Capítulo 24

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Juliana

"Es raro" reflexioné mientras caminamos por el vecindario "Ver todo esto de día"

Era el área más cercana y como aún me dolía un poco la cadera no estaba lista para viajar tan lejos, mientras más rápido trajéramos el resto del campamento más rápido podíamos formar un nuevo hogar.

La ojiazul estuvo en silencio durante unos segundos "Tomará un tiempo acostumbrarse" extendió una mano tocando unas flores "Es un mundo diferente".

Nos detuvimos en la casa de la primera calle, donde había resultado herida. Se veía completamente diferente a la luz, era sofisticada y hogareña.

"Oye mira" dijo alegremente caminando por el patio delantero hacia un árbol del que colgaba un columpio de madera.

"No creo que..." antes de que terminara, se dejó caer en el asiento, pero las cuerdas estaban tan desgastadas que al poner su peso, se rompieron. Cayó casi desapareciendo por el espeso césped "Sea una buena idea" terminé riendo.

Reapareció lentamente con un poco de hojas en el pelo "Ouch" caminó torpemente frotando su espalda. Seguí riendo pero al ver que no le pareció igual de chistoso me fui calmando y propuse entrar a la casa.

Caminé hasta la cocina, abriendo el primer cajón para ver si había comida enlatada, momentos después una melodía llenó todo el lugar, había pasado tanto tiempo desde que escuché música que no me di cuenta de que era un piano hasta que me di la vuelta.

Valentina presionaba diferentes teclas como si probara el sonido, cuando pareció sentirlo, una de sus manos comenzó un ritmo constante en una tecla, la otra tocaba otras diferentes. Era una canción profundamente tonificada e inquietamente lenta, pero había belleza en su tristeza. Di un paso adelante con asombro y sin querer que se detuviera. Pero solo unas notas después tocó una que no parecía seguir, renuente a continuar se detuvo sin apartar las manos, pasó los dedos a lo largo de las teclas limpiando delicadamente la capa de polvo.

"No sabía que tocabas el piano".

"Ya no" dio una sonrisa triste alejándose, de pronto su mirada se posó en algo lejano y su sonrisa se borró, me sorprendió cuando envolvió sus brazos alrededor de mi cintura repentinamente "Es muy importante que no te alejes" susurró con urgencia.

"¿Por qué?" pregunté con una mezcla de miedo y curiosidad.

Se acercó quedando a pocos centímetros de mi cara "Actua normal" me robó un beso "Alguien nos está siguiendo".

"¿Cómo sabes?"

"He estado viendo sombras" su boca cosquilleaba contra mi oreja "Y acabo de ver una figura en la ventana".

Mis brazos se deslizaron alrededor de su cuello "¿Tienes un plan?"

Se inclinó y separé mis labios con entusiasmo, restandole importancia a lo que acababa de revelarme "Me esconderé mientras sales" besó mi mandíbula "Contigo como distracción podré sorprenderlo".

"¿Por qué tengo que ser el cebo?"

"Porque estás herida, casi no puedes caminar y si corre, se escapará".

"De acuerdo" comencé vacilante apartándome para ir al patio "Vuelvo enseguida" dije lo suficientemente fuerte como para que nuestro espectador escuchara.

Todo lo que tenía que hacer era esperar pacientemente, fue más difícil de lo que pensaba, saber que alguien podría estar vigilandome. Pasaron varios minutos y nada, ya estaba nerviosa hasta que el ruido de vidrios rompiéndose me alertó. Momentos después apareció una figura encapuchada corriendo, seguida de Valentina.

No me dejes (juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora