Capítulo 21-. Blue.

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«Aún cuando las luces están encendidas no hay nadie en casa, juré que no iba a perder el control, entonces me enamoré de un corazón que late tan lento.»


El sueño lentamente fue dejando su cuerpo, la luz del sol entrando por la ventana le daba en el rostro, Dongpyo intentó moverse en la cama y entonces notó que estaba siendo aprisionado por unos fuertes brazos, abrió los ojos lentamente y sonrió ante la imagen. El rostro de Seungwoo estaba a centímetros del suyo, con sus ojos cerrados y la boca entreabierta, con delicadeza acarició con el dedo la mejilla del mayor, recorrió su mandíbula y todo su rostro suavemente con la yema de sus dedos, pasándolos por sus cejas y nariz. Delineó el contorno de sus labios, sintiendo lo suaves que eran, recordando lo mucho que le gustaba besarlos, sonrió ante su pensamiento, y en cuanto lo hizo, Seungwoo sonrió también, alejó su mano avergonzado.

—¡Estabas despierto! —se quejó ocultando su rostro en el pecho del mayor.

Seungwoo comenzó a reír suavemente y lo apretó más contra sí.

—Desperté cuando tocaste mi nariz, estaba extrañado por eso.

—Debiste decirme algo. —murmuró.

—No podía negarme a las caricias de un chico lindo.

—Tengo suerte de ser el único chico aquí.

El mayor lo tomó por la barbilla y levantó su rostro, rozó sus narices y dejó un pequeño beso sobre sus labios.

—Eres el único chico lindo que me interesa.

—Jo, siempre tienes que decir cosas así.

Seungwoo le guiñó un ojo, después lo besó.
El beso era lento, moviéndose con delicadeza, casi una caricia.
Dongpyo llevó una de sus manos al pecho del mayor y lo acarició, todo el camino subiendo por sus hombros hasta su garganta, acariciando la piel con la punta de los dedos.

—Te quiero...—susurró Seungwoo contra sus labios.

—Lo sé. —susurró también.

El mayor introdujo su mano bajo la camisa de Dongpyo y acarició su espalda, pasándola por su cintura hasta su abdomen y de vuelta. Hace unos meses, el bajito se hubiera llenado de inseguridad por su pequeña barriguita o sus rollos de los costados, que aunque realmente no eran muchos, eran suficientes para que se sintiera avergonzado. Pero con Seungwoo todo eso carecía de importancia, lo acariciaba como si fuese delicado y de sumo valor.

—Debes decir que me quieres también. —murmuró Seungwoo.

El menor volvió a besarlo, había tardado un tiempo en aprender a tomar ritmo, realmente no se podía aprender a besar decentemente al primer beso, como había leído en los libros donde en el primer beso el protagonista podía besar metiendo la lengua. Descubrió que los besos eran complejos cuando no tenías experiencia, pero había practicado y Seungwoo se lo tomaba muy serio la mayoría de las veces. Se separó un poco para retomar el aliento.

—Te quiero también. —le susurró.

—Que bien se escucha. —dijo apretándole las caderas.

—¿Sabes que las personas alimentan a quienes quieren?

—¿Estás pidiéndome comida?

—Nos perdimos la hora de la comida, así que sí, lo hago.

—Tú querías tomar una siesta y ahora quieres que te cocine.

—Tú me dejaste dormir aún cuando sabes que tu cama es esponjosa y no quiero levantarme.

Seungwoo rodó los ojos, le dio un último beso y se levantó.
Cuando el mayor se fue, Dongpyo rodó un poco sobre la cama antes de levantarse. Notó que en la mesita de noche había algunas fotografías de ellos —seguramente tomadas por Jinhyuk— y sonrió.

Be Positive. [SeungPyo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora