Capítulo 37-. Miracles In December.

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«Trato de encontrarte, pero no te puedo ver.
Trato de oírte, pero no te puedo escuchar.»

Dongpyo faltó a clases las dos primeras semanas de noviembre.

No es que él quisiera no ir, bueno, realmente no quería ir, pero esa no fue la principal razón. La razón principal es que las pesadillas volvieron, más frecuentes que nunca, lo hacían despertarse a media noche y él se reusaba a dormir, se quedaba despierto hasta que amanecía.

La noche antes del día, en que se suponía volvería a la escuela, tuvo otro sueño.
Esa noche, estaba rodeado de agua, se encontraba en un pequeño montículo de tierra mientras el agua lo cubría todo, a lo lejos, escuchó el grito de su madre.
Ella estaba en una pequeña isla, donde apenas cabía arrodillada, tenía el cabello largo y las hebras color miel se alzaban furiosas a causa del gran viento, él sabía que debía llegar a ella. Debía tomarle la mano.
Intentó nadar, pero el agua ahora era tan espesa, sintió la desesperación inundándolo, estiró los brazos, queriendo llegar, entonces el cabello de su madre fue llevado por el viento y él sabía que estaba haciéndose tarde.
Y el agua se volvió negra, después ya no era agua, era lava, caliente y espesa, ardía por todo su cuerpo, su madre estaba haciéndose cenizas, y él estaba tan lejos, gritaba e intentaba llegar...entonces la lava desapareció.

Abrió los ojos y se sentó rápido en la cama, estaba temblando y empapado en sudor, su papá estaba ahí, sentado en la orilla, lo atrajo y lo abrazó.
Dongpyo lloraba mientras su papá lo mecía, no podía detener su llanto y sus temblores. Su padre comenzó a cantar una canción de cuna, lentamente, mientras seguía meciéndolo cual bebé.

Tardó varios minutos en detener su llanto, a penas hipando.

—Sabes que las cosas no pueden seguir así, hijo. —dijo su papá suavemente.

—¿Ya te has cansado de mí? —bromeó.

El hombre sonrió.

—Podría cantarte y abrazarte sin que esté incluido el llanto. —dijo—. Sabes a qué me refiero.

Dongpyo volvió a acomodarse en la cama, tomó una almohada y la abrazó.

—Lo sé, papá, lo haré.

Su papá se levantó y fue a traerle una camisa limpia al armario.

—Sabes que me preocupo por ti. —dijo el hombre, dejando la camisa sobre la cama.

Dongpyo no respondió, se sentó y tomó la camisa para cambiarse. Su papá fue a la puerta, se detuvo antes de salir.

—Te amo, hijo.

—Te amo, papá. —dijo, dándole una pequeña sonrisa.

El hombre sonrió y salió, cerrando la puerta.




[...]




Por la tarde, Seungwoo pasó por él para ir a ver la obra de teatro de la escuela.
Era casi cómico como por alguna razón terminaba sin participar en ellas, aunque Dongpyo no estaba triste por ello.

La obra fue excelente, Wooseok y Jinhyuk se levantaron gritando y aplaudiendo al final, se unió a ellos junto con Jinwoo.
Para cuando salieron del teatro, seguían parloteando sobre todo.

—Ahora, vamos a festejar con comida. —dijo Jinhyuk, mientras estiraba los brazos por arriba de la cabeza.

—Hay una pizzería cerca, podemos ir. —propuso Bora.

Ella caminaba tomando el brazo de Eunsang. Dongpyo les había preguntado si ya eran novios, pero ellos dijeron que por ahora sólo salían. Estaba seguro que pronto lo serán.
Adelante, Dongbin, Jinwoo y Wooseok estaban hablando, moviendo las manos y dándose empujones.

Dongpyo se sintió feliz de tenerlos como amigos, probablemente no podría ser más afortunado. Seungwoo le dio un apretón en la mano y él volteó a verlo.

El mayor sonreía, pero estaba dándole una mirada de evaluación, como si quisiera leerle el pensamiento, se imaginó cómo sería si su novio pudiera leer la mente, se sintió divertido con su propio pensamiento y una extraña felicidad lo inundó, detuvo su andar, deteniéndose frente a Seungwoo, puso una mano en su hombro y se paró un tanto de puntitas, para poder dejarle un pequeño beso en los labios.

—Te quiero mucho. —le dijo.

Seungwoo lucía sorprendido al principio, después sonrió y se inclinó para besarlo.

—Te quiero también, cariño.

—Hey, pequeños caramelos. —exclamó Jinhyuk—. Tengo hambre y aquí no quieren avanzar por esperarlos, sean buenos amigos y besense rápido.

Dongpyo soltó una risita, después echó a andar jalando de la mano a Seungwoo.
Todos caminaron hasta la pizzería, que estaba casi vacía cuando llegaron, entraron y notaron que las mesas eran algo pequeñas, así que preguntaron si podrían unir dos para que todos estuvieran juntos, cuando les dijeron que sí, lo hicieron de una forma escandalosa. Jinhyuk pidió —gritó— que los disculparan.

—Bueno, todos pongan su contribución en la mesa. —dijo Jinhyuk cuando todos estuvieron sentados.

Cada quien sacó dinero de sus bolsillos y lo puso en la mesa. El caos volvió cuando Jinwoo recitó lo que quería, entonces todos se pusieron a discutir qué pedirían, eran sólo un montón de voces enredadas donde no se entendía nada. Tardaron varios minutos en ponerse de acuerdo y guardar silencio. Jinhyuk se levantó, tomó el dinero y comenzó a contarlo.

—¡Oh por Dios! —gritó.

El grito fue tan sorpresivo que Dongpyo dio un pequeño salto, todos se le quedaron viendo a Jinhyuk, que veía a sus manos con el ceño fruncido.

—¿Qué pasa? —le preguntó Bora.

—Nada, sólo que nunca había tenido tanto dinero en mis manos.

Todos soltaron bufidos, Wooseok le lanzó una servilleta hecha bolita.

—Son tan pesados. —soltó antes de marcharse rumbo al mostrador.

—Iré con él. —dijo Bora, levantándose de la mesa—. No creo que recuerde qué pedimos.

Dongpyo recargó la cabeza en el hombro de Seungwoo, quien le rodeó los hombros con el brazo, se quedó mirado como Dongbin y Wooseok jugaban fútbol con una servilleta hecha bola, las porterías eran los botes de condimentos. Eunsang y Jinwoo los animaban de forma efusiva, mientras que Seungwoo incluso hacía pequeños comentarios como lo haría un comentarista en un partido.
Estaba quedándose dormido cuando su pedido comenzó a llegar a la mesa, cuando todos estuvieron sentados comenzaron a comer, la mesa estaba llena de risas y manos moviéndose para tomar comida.

En un momento, todos se quedaron callados, observando a Eunsang y Bora hablando en susurros, ella se sonrojó cuando el chico le besó la mejilla.

—Wow, un momento —dijo Jinhyuk—.  ¿Cuándo sucedió eso?

—¿De qué hablas? —preguntó Eunsang.

—¿Cuánto tiempo llevan saliendo?

—Un par de semanas. —respondió Bora.

Jinhyuk dejó su pizza sobre la mesa y dio un aplauso.

—Todos comienzan a salir —dijo, después se giró a su lado—. Wooseok, ¿tú cuándo vas a salir conmigo?

Wooseok estaba tomando refresco y cuando lo escuchó, casi lo escupe, no lo hizo, entonces comenzó a toser.
Todos estaban mirando con expectación.

—¿Ah? —musitó cuando la tos se fue.

—¿Quieres salir conmigo? —le preguntó Jinhyuk.

Dongpyo se cubrió la boca con la mano, estaba sorprendido por al fin ver esto.

—¿Estás bromeando? —cuestionó Wooseok.

—Nunca he estado tan serio en mi vida, como lo estoy ahora.

Wooseok lo estaba mirando fijamente, intentando ver si había algún atisbo de broma en Jinhyuk, pero el chico lucía serio, mirándolo detenidamente.

—Yo...uhm...sí quiero. —dijo al fin.

Jinhyuk levantó sus manos, victorioso.
La mesa comenzó a llenarse de risas y silbidos.













Be Positive. [SeungPyo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora