Nothing but a woman [L.M & J.JK] ✅

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-Eres una estúpida.

El plato había caido de forma resonante sobre el suelo. El chico no se había molestado en ayudarla ni avisarla y había tropezado hasta chocar con él, había pedido tantas veces perdón que no le parecían suficientes al azabache.
A veces se preguntaba si Lisa le tenía miedo.
Sus ojos amenazantes vieron sus manos recoger aquellos trozos de plato y entonces se levantó de la silla, empezando a caminar por la cocina.

-No me merece la pena venir a casa a comer, no te molestes en preparar comida, comeré fuera. - cortó el chico.- Seguro que es mejor que esta basura.

Lisa había sentido su cuerpo inestable desde ayer en la tarde, había decidido llamar a su amiga y contarle sus sospechas, provocando que Rosé la animara a probar de nuevo.
Ella no hacía nada más que negar.
Si volvía a hacerse la prueba entonces sería su fin, porque si salía negativo volvería a hacerle daño, pero si salía positivo...no sabía cuál sería la reacción del chico, ni quería saberlo.

Su miedo superaba tanto su cansancio tanto moral como físico que esos últimos días había dormido más de la cuenta y el chico le había castigado por eso. La otra noche le había gritado tan alto que el vecino mayor de al lado había picado a su casa para quejarse, y había amenazado en llamar a la policía por malos tratos.
Aquello había enfurecido más a Jungkook, el cuál también lo había amenazado, queriendo meter al señor en un asilo. En realidad estaba demasiado loco.
Se apoyó contra la puerta de la habitación en un intento de recuperar el equilibrio y se sentó en la cama como pudo para respirar. Su cabeza daba vueltas y se dió cuenta de que Rosé tenía razón, debía hacerlo, , no iría al médico, estaba aterrada de que pudieran avisar a su marido, horrorizada por lo que pudiera pasar.

Asique sin mirar atrás decidió meterse en el baño.

[...]

Había llamado a Lisa y aún así no se lo cogía, no daba señal y él no podía irse del trabajo, quería decirle que no llegaría a cenar a casa, que tenía planes y que no le esperara despierro, aunque siempre lo hacía, y él siempre se preguntaba por qué.
Unas manos se habían colocado alrededor de su cuello y sonrió, intentando darse la vuelta para juntar sus labios con los ajenos.
Aquel beso no había sido suave ni delicado, había sido rápido y sin afecto, porque no tenía la cabeza para pensar, porque era solo un pasatiempo.
Las luces eran tan tenues que acabó por cerrar las persianas que conectaban su oficina con la parte visible de los demás escritorios y agarró a Kim por las piernas para subirla a la mesa.
Era un hombre, y como hombre disponía de sus necesidades, y si su mujer no se las daba, entonces, se buscaba a otra, y su secretaria había respondido.
Pero no podia cometeter otro error como el del sujetador.
Porque en cierto modo, no podía dejar que Lisa se fuera, tenía que estar a su lado, sonaba egoista, y lo era, mucho. Le encantaba, sus ojos, sus finos labios, sus hombros, sus caderas...todo en ella era preciado para él. Y hubo momentos, en los que se sentía frustrado, porque dejar a Lisa embarazada era como follar todo el puto día con una mujer estéril y eso le ponía enfermo.
No sabía por qué sentía la necesidad de tener un descendiente, ni quería seguir pensando en eso.
Unas manos lo despojaron de su cinturón, y cuando menos cuenta se dió, ya había provocado el primer orgasmo en la chica.

[...]

-Lisa...

Rosé se encontraba ahí, sentada en la cafetería y sintiendo su corazón latiendo a mil cuando la chica la había llamado para quedar en ese mismo sitio.
Era su sitio desde la universidad. Todos los días se reunían ahi para hablar de su día y de sus cosas personales, hasta que había empezado a salir con Jungkook.
Entonces se había apartado de todo, Rosé había llegado a enfadarse un tiempo con ella y Lisa se dió cuenta de que algún día ella ya no estaría, que no tendría una salída para respirar.

Ahora recordaba la universidad y una sonrisa apareció en su rostro por segundos, hasta que apretó el sobre en su mano y se sentó junto a la chica sin haberlo revelado todavía.

-Perdona por no haberte cogido el telefono el otro día, Jimin estaba más cerca y y-

-Estoy embarazada...- susurró.

Sus ojos se habían desviado hacia abajo, sujetando el sobre en sus manos como si se fuera a desintegrar y no pudo evitar hacer que sus ojos brillaran de la impotencia.

-¿Q-qué? - preguntó Rosé un tanto sorprendida.
No quería volver a repetirlo. No quería repetir esa frase. Sonaba horrible para ella y no lo soportaba, ¿Qué narices iba a pasar ahora? ¿qué debía hacer?
La única palabra que había pasado por su cabeza había sido abortar, pero si Jungkook se enteraba...

No quería saber lo que le haría.

Lisa subió su mano derecha encima de la mesa, la cuál sostenía el sobre y por tanto la prueba de embarazo que lo confirmaba, mostrandoselo a Park.
Su amiga era tan inocente...tan suya que no le había contado nada, y ella, ahora mismo estaba contenta por ella, había sonreido y la había mirado como si su vida fuera mejor ahora. No lo era.

-¡Esto es maravilloso, Lisa! - gritó Rosé. - ¿ se lo dirás a Jungkook? Dios mio, se va a poner muy contento cuand-

-No se lo voy a decir, Rosé...- contestó Lisa antes de dejarla acabar la frase.

Ella no quería ese bebé, no mientras Jungkook siguiera ahi. Porque era una pesadilla, ¿cómo iba a cuidar de un niño o niña con Jungkook a su lado?

-¿Pero cómo no se lo vas a decir? - preguntó sorprendida, aunque Lisa sabía que le había sentado mal que no se lo fuera a decir y bajó su vista.
¿Lo entendería?

-Porque...no quiero al bebé, Rosé.

Su tono de voz era cada vez más bajo y no pudo evitar que su voz se viera afectada, y sin embargo, la pelirroja se había quedado de piedra, sus ojos, no había pestañeado en segundos y su boca estaba cerrada, probablemente analizando la frase. ¿Por qué no iba a querer hijos? ¿Qué se lo impedía?

-Lisa...¿cómo no lo vas a querer? - preguntó. Pero cuando vió la primera lágrima de la chica caer se quedó tan helada que no supo que hacer.

¿A caso había algo que ella no sabía?

-Lisa, ¿te has hecho daño? ¿Alguien te ha hecho daño? Sabes que puedes contarm-

-¡Maldita sea, Rosé! - interrumpió la chica.

-¡Llevamos juntas desde el instituto, estuviste ahi cuando empecé a salir con Jungkook! - había tenido que parar. Se estaba quedando sin aire, como hacia algunas noches le había pasado. Y ahora...
Simplemente no sabía como hablarle a su amiga sin contarle nada, porque no se podía enterar de como Jeon la trataba. ¿Y aún así lo quería? Era de locos.
Durante los cuatro años que llevaban casados la había pegado, la había gritado, la había violado...le había hecho cosas...que no quería volver a repetir y ahora...ahora ya nada la sorprendía, porque cada vez que pasaba algo ella se mantenía al margen.

Aquella tarde había llegado a casa tan destrozada que ni siquiera se había molestado en ver las llamadas perdidas tanto de Rosé al haber salido corriendo de la cafetetería, ni las de Jeon.