Capítulo 35-. Like a Flower.

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«Verte marchitarte es como verme derrumbarme a mi mismo.»

Seungwoo entró corriendo al hospital, estaba a punto de ir a preguntar por información cuando vio a Bora y Eunsang sentados en un sillón de la sala de espera, el chico le tomaba las manos a la muchacha mientras ella sólo mantenía la cabeza baja.
Se acercó a ellos, Bora alzó la mirada y se levantó en cuanto lo vio.

—¿Dónde está Dongpyo? —preguntó él, sabía que esta situación afectaría a su dulce novio.

—Salió hace unos minutos —respondió ella, moviendo las manos para señalar.

Asintió dándose la vuelta, salió y caminó alrededor, no fue tan difícil encontrar al menor, lo divisó unos metros adelante sentado en una de las bancas.
Observó la espalda de Dongpyo mientras caminaba a él, el chico estaba encorvado hacía adelante, con sus codos apoyados en las rodillas y su rostro entre las manos.
Seungwoo le tocó el hombro con suavidad cuando llegó a él, después se sentó a su lado.
Pero el menor ni se inmutó, siguió en la misma posición.

No sabía qué decirle, se sentía inútil, porque de alguna forma nada de lo que dijera haría que su novio se sintiera mejor.
Pasaron minutos en silencio, un silencio sofocante que te hacia doler las entrañas.

—Seungwoo... —comenzó Dongpyo, con la voz apenas audible—. Quizás todo esto es mi culpa.

—Claro que no, cariño —negó, sintiendo su corazón contraerse en su pecho—. No digas eso más.

—Deseé que ella ya no sintiera dolor...—se cubrió el rostro con las manos, comenzando a llorar—. Quizás la única forma para ello es que se vaya, y no sé si podré con eso.

Seungwoo rodeó con el brazo los hombros del menor, atrayéndolo cerca.

—Todo estará bien —dijo, quería creerlo realmente.

—Creo que ya sé qué pasará, y tú también. —Dongpyo se pasó las manos furiosamente por las mejillas—. Y eso va a matarme.

—Vas a estar bien, todo estará bien.

—¡Deja de decir eso! Por favor...

Nunca antes, Seungwoo se había sentido tan impotente como se sentía ahora. No sabía qué hacer, qué decir, y ver a Dongpyo así le hacía tener un mal presentimiento, lo hacía sentirse como si fuera a perderlo y debiera aferrarse a él tanto como pudiera.

—Vamos adentro, cariño, comienza a hacer frío. —dijo al cabo de unos minutos.

Dongpyo asintió, se frotó los ojos y después se levantó, soltando un gemido de dolor al apoyar su pie.

—Ven, te tengo.

Seungwoo cargó al menor, de la forma típica en que los novios cargan a sus esposas, pero en esta situación era más triste y bochornosa.
Volvió dentro del hospital, con Dongpyo escondiendo el rostro en su cuello. Bora y Eunsang se levantaron del sillón en cuento los vieron, pero no se acercaron.

El padre del menor llegó por el pasillo, soltó un suspiro aliviado en cuanto los vio, le hizo una seña para que lo siguiera, así que lo hizo.
Dongpyo no quería sacar el rostro de su escondite, tenía miedo de qué vería, tenía miedo de no soportarlo.
No vio el camino por donde fueron, ni cuando entraron a la habitación donde estaba su madre, no fue consiente de que estaba ahí hasta que ella habló, con la voz pastosa y apenas audible:

—Cariño...tu pie, ¿estás bien?

Él podría reír con eso o llorar, su madre se preocupaba por ello incluso en esta situación. Dio una larga respiración antes de removerse en los brazos de Seungwoo, como una señal para que lo bajara, lo cual hizo. Dongpyo tuvo mucho cuidado de no apoyar su pie lastimado cuando su novio lo bajó, se apoyó con una mano en la cama y se dio la vuelta, entonces la vio, recostada, prácticamente cubierta de tubos, sonriendo apenas y con la piel más pálida —casi verdosa— que nunca.
Se sentó en la orilla de la cama y le tomó la mano, estaba tan delgada y fría, que hizo a su corazón doler.

Be Positive. [SeungPyo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora