¿Escribes? (¿Bailas? 2)

Capítulo 13. Boda I

PDV Jack

-¡Es horrible! ¡Me queda fatal!-Grita Rose a las siete y media de la mañana.

-¡No es verdad!-Responde una de sus amigas.

Me doy la vuelta en la cama y maldigo el momento en el que acepté darle una llave de mi casa a Caroline y el momento en el que decidí no cambiar la cerradura de mi apartamento. Desde aquello, mi piso se ha convertido en un segundo hogar de mis hermanas en el que ''afortunadamente'' tengo una habitación. Es peor que ser un niño. Ellas tienen mis armarios de la cocina llenos de su comida, sus bolsos y otros objetos esparcidos por el salón de mi casa y los últimos tres meses, la otra habitación de mi apartamento se ha llenado de vestidos y catálogos de tipos de tarta y decoraciones nupciales.

-¡Jack, despierta!-Grita mi hermana mayor, irrumpiendo en mi habitación como si nada.

-¿¡Pero que haces!?

-Son las siete y media, ¡Te dije que tenías que levantarte pronto!

-¡Pero no tan pronto! ¿Y que haces en mi habitación?-Resoplo, saliendo de la cama.

-Es el día de la boda de Rose, necesitamos consejo.-Resopla ella y se cruza de brazos.

-Pero si sois al menos cuatro, ¿No bastáis?

-Necesitamos el consejo de un hombre.

-Pues no estoy disponible.

-Vamos Jack... Por favor...-Suspira ella.

-Vale... Dame cinco minutos para vestirme y voy.

PDV Alice

He conseguido escabullirme de casa sin tener que dar demasiadas explicaciones. Sí, dije que estaría en una boda, pero impliqué a Lauren y con ello acallé todas las preguntas. Aprovechando que es fin de semana, mis padres se han ido a visitar a Dylan a la universidad, así que tengo asegurado que no estarán cerca durante la boda, cosa que me da más tranquilidad.

Como aún es pronto, he tenido tiempo de pararme a comprar un café y de dar un paseo en patines. En realidad, estoy yendo a casa de Rose en patines. Es más rápido y así aprovecho y disfruto un rato. One Day de Kodaline suena en mis auriculares mientras estoy dando vueltas por un vecindario que no es el mío. En realidad estoy bastante lejos de la dirección que Rose me ha enviado, pero como llego pronto, no importa.

Además aprovecho para estar sola un rato. Cuando voy en patines y con los auriculares, es como si me alejara de todo. No oigo a nadie, ni nadie me molesta. Y ya si tengo un café, ni te cuento.

Pero... Aún no hemos hablado de como tu pervertida mente pensaba en Jack ayer por la noche y es la parte más interesante de toda la historia.

¡Cállate! No es verdad...

No que va... Si te comiste tres Kit Kat de la excitación.

¡Ansiedad! ¡Era ansiedad por tener que estar en un lugar en el que no conozco a nadie!

No mientas, querida Alice...

¡No miento, mente pervertida!

Esto no es normal. Lo del subconsciente que va contradiciendo mis pensamientos y que me llama pervertida sin ton ni son. O sea, que tengo una personalidad dentro de mi subconsciente que se encarga de perturbarme la vida. Quizás estoy loca.

Hombre, muy normal no eres.

Ni se calla aunque suba el sonido de la música. ¿Será de familia?

PDV Jack

-¡Imbécil!-Grita Rose.

-¿Y ahora que he hecho?-Respondo, esquivando una pantufla que Rose acaba de tirarme a la cabeza.