Be Positive. [SeungPyo]

Capítulo 34-. Birds.

«Las estaciones van a cambiar, la vida te hará madurar, los sueños te harán llorar. Todo es temporal, todo cambiará. El amor nunca morirá.
Las aves vuelan en todas las direcciones.»

—Así que ella tomó las lechugas del plato y lo abofeteó con ellas.

Seungwoo se rió, su novio estaba contándole por teléfono cómo fue la cita de Bora y Eunsang.

—Qué es eso de golpearse con comida de todas formas.

—No tienes que entender —replicó Dongpyo—. Sólo disfruta.

—Lo disfrutare cuando me golpeen con pollo frito.

—Lo tendré en cuenta —dijo Dongpyo con diversión—. Estás conduciendo, ¿no debería colgar ya?

—No, está bien, el teléfono está en el soporte.

Él estaba yendo a visitar a sus padres, bueno, realmente su madre lo había invitado, y no pudo negarse, esperaba que ellos al fin entraran en razón, no quería distanciarse de ellos totalmente, eran familia al final de cuentas.

—Quizás tenga pollo frito cuando vuelvas.

Le pareció divertida la voz que usó el menor para decir eso, fue como si propusiera algo más.

—¿Quieres cumplir mi fantasía?

—Soy un buen novio.

—¿Cuántos dulces has comido hoy?

—Pufff, ninguno, ¿por qué?

—Suenas como si hubieras comido demasiados.

—¿Cómo es eso?

—Hablas más dulzón y flojo.

Escuchó a Dongpyo suspirar, después algunos ruidos de envolturas siendo aplastadas.

—Quizás sólo fueron unos cuantos. —confesó Dongpyo al fin, en un tono que recordaba a un niño haciendo una travesura.

Seungwoo se podía imaginar al menor acostado en su cama, rodeado de dulces y envolturas.

—No puedes comer muchos. —le recordó.

—Sí, sí, lo sé.

—Tengo que colgar, cariño —dijo Seungwoo, había llegado ya frente a casa de sus padres.

—Está bien, te quiero.

Seungwoo casi podía ver a Dongpyo sonreír.

—Te quiero. —respondió antes de colgar.

Seungwoo tomó su celular y bajó del auto.
La casa de sus padres era más o menos grande, pintada de blanco con detalles café oscuro, tenía grandes ventanales y estaba rodeada de una valla que apenas le llega a la cintura.
Caminó a la puerta, pero antes de que pudiera tocar, ésta se abrió. Su madre sonreía de oreja a oreja.

—Seungwoo, cariño —saludó su madre alegremente, abrazándolo—. Te he oído llegar.

Él a penas correspondió al abrazo.