Nota: Algunos de vosotros os disteis cuenta de mi pequeño intento de referencia al Quijote en el capítulo anterior, ¡me alegró mucho! Os dejo aquí un pequeño párrafo que me inspira, y también me sirve para pensar en historias "caballerescas" estén en el universo Legend of Zelda o no ^^
"Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia dónde quiera que esté."
- Miguel de Cervantes, "Don Quijote de la Mancha", año 1605
***
El molino de Prunia tenía un observatorio con un telescopio de gran tamaño. A Zelda le gustaba ese lugar. Era frío, sin duda, el aire helado del majestuoso Monte Lanayru azotaba con fuerza en lo alto del molino, en esa parte de la aldea, su presencia era más patente que en el centro, o en la casa de Link. Se arrebujó un poco en su capa, había empezado a chispear y la temperatura cayó en picado.
Ahí arriba sí que pasaste frío. Pensó, mirando al monte. ¿Cómo diablos se le había ocurrido subir medio desnuda y casi descalza hasta ahí arriba? Por padre. Sobre todo por él. De alguna manera sabía que el peregrinaje no iba a funcionar. Quería tener fe, pero sus propias convicciones flaqueaban en cada poro de su piel, en cada paso inseguro en la nieve, en cada palabra no dicha durante el ascenso. Quería creer que sería el último peregrinaje, que sería distinto esa vez. Subieron solos. Y bajaron más solos aún. Después, ya era demasiado tarde.
—Alteza... ¡vas a pillar un constipado!
—Deja de llamarme alteza —insistió, poniendo los ojos en blanco. Prunia apareció tras la puerta, envuelta en una especie de chubasquero sheikah de fabricación propia.
—¿Has visto algo interesante?
—Nada. Y las gotas de lluvia empañan la lente del telescopio.
—Observas el camino hasta Picos Gemelos, ¿no? —Prunia se fijó en las coordenadas y dirección del telescopio.
—Ha pasado más de una semana desde que se fue, es normal que me preocupe. —se justificó ella.
—Aplastar a unos cuantos lagartos no supone ningún reto para Link. Eso sí, espero que me traiga las muestras que le dije, diosas, es tan despistado... Los cuernos de lizalfo son el ingrediente perfecto para mi poción del sueño eterno. En cualquier caso, no debes preocuparte. Se habrá entretenido por el camino. Ya sabes que la línea recta es el camino más corto para todo el mundo menos para Link.
—Ya no puedo verle, ni oírle. Esas facultades se han esfumado junto con Ganon. Es como si todos nuestros vínculos se hubieran roto para siempre, una vez completada la misión. Tal vez sólo existieron por ese motivo.
El corazón se le encogía al pensarlo, era doloroso, pero la diosa Hylia había escrito el destino en un lenguaje demasiado abierto a la interpretación. Era fácil interpretar que se había enamorado de él con el objetivo de que sus poderes latentes pudieran despertar. Era fácil creer que un vínculo de amor sería la opción más fuerte hasta que la misión se viese completada. Pero una vez todo estuviese acabado y en su sitio, no había nada que tuviese que vincular su alma a la de Link, salvo unos sentimientos no correspondidos y un amor exprimido hasta la última gota por el encierro y el paso de los años. Tal vez por eso, él no la recordaba. Tal vez el olvido estaba en los planes de las diosas, como todo lo demás.
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Historia de un caballero
Fanfiction(Post-BOTW) Tras derrotar a Ganon, Link sigue sin recordar nada, ni siquiera a sí mismo. Sin embargo, siente gran curiosidad por su vida pasada y hará lo posible por volver a armarse caballero.