Capítulo 29-. Snuff.

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«Los ángeles mienten para mantener el control, mi amor fue castigado hace mucho tiempo, si aún te importa nunca me dejes saberlo.»

Dongpyo desayunaba tranquilamente sentado al comedor, como la mayoría de las mañanas estaba solo.
Hoy había despertado mucho más temprano de lo que acostumbraba a causa de una pesadilla, odiaba tener pesadillas, desde hace algunos años que no tenía ese tipo de pesadillas. Agitó suavemente la cabeza y siguió comiendo su cereal.

—Buenos días, cariño. —saludó su mamá entrando a la cocina.

—Buenos días, mamá.

Ella le sonrió, caminó arrastrando los pies para ir a encender la tetera.

—¿Tú hiciste ruido en la madrugada? —preguntó ella.

—¿Ruido?

—Ajá, me pareció escuchar algo. —dijo tomando una taza que estaba a un lado del lavabo.

Ella lo miraba intentado saber qué pasaba, si descubría que volvieron las pesadillas se preocuparía demasiado. Él no quería eso.

—Nop, no he sido yo. Quizás fue Sky. —dijo.

—Quizás... —repitió ella, poco convencida.

Dongpyo agradeció que el timbre sonara en ese momento, antes de que su mamá indagara más. Se levantó y salió de la cocina, sintiendo alivio momentáneo, pero cuando abrió la puerta se congeló.
La mamá de Seungwoo estaba parada observándolo con cierto desdén, llevaba el cabello recogido en un rodete en lo alto de la cabeza y tenía un sobre en la mano. Dudó si era buena idea dejarla pasar, pero no quería ser grosero.

—Uhm, pase, por favor. —dijo nervioso.

La mujer entró, dándole una mirada severa alrededor.

—Seré directa, porque no quiero perder mi tiempo. —dijo firmemente—. Quiero que te alejes de mi hijo, él tiene un futuro fabuloso y no voy a permitir que lo eche por la borda sólo por ti.

—No entiendo, señora.

—Mi hijo tiene un trabajo y una buena mujer esperándolo, tiene una vida planeada, es obvio que tú no puedes ofrecerle nada, él no está para mantener niños por calentura o por tonterías. Si quieres dinero, puedo dartelo, pero alejate de él.

—Nada de eso, señora —dijo con los ojos llorosos—. Yo realmente quiero a Seungwoo, realmente lo quiero.

—Eres un niño —replicó—. Después querrás a alguien más, alguien de tu edad. Mi hijo es demasiado para ti, ha sido feliz antes y lo será después de ti.

Dongpyo guardó silencio, sintiendo todos los pensamientos que se esforzaba por alejar llegando a él.

—Toma, date cuenta, no van a estar siempre juntos, dejalo tener una vida próspera. —la mujer puso el sobre sobre su mano.

Él lo tomó, se quedó parado mientras la mujer salía de la casa.

—¿Quién era, cariño? —dijo su mamá, recargada en el marco de la puerta en la cocina.

No volteó a verla, respiró profundo, intentado alejar las lágrimas.

—Nadie, mamá.

Se dio la vuelta, ella lo miraba intentado descifrar qué tenía.

—Voy arriba por algo antes de ir a la escuela.

Subió rápidamente a su habitación, apretando el sobre contra su pecho. Se sentó a la orilla de la cama y observó fijamente el sobre. Dudó en abrirlo, pero al final lo hizo.
Inmediatamente se arrepintió.

Be Positive. [SeungPyo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora