un beso en su mejilla.

—¿Qué tejes ahora? —preguntó sentándose a su lado.

—Cuando termine lo sabrás.

—¿Por qué no puedes decirme ahora?

—Porque es sorpresa —dijo ella.

—¿Sorpresa para quién?

Ella rió divertida y le dedicó una mirada que claramente decía "¿en serio?"

—Estás muy preguntón, muchachito, ¿vas a preguntarme algo en especial?

Dongpyo sintió sus mejillas enrojecer.

—Quería saber si me dejarías salir mañana con un amigo.

—¿Qué amigo?

—Se llama Seungwoo.

Ella alzó una ceja. —¿Ese no es el nombre del ayudante de tu profesor de teatro?

—Jo, mamá, qué buena memoria.

Su madre siguió tejiendo tranquilamente. —Hablas mucho, no podría olvidar todo tu parloteo. Pero sí, puedes ir.

Quedaron en silencio después de eso, Dongpyo encendió la televisión para entretenerse. Tenía muchas cosas rondando en su mente.

—Mamá... —comenzó nervioso —. ¿Cómo sabes que te gusta alguien?

Ella dejó lo que hacía.

—¿Te gusta alguien?

—No lo sé.

—¿Es bonita? —cuestionó ella, realmente interesada.

Sintió su corazón latiendo acelerado, sentía un nudo comenzando a formarse en su estómago. Se quedó observando los dibujos animados unos segundos, pensando en si debía decirle.

—No es una chica —dijo al fin.

—Oh..

Giró su cabeza para ver a su madre, ella tenía una expresión que no pudo descifrar.

—¿Estás molesta?

—¿Por qué lo estaría?

—Porque...—sus ojos comenzaron picar, intentó contener sus lágrimas — Porque me gustan los chicos.

Ella se aproximó a él y tomó su rostro entre sus manos, delicadamente acariciando sus mejillas con los pulgares.

—Está bien, amor —dijo con ternura —. No debes sentirte nunca avergonzado de ello.

Cuando el chico comenzó a llorar, la mujer lo acercó más y lo sostuvo entre sus brazos, pasando su mano por los cabellos alborotados.

—Eres mi hijo y te amo, sin importar qué. —murmuró — Sólo tenemos una vida, y no sabemos qué tan larga o corta será, debes vivirla de la forma en que te haga feliz.

Dongpyo se aferró más a su madre, sintiendo sus palabras clavarse en su corazón. Lloró y se aferró tanto a ella, como si la estuviera perdiendo ya.