No me dejes (juliantina)

Capítulo 29

Valentina

Ya era uno de los días más cálidos hasta ahora, la primavera casi llegaba haciendo que el sol brillara con más intensidad. Mi pala chocó contra la tierra en un intento de quitar el césped para que pudiéramos comenzar a sembrar.

"El trabajo duro se ve bien en ti" dijo una voz familiar, Laura estaba apoyada en una valla a la distancia.

Me miré a mi misma notando como mis jeans estaban llenos de tierra "Me hace recordar por que nunca me gustó el ejercicio" me acerqué recargándome en la estructura, de pronto algo rozó mi pierna y salté "Me asustaste" acaricié el gato que había visto anteriormente con Juls.

"Esa es kitty" Laura rió.

"¿Llamaste a tu gato kitty?" 

"Quiero decir, no es realmente mía" se encogió de hombros "Siempre nos seguía cuando salíamos".

El animal se acercó a ella ronroneando por un momento para después perseguir un insecto que voló cerca "Si tu estás aquí y Daniel está haciendo combustible ¿dónde está Sebastian?"

Suspiró con cierta pesadez "Entrenando con algunos soldados, quiere unirse a un escuadrón".

"No te ves muy feliz por eso" noté curiosa.

"No lo conoces como yo, aunque es mayor es bastante sensible, solo espero que lo pueda soportar" me miró por unos segundos indecisa "¿Puedo preguntarte algo?" asentí "¿Juliana quiere ser comandante?"

"¿Por qué lo preguntas?"

"No se, creo que tal vez, tendría más confianza en alguien mas...concentrado" me miró con cautela.

"Es por los asaltantes ¿cierto?"

"Es por muchas cosas, los asaltantes, no dejar que el doctor haga más pruebas, su edad y para ser honesta, tu y su hermano" la miré confundida "Solo digo que tiene mucho peso, cuando pienso en un comandante pienso en alguien que no está metido en el...drama".

Quizá me hubiera molestado de no ser porque era verdad "¿Y a quién le darías el puesto?"

"Más de una persona, hay muchas inteligentes por aquí incluyéndola, que podrían tomar decisiones colectivas".

"Nunca cuestioné su liderazgo, y la razón de que su campamento dudara mucho es porque tenían un líder y los soldados tenían un camino claro al recibir órdenes. Si te pones a pensarlo...ella sabe lo que está haciendo" terminé con una pequeña sonrisa.

Una figura apareció a lo lejos haciendo señas, era Daniel.

"Tengo que volver" Laura se volteó para mirarlo "Adiós".

"Bye" no estaba del todo preparada para volver a trabajar, no me di cuenta a donde iba hasta que terminé frente a la casa con el piano, era como un portal a la comodidad y los viejos tiempos, era justo lo que necesitaba.

Caminé frente al instrumento, cerré los ojos presionando las teclas, ni siquiera sabía lo que estaba tocando, solo dejé que mis manos hicieran lo que ellas quisieran. Me dejé llevar tanto que al oír la puerta principal cerrarse salté.

"Perdón no sabía que estabas aquí" Juls se veía un poco nerviosa "Tampoco quería detenerte".

Me hice a un lado para que se sentara en el pequeño banco, pasó distraídamente su mano por las teclas hasta ponerla sobre la mía, su mirada transmitía melancolía y se me ocurrió algo para animarla.

"¿Conoces a ese tipo grande que ayuda en el campo?" asintió "Esta mañana fue a tomar sus guantes del suelo pero había una araña enorme en ellos"comencé a reir "Hizo un grito agudo y lanzó los guantes al aire, corrió pero terminó cayéndose y los guantes aterrizaron en su cara"