Be Positive. [SeungPyo]

Final-. Memories.

«Toma mi mano y enseñame el para siempre, así nunca jamás te dejaré ir. Vamos a escribir nuestra historia.»

Seungwoo había intentado deshacerse del pequeño sentimiento de tristeza en su interior.
La cena fue tan espectacular como se esperaba, todo estuvo delicioso y además, el ambiente fue tan cálido, armonioso. Con Dongpyo sentado a su lado, riendo y hablando de lo que sea, tomándole la mano de vez en cuando y apretándola.
Se sentía un poco mal por no poder disfrutar algo así totalmente, sin nada más de por medio.

—¡Ta-da!  —dijo Dongpyo saliendo del baño de su habitación, sosteniendo en la mano un cepillo de dientes nuevo, pues Seungwoo había olvidado el suyo.

—Gracias, cariño —dijo Seungwoo con suavidad, estaba sentado en la orilla de la cama.

El bajito se acercó a él, parándose en frente y enredando las manos en el suave cabello.

—No me gusta verte triste —murmuró, después hizo un puchero.

—No estoy triste... —respondió el mayor—. Bueno, no realmente, simplemente es algo pequeño.

Dongpyo acunó entre sus manos el rostro de su novio y se acercó hasta rozar sus narices.

—Pues no me gusta ni que sea algo pequeño.

—Estoy bien, ¿vale? No es algo de lo que debas preocuparte.

—No puedes decirme algo así... —se quejó el menor.

Seungwoo soltó una risita y llevó sus manos a la cintura de su novio.

—Me refiero a que... no es tan triste como para ser doloroso, simplemente es un poco triste y ya.

—Sigue importándome, eres tú, no puedo simplemente olvidarlo.

—No quiero darle mucha importancia a ese sentimiento, sólo lo voy a ignorar.

Dongpyo suspiró, sentía que Seungwoo siempre sabía cómo hacerlo sentir mejor, pero él no tenía ni idea de qué hacer. Y no quería presionarlo, eso nunca resultaba bien.

—Vamos a dormir. —dijo Seungwoo al ver a su novio en silencio, se levantó y tomó el cepillo que le ofrecía el menor, antes de dirigirse al baño se acercó y le besó la frente.

Dongpyo ya se había preparado previamente, soltó un suspiro antes de acomodarse bajo el edredón. Observó detenidamente el techo hasta que Seungwoo salió.
El mayor se recostó a su lado y lo atrajo a él, pasándole un brazo por la cintura.

—Feliz navidad —susurró Dongpyo, posando su mano sobre el pecho del mayor.

—Feliz navidad, cariño, te amo.

—Te amo...

[...]

La mañana de navidad se despertaron con el delicioso aroma a chocolate flotando por toda la casa.
Dongpyo se removió un poco, hasta que ocultó el rostro en el cuello de Seungwoo y lo abrazó por la cintura. Sabía que el mayor estaba despierto, pues se rió cuando le dio un beso en el cuello.

—Buenos días, cariño —le dijo Seungwoo, mientras le acariciaba la espalda lentamente.

—Buenos días. —murmuró.

Unas risas se escucharon en el piso de abajo. Dongpyo fruncio el ceño, alzó la cabeza y le echó un vistazo al reloj en su mesa de noche, eran las diez, soltó un suspiro y decidió levantarse, fue al baño a lavarse el rostro y los dientes.
Seungwoo se levantó también y comenzó a buscar el calcetín que perdió por la noche; lo encontró tirando en el suelo.