Capítulo 4: Me llevas más allá

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Dedicado a Abby Bourguett

Mi corazón comenzó a latir con tanta fuerza que casi podía jurar que saldría escapando de mi caja torácica. Intenté calmarme y razonar, solo le diría que gracias por su ayuda, no tenía nada de malo, era un chico como cualquier otro.

De pronto, sentí a mis espaldas fuertes risotadas.

-¡HEY QUE PASAAAA ERICK! - un chico apareció de la nada con 3 chicas y chocó codos con...Erick. Al menos ya podía dejar de nombrarlo como el de ojos verdes.

-¡Hola loco! aquí esperando al bartender.- dijo con tono alegre. Que bueno, ya no está enojado...esto será fácil.

-¡Te espero en la pista hermano! - se fué con las chicas a su alrededor. Sin embargo, no pude evitar notar que una de ellas se dió vuelta para hacerle señas coquetas mientras él le sonreía abiertamente. "Todo porque es muy linda y curvilínea" gritó mi subconciente. Me hallaba mirando toda la escena con una oleada de celos infantiles e infundados cuando de pronto, Erick volteó la mirada hacia mi sonriendo y yo solo fui capaz de mirarlo de vuelta e intentar esbozar una sonrisa, pero era demasiado tarde; el Erick risueño se había esfumado y la expresión de su rostro denotaba completa seriedad, hasta podía jurar que no le gustaba mucho la idea de tenerme frente a él. "¿cuál es su problema? ni siquiera me conoce...que chico más extraño" medité.

El bartender irrumpió en mis pensamientos.

- Aquí tienes...me debes 1 peso. - me sonrió y me di vuelta mirándolo bruscamente.

-Ah, si...aquí lo tengo. - se lo entregué y en un movimiento rápido, tomó mi mano para besarla.

-Mucho gusto ...-  se quedó en silencio mirándome unos segundos...cuando comprendí.

-Bella. Soy Bella. Digo, no es que sea bella solo que mi nombre es Bella, así me llamo  - expresé algo incómoda.

El bartender comenzó a reír y aproveché de pegar una mirada rápida a Erick, que aún se encontraba a mi lado esbozando una sonrisa, casi mordiéndose la lengua para no largarse a reír. No voy a negar que su sonrisa era una de las más lindas que había visto, pero por alguna razón esta se veía opacada cuando yo aparecía. Eso o mi cabecita loca pensaba demasiado y solo eran coincidencias.

-Que divertida eres mi cielo, de todas formas el nombre te viene...a sido todo un gusto. - el bartender besó mi mano y finalmente la soltó.

-¿Me das una energética por favor? - pidió el muchacho a mi lado.

-Claro Erick, voy adentro y vuelvo. -

También lo conoce, vaya...quizás es un cliente habitual. Era momento de irme de allí pero debía actuar. Me daba lo mismo si el chico me odiaba o algo por el estilo.

-Hola...yo...-  tartamudié. -yo..quería...- lo miré.

Erick parecía no caer en cuenta de que me estaba dirigiendo a él, pero no había nadie más con nosotros... me miró fijamente, dudando.

-Te quería decir que...-

-Prosigue. - me dijo en seco.

-Agradecerte por abrirme la puerta el otro día, ya sabes...- al fin me salió la frase completa.

-Ah, eso, por nada. - me dijo en seco, como restándole importancia.

-Toma mi chico, esta va por la casa, que disfrutes.- el bartender le pasó la energética a Erick, este le sonrió y se largó a la pista de baile sin siquiera decirme adiós.

Para mi suerte, Ágata con una enorme sonrisa se acercaba a mi.

-Vamos, acompañame al baño. - me tironeó fuera del lugar.

CNCO - Cuando se esconda el sol (Erick B.Colon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora