009;

746 98 34
                                    

El azabache caminó por la calle agitadamente, cerrando sus ojos y abriendolos, joder, ¿por qué era tan dificil? ¿por qué era tan dificil ser como su padre?. Su brazo pasó por su boca, limpiandose la cara y maldijo en voz alta un par de veces, haciendo que las personas que pasaban a su alrededor se alejaran, asustadas.
Sin embargo, sabía hacia donde iba, su segunda casa, donde siempre era bien recivido y maldijo otra vez en su cabeza, llevando sus manos a su pelo, agitado.
Cuando tocó al timbre un sonriente peli-blanco lo recivió, y su sonrisa se desvaneció en cuanto lo vió. Jungkook respiraba agitadamente y Jimin lo dejó pasar, casi obligandolo y ambos se sentaron en el salón.

Sim embargo, mirando a su alrededor no veía a Rosé por ningún lado, la casa era bonita en realidad, de dos plantas, con plantas por las paredes y estas mismas pintadas de blanco hacían parecer la casa de lujo, de esas que salían por la televisión.

—Jungkook, tranquilo, ¿qué haces aqui? — su mirada se retorció, hacia dus nudillos específicamente, y su ceño se frunció. ¿Por qué estaban tan bien? ¿A caso él no...? Mordió su labio inconscientemente, ya no estaba seguro de nada, ¿Él, él no pegaba a Rosé? Lo que iba a decir, todo, se lo guardó y se lo tragó junto al nudo en su garganta.

—Jungkook— Su voz resonó en su cabeza y asintió, mirando directamente al chico, con atención. —¿Qué narices te ha pasado? — preguntó asustado, levantandose para traerle hielo.

Si le dijera que había pegado a Lalisa, que la había gritado, que dios, había hecho cosas imperdonables, su estómago se retorció pensando en lo que había hecho, lo único que había hecho era lo mismo que hacia su padre, y lo que probablemente seguiría haciendo en esos momentos.
Solo de pensar en su padre, mandandolo sentarse en frente, cuando su madre de encontraba de pie frente a él, con su padre al lado, enseñandole cómo hacer que obedeciera, simplemente empujó su cinturón hacia su espalda, y ese ruido se quedó marcado en su cabeza durante noches. Cuando Lisa y él empezaron a salir, se prometió que no haría lo que su padre le había dicho, no podía hacerle eso a ella, no a aquella rubia que había hinundado su corazón. Pero sin embargo, de tanto verlo, sentirlo incluso, se había quedado ahi, la furia que debía haber desatado contra su madre por no hacer nada, por no decir nada, la había empezado a descargar contra Lisa, porque era como su almohada cuando era pequeño.

—La quiero— el nudo en su garganta se hizo presente, y sus ojos empezaron a mirar a todos lados, finalmente acabando en Jimin y aunque este no entendiera nada de lo que estaba pasando asintió, porque sino no se habría casado con ella.

—Pues claro que la quieres, chaval. — confirmó el contrario.
Pero no sabía como sentirse, al dejar la habitación, al dejarla ahi, en el suelo, paralizada, su pecho se había encojido, pero un "ni se te ocurra dar la vuelta" se repitió en su cabeza como una cinta. Dios, lo odiaba tanto, a su padre.

—¿Por qué lo hice, hyung? — preguntó, levantando su rostro.

—Escucha, Jungkook, no se de que mierda estás hablando, asique...intenta...explicarme lo que debo saber— sus manos se movían con sus palabras, estaba nervioso, ¿debería decirlo? No sabía que mierda estaba pasando pero estaba empezando a asustarse.

—No, no, no, no— Se revolvió el pelo con sus manos nervioso, tratando de relajar sus músculos y miró hacia arriba— tu no lo entiendes...no— contestó.

Se sentía mal, horrible, un monstruo por fuera y por dentro, porque ni siquiera se había pensado las cosas dos veces en ponerle la mano encima a Lisa. Lo había hecho sin más, sin importarle lo que pudiera llorar, sufrir, o suplicar por ella.
¿Qué habia hecho?

Verás, cuando paras, te fijas, y lloras por ella, Jeon, eres un monstruo. — las palabras habían salido claras y altas de la boca de su padre. —Solo cuando las contemplas, lo dejas pasar, eres peor que ellas.

—Las mujeres no sirven para nada, y cuando te cases, lo comprenderás, sabrás a que me refiero y entonces, solo cuando repitas mis actos, serás un hombre.

Solo había permitido que una lágrima se escapara de sus ojos ese día, y desde entonces aquella barrera no se había vuelto a caer, aquella prisión en la que había metido todos sus sentimientos no se había abierto nunca.

—Jimin, creo que he hecho algo horrible...— susurró, pasando sus manos por la cara.

Y en ese instante, la barrera se cayó.

Nothing but a woman [L.M & J.JK] ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora