Valentina
"Buenos días" saludé alegremente al levantarme, la única respuesta de mi compañera fue lanzarme una mirada apática mientras se ponía las botas, me senté para hacer lo mismo pero el poco movimiento de mi brazo me recordó algo "Podrías tal vez..." miré deliberadamente a mi mano con las esposas.
Juliana parecía estar de mal humor, quizá porque no había dormido bien, metió perezosamente una mano en su bolsillo y luego miró alrededor de su cama buscando "No encuentro la llave".
"¿Qué" pregunté con incredulidad pero después capté una pequeña sonrisa en sus labios "Mentirosa".
"Eres muy aburrida" puso los ojos en blanco y me quitó las esposas. Salimos al aire fresco de la mañana y caminamos a la carpa de la comida, nos sentamos y comimos en silencio hasta que...
"¡Juli!" una pequeña niña saltó y la abrazó.
La cara de Juliana se iluminó al ver a la rubia "¡Cristina! ¿Donde habías estado?"
"Mamá no me dejaba verte por un asaltante ¿qué es un asaltante?" preguntó con un puchero.
Mis ojos cayeron el momento en que Juliana me miró involuntariamente "Nada de lo que puedas preocuparte" dijo haciéndole cosquillas.
Cristina rio alegremente y luego se dio cuenta de que estaba ahí "¿Quien eres?"
"Valentina" dije amigablemente "Encantada de conocerte".
"Eres muy linda Valentina" me examinó con una sonrisa
No pude evitar reírme ante su comentario, al menos estaba progresando "¿Te gustan las fresas Cristina?"
"¡Son mis favoritas!" saltó con entusiasmo.
"Que bien" dije contenta de que al menos había hecho a alguien feliz "Da la casualidad de que soy alérgica ¿quieres las mías?"
Le dí mi plato y mientras ella comía alegremente noté que Juliana me miraba pensativamente
"No sabía que eras alérgica".
"Hay un par de cosas que no sabes sobre mí".
Después de suspirar felizmente y devolverme el plato Cristina me agradeció, Juliana la levantó del banco y la puso de pie "Esta bien Cris, debemos irnos" la abrazó "Dile hola a mamá por mi".
La pequeña asintió y me miró "Adiós Valentina".
Una vez que se fue caminamos hacia los vehículos militares, entramos a la parte trasera, me senté frente a lucho y Juliana arriba de una pila de cables viejos. Me despedí de la cálida luz del sol cuando Sergio y Peña cerraron la enorme puerta, me hizo sentir como si estuviera en una vieja película de guerra.
Estábamos en camino de completar esa tarea especial, no estaba feliz por eso, la idea de ir a capturar un salvaje vivo para unas pruebas médicas sonaba completamente descabellada. De cualquier manera Juliana quería que fuera, y ya que me había devuelto mi arma, tenía que obedecer. Ella tenía una pequeña pantalla en sus manos y al mirar mejor pude ver que era de unas cámaras que estaban al frente del vehículo y a los costados, estuve unos diez minutos llevando mi vista de ella y la pantalla. Cuando por fin aparté la vista vi que Sergio me había sorprendido mirándola. Intenté hacerme invisible despues de eso, no fue tan difícil ya que el interior estaba oscuro y nadie hablaba.
"Si hubiera algo que pudieran haber hecho antes del brote ¿qué seria?" preguntó lucho con aburrimiento
"¡Facil!" un soldado cuyo nombre desconocía dijo "Casarme con esa modelo brasileña de esos anuncios de lencería".
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No me dejes (juliantina)
Ficțiune științifico-fantasticăSeis años después de que una infección cambió el mundo por completo, Juliana se verá obligada a debatir entre la guerra o el amor, mientras Valentina enfrentará a su oscuro pasado. En un mundo donde no hay esperanza, lo que queda es aferrarse a uno...