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Me derretía ante este afecto que hace ya mucho tiempo deseaba, no me cansaba de decir lo dulce y suaves que eran. Me sentía feliz, amada y muy... amada, ese beso me estaba transmitiendo todo lo que lo que contuvo durante este tiempo. Tuve que apartarme por la falta de aire, no recuerdo cuando había cerrado los ojos pero al abrirlos me encontré con la mirada celeste pálida de Nero, este me contenía con una expresión tierna. -____-me nombró, oírlo llamarme de esa manera me hizo erizar la piel ¿Acaso tanto me podía este semidemonio?-lo siento...-cerró los ijos y frunció el ceño. No entendía a lo que se refería, abrí la boca para hablar y no salieron palabras porque Nero se había ido de allí, me dejó sola y confundida. -¿Qué...?-fue lo único que pude articular ¿Qué había pasado? ¿Por qué se fue? ¿Acaso hice algo mal? ¿No le gustó? ¿Qué pasó? Me levanté de la silla y abandoné la cocina, no se encontraba en la sala principal. -Nero-llamé alzando un poco la voz pero no hubo respuesta. No quería dejar así las cosas, necesitaba respuestas ahora mismo. Subí las escaleras y fui hasta su cuarto, llamé a la puerta y tampoco hubo respuesta, como metiche que soy abrí la puerta y no lo vi ¿Acaso se fue de la casa? Suspiré penetrando por el pasillo y me detuve ante aquella extraña puerta ¿Qué habrá allí? Nero nunca me dijo de ello y ni siquiera insinuó si era un cuarto para guardar cosas, me acerqué curiosa y un tanto nerviosa porque por alguna razón no me quería decir de ese lugar ¿Ocultará algo?
¿Un cadáver?
Pensé apoyando la mano sobre el picaporte, lo giré y no hubo respuestas, la puerta no se abría, tenía seguro. Sacudí la cabeza sacando aquella idea idiota, Nero sería incapaz de hacer esas cosas. -Ya deja de pensar estupideces ___-suspiré apartándome rendida, nuevamente le dedique una mirada y abandoné el primer piso. Me dedique a limpiar la mesa, lavar los trastes así cuando volviera de quién sabe donde, no vería todo un desastre. Después de todo era mi manera de agradecerle por tal comida deliciosa. -Listo, mucho mejor-suspiré nuevamente y me fui escaleras arriba hasta mi cuarto. Todavía estaba confusa y sobre todo adolorida por su reacción, me había besado, no sabía si por que él lo deseaba o de manera obligada ya que sabe de mis obvios sentimientos. No lo sé, mi cabeza da miles de vueltas y piensa lo peor de la situación. -Mierda...-maldije cerrando los ojos con fuerza. Volví y al parecer fue para peor, no quería que Nero luego de lo sucedido me viera mal. -Mierda-volví a maldecir llevando un antebrazo sobre el rostro y solo trate dormir para poder al menos por unas horas olvidarme de todo esto.
Perdón por ser tán cortito, pero ahora viene la perspectiva de Nero. Espero que les guste. 💙😘
