Epílogo

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PDV Alice

-Mamá, ten cuidado... Ay, esto es demasiado peligroso, estoy nerviosa... Me voy a cargar el vestido antes siquiera de sacarlo de la bolsa.

-No digas eso... El vestido está perfectamente, no le va a pasar nada. Y no estés nerviosa... Un cuarenta por ciento de la gente que hay allí es mayor, el otro cuarenta somos gente de la edad de tu padre y yo y al otro veinte...

-Estará Jack...

-Supongo que es motivo suficiente.-Dice con una sonrisa.-No te preocupes, todo saldrá bien. Yo me encargaré de tu padre, al fin y al cabo, siempre lo he sabido adiestrar, como a un perrito.

-¿Que perro sería papá si fuera uno? ¿Pastor alemán? ¿Rottweiler?

-Un beagle. Cachorro.-Ríe y mi padre, que realmente está a nuestro lado, con una taza de café, frunce el ceño.

-Oye.

Pero mi madre se echa a reír con más fuerza mirándole y al final, mi padre acaba sonriendo y negando con la cabeza. Sé cuanto se quieren mis padres y aunque Dylan y yo siempre nos hemos reído de ellos cuando se ponen ñoños, tener un amor como el suyo, es lo que quiero en realidad.

De momento preocúpate en no caerte esta noche dentro de la sangría.

Gracias, ya te echaba de menos.

-Una pregunta, mamá.-Digo, cuando llegamos a mi habitación y ella estira la bolsa con mi vestido en la cama.

-Dime, cielo.

-¿Has oído alguna vez una voz en tu cabeza? ¿Una que se burla de ti?

Y entonces, mi madre suelta una carcajada, que se me contagia y acabo riéndome también sin saber bien el que.

-Si yo te contara...

PDV Jack

-¿Tienes el discurso?-Pregunta mi madre, revisando si tengo el papel en el bolsillo de la americana.

-Sí, lo tengo.

-Mamá, lo has revisado unas cinco veces ya.-Resopla Rose.

-Hija, es algo importante. Tu hermano tiene un gran honor al poder ser él quien de el discurso. Es el más joven que jamás lo ha dado.

-Pues a ver si es más divertido que otros.-Rueda los ojos y me río.

-No esperes mucho.

-Cathy y Leo están ya con su abuela paterna.-Sonríe Caroline, entrando en casa de mis padres. Mi madre se empeña cada año en que debemos llegar juntos a la gala.

Me pongo la americana y dejo que mi madre acabe de retocarme la pajarita antes de salir. Prefiero que lo haga ahora, en casa, donde solo están Caroline, Rose y mi padre que cuando lleguemos allí, donde estarán los periodistas y otros invitados. Y sí, sé de sobra que es capaz de intentar arreglar la pajarita a su hijo de más de veinticinco años aunque haya mucha gente mirando.

-Estás espléndido.-Sonríe alegre y mira a mis hermanas.-Vosotras también, aunque Rose... Has ganado tiempo desde la última vez que te vi.

-Últimamente no dejamos de comer comida poco saludable.-Responde con tranquilidad.

Yo no me había dado cuenta de que ha ganado peso, aunque mi madre siempre se fija en todo y hace más tiempo que no la veía. Aún no lo ha contado lo dl embarazo, aunque Caroline y yo insistimos en que debería decírselo ya, ella insiste en que no lo hará hasta el último momento y al fin y al cabo, es su decisión.

-Bien, ¿Todos listos?-Pregunta mi madre y después de nuestras respuestas afirmativas, sonríe y responde:-Genial, entonces vamos.

PDV Alice

¿Escribes? (¿Bailas? 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora