CNCO - Cuando se esconda el sol (Erick B.Colon)

Capítulo 20: Contigo es imposible otra era de hielo

Llegamos al lobby del hotel y sólo se encontraba una persona en el mostrador. No había señal de Ágata y menos de Yoisbel, probablemente seguiría en su "ardiente" cita. Miré a Erick y él me devolvió la mirada como sin saber qué hacer, ambos estábamos tipo ¿y ahora qué?

- Mmmm...creo que los chicos no se encuentran aquí. - mencioné.

- Tampoco lo creo, quizá Yoisbel le fue a mostrar la casa de enfrente otra vez. - dijo sonriendo divertido.

No puedo creer que Yoisbel le contó a Erick. Me sonrojé ante la idea de que le haya contado algo sobre lo nuestro, aunque, a decir verdad, vio todo él mismo las veces que casi...sucede.

-¿Qué haremos? - susurró Erick mirándome fijamente. - ¿Qu-quieres ir a dormir conmigo? - sus ojos verdes brillaron ante la idea.

Todas las alarmas dentro de mí se encendieron.

Mi primera vez...

- N-no creas que te invito para acostarme contigo, no estoy premeditando nada, si algo pasa, pasa, si no, pues no. Solo dormiremos. - dijo con un halo de preocupación y alerta ante mi respuesta.

Adoraba su aclaración, era muy precavido y honesto.

- Claro que me gustaría dormir contigo. - dije esbozando una sonrisa y abriendo camino entre sus brazos.

Claro que si quiero, debería estar demente para no querer ir a dormir con él. Nunca había dormido con nadie en mi vida, que no fuese mi mamá, papá o hermano cuando era pequeña, pero eso no valía.

Pude sentir como su respiración se relajaba.

-Eso sí, debemos levantarnos temprano - susurré mientras nos sentábamos en un sillón del lobby - mañana tengo congreso a primera hora después del desayuno. - repliqué con un puchero.

A veces olvidaba que realmente estaba allí por el congreso, desde que llegué a Cuba todo ha tenido entre líneas el nombre de Erick.

-No hay problema, siempre me levanto temprano. - dijo mientras cerraba uno de sus ojos cómplice.

-Yo soy muy dormilona - admití - nada me saca de la cama. -

De pronto tuve un fugaz recuerdo de Ágata en la ventana del hotel de La Habana diciendo algo como "mira ahí está Erick" y yo saltando inmediatamente fuera de la cama para verlo. Sonreí ligeramente mirando a la nada.

-¿Bella?- susurró Erick sacándome de mis pensamientos.

- ¿S-sí?-

- ¿Estás bien? -

- S-si claro que si, ¿En qué estábamos? -

-¿En que eras dormilona? - dijo divertido.

-Pues sí, lo soy, te agradecería si me despiertas mañana. - dije coqueta.

-¿Como con que o qué?-

-Pues con la alarma, o con tus...- frené ante mis palabras, la vergüenza invadió cada parte de mi ser.

-¿Con mis, qué? -

-Pues con tu alarma...¿qué tal si subimos ya? -dije parándome y tironeando su brazo.

-Bella, ¿con mis qué? - me sonrió divertido y suplicante.

Cerré los ojos.

- ¿Con tus besos? - mencioné dudosa y avergonzada de admitirlo.

- Acaso, tú ¿Quieres que te despierte con un beso?

Ayy por qué tenía que mencionarlo todo de nuevo