Demonio blanco - Capítulo 1.

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Alcé el rostro viendo aquellas letras de neón rojas que mostraban la frase "Devil May Cry" me acerqué a la puerta y empujé hacia el otro lado dejándome ver

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Alcé el rostro viendo aquellas letras de neón rojas que mostraban la frase "Devil May Cry" me acerqué a la puerta y empujé hacia el otro lado dejándome ver.
-He vuelto-dije.
Habían pasado cinco años desde que desaparecí de la vida de todos mis amigos y era hora de volver.
-Nena-me nombró mostrando una sonrisa, también estaban las chicas que quienes al verme sonrieron como bienvenida.
-¿Me extrañaron?-pregunté acercándome a su circulo.
-No sabes cuanto-respondió Dante quien estaba sentado en su silla de cuero.
-Hey-dije riendo-¿Cómo la van llevando?
-Si hubieras venido un año antes te morías de emoción por lo que sucedió en Red Grave city.
Alcé una ceja como respuesta y Dante junto a las chicas me contaron todo lo que había sucedido.
-¿Tu hermano es padre de Nero?
Me asombró eso último, del que menos esperaba que hiciera esto era de Vergil.
-Si-respondió Dante asintiendo apenas-no lo esperabas ¿Eh?
-La verdad que no.
-Ni nosotras-comentó Lady.
-Hablando de Nero ¿Qué es de su vida?
-Bien, ahora mismo esta en Red Grave City se quedara allí por un tiempo-respondió Dante levantándose del sofá.
-¿Si?
No seria mala idea ir a visitarlo.
-Si, bueno hay algo que no sabes pero...
Se notaba más serio que de costumbre.
-Kyrie, ella murió.
Las palabras me cayeron como un balde de agua ¿Murió? ¿Cómo?
-Que...
-Después de lo que paso allí en Red Grave City-comentó Trish.
¿Lo que pasó?
-Una larga historia que creo que Nero te querrá contar por su cuenta-dijo Dante alzando los hombros-pasó hace bastante.
Y yo ni siquiera estaba para apoyarlo.
-¿Quieres ir a Red Grave City así ves a tu enamorado?-preguntó Dante alzando las cejas con expresión picara.
-Iré allí solo porque quiero ver a un viejo amigo, solo eso-señalé a lo que los tres no pudieron evitar reír.
-Te llevo en la moto-dijo Lady-vamos.
Asentí y me fui con Lady en su gran moto la cual me tiene enamorada desde el primer momento que la vi.
-Voy a seguir diciéndolo-dije tras suya-me tiene enamorada tu moto.
Rió mientras aceleraba y en menos de algunos minutos estabamos en la entrada de la ciudad.
-¿Qué te parece?-preguntó al detenerse.
-Linda-respondí bajando-mucho mejor que Fortuna.
-Cualquier lugar es mejor que Fortuna-comentó Lady.
-Eso es cierto-reí apenas-gracias Lady.
-De nada cariño-sonrió-debo irme a hacer unas cosas ¿Podrás sola?
Aún mantenía ese lado protector a pesar de que ya tuviera unos 25 años, me daba tanta ternura y alegría a la vez.
-Si mamá-respondí divertida, frunció el ceño levemente y me pico la mejilla-ouch...
-Pórtate bien-sonrió.
Se despidió de mi y ahora era tiempo de conocer esta gran ciudad, lo primero que quería hacer era comer algo en cualquier lugar.
Era de tarde y la gente paseaba por las calles, ninguno llevaba túnicas blancas cubriendo sus rostros, eso era algo muy positivo y de lo cual pongo a Red Grave City en primer lugar de momento.
-Interesante-dije deteniéndome ante un pequeño bar familiar, al entrar la gente me miraba curiosa ¿Acaso nunca vieron a alguien querer comer algo? Me acerqué a una mesa cerca de la ventana y senté tras un suspiro.
Así que Nero se encuentra aquí y... sin Kyrie. Recuerdo ese día en Fortuna que hicimos hasta lo imposible para salvarla, porque era su enamorada y eso en parte me ponía mal porque lamentablemente Nero me había comenzado a atraer. Su manera de ser, sus gestos, su físico era algo que me había gustado mucho y era peor porque sabía que no tendría ni una mínima oportunidad con él, por eso decidí irme a pesar de que él no quisiera y... pasa esto.
Suspiré pesadamente viendo hacia la ventana, la gente detenía su camino y miraban atónitos a quien sabe que, era extraño.
-¡Demonios!-gritó uno señalando temblorosamente, fue lo último que dijo ya que un demonio aparecía y con sus manos con garras afiladas lo partían en dos y salpicaban toda la sangre en el vidrio.
-Mierda-maldije levantándome, la gente de dentro gritaba aterrada y trataba de huir por la única puerta la cual solo cabía una persona-no me queda de otra-de un salto subí a la mesa, me acerqué al vidrio y de una patada lo rompí en miles de pedazos.
El demonio presente se centró en la multitud que corría, quiso dar un paso pero rápidamente desfundé la pistola y disparé ante su asqueroso pie.
-¿A dónde crees que vas?-dije, su mirada se puso en mi y gruñó en señal de que me atacaría.
De un salto voló hacia mi, mala idea porque de un balazo le desparramé el cerebro por toda la calle. Crucé la ventana y vi hacia una manada de demonios que rompían las ventanas de los negocios, trataban de meterse en autos con familias.
-Maldición-maldije tomando la espada de mi espalda.
Di el primer paso pero me detuve derepente al ver unos cabellos blancos que pasaban fugaces y atacaban a aquellos demonios.

Nero.

Pensé en cuanto esa persona que portaba ese cabello alzó el rostro y sonrió, era él y si que había tenido un gran cambio.
No se había percatado de mi porque inmediatamente se lanzó a la batalla, era veloz con cada movimiento, apenas lo podían tocar.

Wow...

Pensé asombrada, pero ¿Me voy a quedar de brazos cruzados viendo como tonta? Claro que no, justo en ese momento un demonio aparecía tras suya, la ocasión perfecta para ir corriendo y de una patada sacarlo a volar a la vez llamando la atención de este.
-¿___?-preguntó con asombró en los ojos.
-La misma-respondí sonriendo-Llegó la caballeria-agregué divertida a lo que él rió sarcásticamente.
-Justo a tiempo.
La batalla comenzó, uno por uno iba cayendo hasta que...
-¡Mi hija!-gritó desesperada una mujer, observé desde donde provenía. Una mujer de cabello negro arrodillada en el suelo extendía una mano hacia su hija que estaba a media cuadra de ella.
-M-Mamá...-llamó la niña con los ojos cubiertos en lágrimas, estaba paralizada ante dos demonios sedientos de sangre.
Sin pensarlo corrí hasta ellos, uno alzó su guadaña afilada y atinó a atacarla pero justo en ese preciso momento la escudé entre mis brazos y cerré los ojos con fuerzas esperando el impacto que nunca llegó. Abrí los ojos y tras de mi estaba Nero quien con su espada partió en dos a ambos seres, voltee a observar su ceño levemente fruncido que me dirigía.
-No aprendes ¿Cierto?
-No-respondí alzando los hombros y se me escapó una sonrisa.
-¡Mamá!-chilló la niña con lágrimas en los ojos.
-Hey, tranquila-dije en un suave tono de voz, me agaché ante ella y contemplé de seguro tiene unos cinco años. Su llamativo pelo lleno de rulos y aquellos ojos celestes le daban un toque muy tierno-ven, te llevaré con mamá ¿Si?
Asintió llevando el dedo pulgar en la boca, la tomé en mis brazos y a paso lento la llevé hasta su madre quien rápidamente se levantó del suelo y acercó.
-Muchas gracias-agradeció desesperada, tomó a la niña y estrecho en sus brazos.
-De nada-sonreí-será mejor que vaya a casa ¿Si?
-Si, lo haré de inmediato-asintió y se fue corriendo.
Suspiré sonriendo satisfecha de que había hecho la acción buena del día.
-¿Qué haces aquí?
Voltee a ver a Nero quien estaba de brazos cruzados.
-Un "Te extraño" ¿No?
Alzó una ceja como respuesta.
-¿Qué?

♢-(••𝘿𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝘽𝙡𝙖𝙣𝙘𝙤.••)-♢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora