Capítulo 19: Me escaleras al cielo, mi cielo

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Dedicado a fefaaaidk

A pesar de todo, era difícil. Nunca en Chile tuve la posibilidad de gustarle a alguien que me gustara. Tampoco me quejo, no eran los mejores pretendientes, pero si algo había claro, era que no quería irme de aquí.

Al llegar de vuelta al hotel, Erick y Yoisbel nos estaban esperando en la entrada. Erick reía por algo que posiblemente Yoisbel le había dicho hasta que vio mi cara, no era lo mío ocultar lo que sentía así que lo más probable era que se me notara hasta en el último poro de la piel que algo me pasaba.

- ¿Acaso se encontraron con un fantasma? - mencionó Yoisbel al vernos llegar.

Creo que nuestros semblantes no eran de lo mejor. Ag era mejor fingiendo, pero yo...un desastre.

- No, todo está bien...- dijo Ágata mientras Yoisbel la recibía entre sus brazos. - ¿cierto Bella? - replicó.

- Claro que sí, todo está bien. - respondí medio sonriendo y tratando de sonar convincente. Aunque no estoy muy segura de que tan bien me haya salido.

- ¿Vamos Bella? Te invito un jugo...de piña - saltó Erick señalando con sus brazos el camino hacia la barra del hotel.

Creo que no me salió lo convincente.

- S-sí claro, vamos. ¿U-ustedes no quieren venir? - dije a Ag y a Yoisbel.

Erick puso cara de pocos amigos.

- No, no...vayan, nosotros nos quedaremos aquí, o quizás daremos una vuelta por ahí. - dijo Ágata guiñándome un ojo mientras tomaba a Yoisbel del brazo para dirigirlo a la entrada del hotel. Me sonó a que esa vuelta por ahí era a la casa de en frente que tan amablemente Yoisbel le mostró hace un par de días.

- ¿Así que me invitas un jugo de piña a una barra gratis? .-

Mencioné para desviar su atención mientras nos dirigíamos a la barra.

- ¿Me vas a decir que sucede? - Erick frenó en seco.

Ok, no era buena sonando convincente ni desviando la atención, al menos con él.

- ¿A-a mí? Nada, no me pasa nada Erick, todo está bien. - dije dándome vuelta hacia él tomando su rostro entre mis manos. Erick tomó mis muñecas suavemente.

- Sabes que no es así...eres pésima ocultando lo que sientes, puedo leerte como a la palma de mi mano, confía en mí ¿qué pasa? Puedo ayudarte - susurró frente a mi rostro plantando un ligero beso en mis labios de la manera más tierna posible, era imposible negarme.

A quien engañaba, esto es como cuando descubrió que había despertado llorando por ese sueño que tuve...mejor dicho pesadilla.

- Está bien, te lo diré, pero sentémonos primero. -

- ¿Quieres ir a la barra? ¿O prefieres que vayamos a sentarnos a la playa? -

- ¿A la playa? Pero ya fuimos en la tarde...- mencioné dudosa.

- No has ido de noche. - sus ojos brillaron.

Tenía razón, nunca había ido a la playa de noche y en Varadero, las playas no tenían focos, eran completamente oscuras y se podían ver magníficamente las estrellas, era mi penúltima noche ahí, claro que iría y más aún con él.

-Eso suena tentador...vamos. -

Nos encaminamos hacia la entrada del hotel para salir. Mientras cruzábamos la calle para dirigirnos a la oscura playa, miré a Erick, él me devolvió la mirada y acto seguido tomó mi mano, entrelazó sus dedos con los míos y sonrió. No podía creerlo. Su piel era cálida y suave, me sentía en paz. La combinación de la oscuridad con las luces de los postes le sentaban excelente, se veía aún más guapo. En ese momento lamenté no traer mi cámara fotográfica conmigo y también lamenté que mis ojos no sacaran fotos reales para guardar este momento para toda la vida, aunque, de todas maneras, tampoco creía olvidarlo. Sentía que estaba en un mundo paralelo, había tomado antes la mano de algunos chicos, pero nada se comparaba a lo que sentía en este momento de la suya. Me sentí tan relajada, que las palabras salieron de mi boca antes de que las pensara.

CNCO - Cuando se esconda el sol (Erick B.Colon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora