El atardecer, buena comida, cerveza y la persona que más quiero en la vida ¿Qué más podría pedir?
-¿Tienes donde quedarte?
-Si, en la agencia del viejo-respondí.
-Esta lejos y dentro de poco será de noche.
-¿Acaso te preocupas por mi?-pregunté alzando una ceja divertida.
-Claro que si tonta-rió-no vivo muy lejos de aquí, si quieras puedes venir conmigo.
-Mmm... no sé, no me confío de ti. Quizas quieras pasarte con esta dulce dama.
-¿Qué dices?-rió mostrando un notable sonrojo en las mejillas-de dulce dama es mentira-y rió más con fuerza al ver mi ceño fruncido.
Comencé a reír mientras con un pie lo empujaba fuera de la camioneta.
-Uy, se me resbaló la pierna. Perdón-dije riendo, me asomé a ver desde el otro lado a Nero tirado en el suelo sobándose la espalda.
-¡Ya verás!-se levantó de un salto, quise huír pero me tomó del brazo y jaló hacia él. Ambos no parabamos de reír.
-¡Bájame Nero!-reía dandole golpes en la espalda, me cargaba como si fuera un costal de papas.
-Victoria-sonrió alzando el puño.
-Veo que se estan divirtiendo ¿Eh?-apareció Nico cruzada de brazos.
-Nico-nombró Nero sonriendo-un poco-me bajó del agarre.
-Me alegra-sonrió Nico mostrando todos los dientes.
-Ya es hora de irme-dije alzando la mano y despedí a Nico la cual hizo lo mismo-fue un gusto conocerte Nico.
-Igual el mio nena-y me guiñó un ojo, no pude evitar sonreír y voltear para irme.
-Hey ¿A dónde vas?-se acercó Nero a mi, voltee el rostro alzando una ceja.
-A la agencia de Dante-respondí.
-Te dije que podías quedarte en mi casa.
-Acepta o se pondrá como loco-comentó Nico a lo que Nero regaño con el ceño fruncido y el rostro rojo como un tomate.
-Bien, acepto-sonreí de lado-¿Feliz?
-Tonta-insultó imitando mi sonrisa.
La noche llegaba en Red Grave City, los negocios iban apagando las luces y bajando sus persianas, los faroles se encendían indicando que la oscuridad comenzaba a llegar y había menos transito de gente en la calle, solo los que les gusta las travesuras nocturnas. Nosotros íbamos caminando por esas calles iluminadas de faroles y en pleno silencio.
-Parece un desierto de noche-comenté ante tal silencio.
-Solo se queda la gente que le gusta divertirse-señaló con los ojos hacia dos mujeres que estaban situadas a un costado de la calle vestidas con ropas muy provocativas y que no cubrían casi nada.
-Ya veo-alcé las cejas, observé hacia Nero quien aún las seguía viendo-Eh, le diré que te devuelvan los ojos.
-Qué-me observó con las mejillas tornadas en rojo-no seas tonta-rió.
-Claro-reí alzando una ceja.
-No entiendo como hay mujeres que son capaces de hacer esto ¿Acaso no siente nada cuando estan en pleno momento? Digo... no solo se trata de sexo, también hay sentimientos en medio.
Nunca había hablado de esto con Nero, me sorprendía porque era un tema que no me interesaba.
-Al parecer no-respondí alzando los hombros-lo hacen por falta de dinero.
-Si, me doy cuenta.
Seguimos caminando hasta detenernos ante una pequeña casa que desde fuera se veía muy cálida y acogedora.
-Llegamos-habló Nero acercándose a la puerta, tomó las llaves del pantalón y colocó la que era en la cerradura. Tenía varias en un llavero.
-¿Tantas llaves?-pregunté alzando una ceja.
-Si-rió empujando la puerta hacia el otro lado y se hizo a un lado-primero las damas.
-Gracias joven caballero-agradecí divertida a la vez que entraba.
El lugar se adornaba de una sala principal con un sofá gigante delante de una chimenea, muebles y estanterías con libros de quien sabe que.
-Linda-dije sonriéndole.
-Gracias-agradeció quitándose la gabardina-siéntete como en tu casa.
Asentí suavemente como respuesta y me quité la mía.
-Ven, te mostraré donde puedes dormir-señaló con los ojos hacia las escaleras las cuales comenzaba a subir.
Lo seguí hasta el segundo piso en donde me encontré con un pasillo que del lado izquierdo tenía varias ventanas y del otro cuatro puertas de madera de un color opaco.
-Este es mi cuarto-señaló la primera puerta que pasamos, seguimos con la siguiente que ni siquiera dijo palabra alguna ¿Por qué? Sonaré curiosa pero ¿Qué tendrá allí?
-Este es el baño-dijo apoyando la mano sobre la tercera-y por último este es tu cuarto-agregó abriendo la puerta.
Una cama, una mesa de noche a un lado de esta, un escritorio, un ropero y una gran ventana que dejaba una vista hacia la calle.
-¿Te gusta?
-Esta genial-respondí entrando-es mucho solo por una noche.
-Puedes quedarte todo lo que quieras-se recargó en el marco de la puerta con los brazos cruzados sobre el pecho-no estaría mal un poco de ruido ¿Sabes? Hace mucho que no lo hay-y sonrió apenas.
No quería volver al tema pero se me vino a la cabeza Kyrie viviendo aquí con él y que de la nada todas esas risas, todo ese ruido acabara de un abrir y cerrar de ojos, solo quedaría Nero en un silencio lleno de dolor y sin que nadie lo abrace diciéndole que todo estaría bien.Ese alguien soy yo.
Pensé sintiendo presión en el pecho.
No estuve cuando me necesitó, se sentía solo y yo en cambio preferí irme y dejarlo pero... ¿Cómo iba a saber que esto ocurriría?
-Admite que no puedes estar sin mi-burlé divertida.
-Uf, no sabes cuanto-dijo con ironía a la vez que rodaba los ojos, tomó el pomo y me sonrió-que descanses.
-Igualmente-correspondí a la sonrisa y me quedé con aquella última expresión en su rostro en cuanto cerró la puerta.
Suspiré dejándome caer sobre la cama todavía pensando en todo eso.
-Mañana trataré de demostrarle que estoy aquí para ayudarlo y hacerlo sentir bien-dije sonriendo.
ESTÁS LEYENDO
♢-(••𝘿𝙚𝙢𝙤𝙣𝙞𝙤 𝘽𝙡𝙖𝙣𝙘𝙤.••)-♢
Fanfiction𝘚𝘪 𝘵á𝘯 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘵𝘦 𝘧𝘪𝘫𝘢𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘮𝘪. ⭐Contenido Devil May Cry.⭐ ♦Todos los derechos reservados.♦ 💙 Contenido de Nero. 💙 💜 Que lo disfruten. 💜