No me dejes (juliantina)

Capítulo 18

Valentina

Levanté la vista de la novela para ver que Juliana se estaba poniendo las botas y un abrigo, la curiosidad me venció "¿A dónde vas?"

Dejó de atarse un cordón para mirarme "Voy a salir con Sergio".

Bajé mi libro "Pensé que ya no ibas a coquetear con él" dije ocultando sin éxito mi decepción.

Sus ojos se oscurecieron y sus labios se curvaron en una sonrisa modestamente entretenida, se dirigió a mi cama y cuando se sentó sobre mis caderas e inesperadamente deslizó una mano bajo mi blusa luché por no derretirme "¿Eso es lo que piensas?" preguntó inclinando su cabeza hacia mi.

"Eso es lo que sé" traté de levantarme lo suficiente para besarla pero se apartó.

"¿Todavía te pone celosa?" su mano recorrió mi estómago.

"Si" 

Me empujó hacia abajo, sus manos subiendo cada vez más "¿Te vuelve loca?"

Admitiría cualquier cosa con tal de que conrinuara "Demasiado".

Se bajó de mi "Por eso voy" caminó hasta la entrada pero antes de irse giró "Es broma Val, es el cumpleaños de Peña y harán una pequeña fiesta ¿vienes?"

Me hubiera molestado pero estaba tan aliviada de que no iba a salir con él que no pude evitar soltar una carcajada "Te odio" dije alegremente y le lancé mi novela, obviamente la esquivó. Me puse una chamarra y un gorro y salimos "Sabes, no es agradable bromear".

"Tampoco es bueno tirar libros a la gente" se burló.

Caminamos a unas tiendas cercanas donde algunos soldados y civiles se reunieron alrededor de varias hogueras, Lucho y Mariana también estaban ahí, sentados en un tronco opuesto al que estaban Peña y Sergio, me miró el momento en que llegué pero afortunadamente se distrajo con sus amigos.

"¿Cuántos años tiene?" le pregunté a Mariana señalando a Peña.

"Umm" lo miró pensativamente "Creo que veinticinco".

"¿Cómo saben si quiera que día es?"

"Alguien por aquí los cuenta" intervino Juliana mientras se frotaba de nuevo las manos por el frío "¿Puedo?" dijo en voz baja viendo mi chamarra.

"Por supuesto" dije mirándola con curiosidad.

Puso sus manos en mi chamarra y sonrió tímida, el soldado a su lado le pasó una botella de tequila pero como no podía agarrarla yo la tomé, le ofrecí y negó, así que se la pasé a Mariana. 

Me miró con una ceja alzada hasta que habló "¿Quieres saber otra razón por la que nunca estuve con Sergio?" susurró y asentí "Fraternización, como líder tener algún tipo de relación sin sentido con cualquiera de mis soldados, incluso asaltantes que técnicamente no tienen rango" me dio un codazo en modo de broma "Está muy mal visto".

"Ya no soy una asaltante" aseguré "Y este no es el ejército".

"Muchos de estos tipos estaban en él antes del brote, me tomó años ganarme su respeto" finalmente las horas pasaron volando y se puso de pie para despedirse "Peña feliz cumpleaños, me voy a dormir".

Sergio se puso de pie con entusiasmo "Déjame acompañarte".

Una cosa era que lo odiara pero por la forma en que estaba actuando últimamente no confiaba en él solo con Juliana "No hace falta" le dije lo más amigable que pude.

"Siéntate" soltó con amargura, miré detrás mio para ver si Juliana iba a interferir pero parecía que me iba a dar la oportunidad de 'alejarme', no iba a pelear con él "No te quiere aquí".