issues ➳ yoonmin [+18]

🖇 ; 13.-

Drama.
parte dos.

¿Cómo...? ¿Estaba soñando?

Un temblor incontrolable se adueñó de su cuerpo y comenzó a sudar frío. Habría jurado que después del incidente en el salón, ese hombre no volvería a aparecer por ahí en su puta vida.

Quería irse pitando de ahí, pero joder, lo matarían si se enteraran de que anduvo husmeando por ahí y metiéndose en los tratos de Yoongi. ¿Qué iba a hacer ahora? Tenía el miedo y la confusión revueltos en su cabeza.

Los observó conversar por un rato más y, cuando el moreno se marchó, el pelinegro entró en lo que parecía ser una oficina. Se mantuvo un rato junto al mueble intentando recobrar su compostura, normalizando su respiración lo suficiente como para que alguien no lo oyera.

Se inclinó, dispuesto a correr en dirección a su habitación para esconderse a pensar.

Pero no pudo.

Los tacones de una mujer repiquetearon en el suelo con estruendos; marcando un paso tranquilo pero seguro. ¿Quién será...?

Volteó su rostro y asomó los ojos sólo un poco; lo suficiente como para darse cuenta de que la fémina que acababa de entrar a la habitación en la que Yoongi se encontraba, no era nada más ni nada menos que Suran.

Un escalofrío recorrió su espalda e hizo una mueca. Maldita zorra, pensó. Su odio hacia ella había incrementado en las últimas semanas, pues coqueteaba descaradamente con su amo frente a sus narices. Sin decencia.

Se puso de pie, dispuesto a escuchar la conversación entre los dos e interrumpirlos en caso de que ella intentara seducir a Yoon.

Apoyó su rostro ladeado en la puerta, ansioso por oír lo que ambos se iban a decir. Un presentimiento vago en su interior le gritaba que se fuera de ahí, que no le iba a gustar lo que estaba a punto de suceder. Y sabía que debió haberle hecho caso a sus instintos.

— ¿Qué quieres, Suran? — la voz masculina sonaba con un dejo de aburrimiento.

— Ya lo sabe, amo — sonó casi como un susurro. Jimin tuvo que cargar su oreja en la madera.

— No voy a darte nada de eso.

Park sonrió victorioso. ¡Toma esa, usurpadora de mierda!

— ¿Por qué no? — un chillido agudo penetró sus oídos.— ¡lo he hecho todo por ti! Amarte, idolatrarte..., pertenecerte.

Parecía ser un sollozo. ¿Qué...?

— Es por culpa de ese chico, ¿no? — lloró con impotencia. — ¡te obsesionaste con él y me dejaste de lado! — un golpe — ¡me abandonaste!

Yoongi estaba increíblemente callado. Un silencio sepulcral inundaba el lugar, dejando al descubierto la pena de la chica. Casi sentía lástima por ella.

Casi.

— Te ayudé con tu propósito. Hice todo por ti. — estaba cargada de rabia — te ayudé con los sobornos. Te ayudé contratando a JongIn para que jugara al abuso y el mocoso se aferrara a ti para que pensara que eras su salvador. ¡ME VOLVÍ LOCA POR TI!

Jimin sentía náuseas. ¿Su audición estaba fallando o...? ¿Él había hecho qué? Un dolor desgarrador se estaba concentrando en su pecho. Podría jurar que era su corazón partiéndose en miles de pedazos.

¿Por qué siempre jugaban con él? ¿Por qué Yoongi querría hacerle algo así? Le faltaba el aire. Necesitaba gritar, necesitaba patear algo.
Ahora lo comprendía todo. Su primer día como rehén y el trío con las chicas. Las fotos venían de ahí. El «trabajo es trabajo» que escuchó de los labios de la fémina cuando JongIn iba a violarlo. Todo calzaba perfectamente, como si se tratara de un maldito puzzle enfermizo.

— Dijiste que nos íbamos a casar..., y me cambiaste, amo. Usted me cambió.

No pudo seguir escuchando. Salió corriendo mientras las lágrimas se deslizaban a lo largo de sus mejillas.

Necesitaba despertar de esa pesadilla.

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Les apuesto que no se lo esperaban, así es. 🤠
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